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lunes, 15 de diciembre de 2008

EL ULTIMO TANGO EN PARIS

Era un día 10 de diciembre de 2008, el metro pasa, me bajo en Trocadero entre las tremendas moles del Museo del Hombre, aparece al fondo con un color azul, la Torre y me recibe con un destello de luces para pavonearse de esa majestuosidad odiada y querida de los parisinos, el frío no hacía los estragos que vendrán más adelante, al acercarme esa tremenda mole de fierros va tomando el cuerpo de un país que me baña en la historia, sigo caminando y no puedo creer que en el fondo de mi vista aparece el mismo puente sobre el Sena con las esculturas y el metro arriba...
Me imaginaba caminando por los fierros centenarios del mismo puente a ese hombre sin nombre que gritaba de horror mientras el metro pasaba por el puente de Bir-Hakeim... hoy más de treinta y seis años después el lugar estaba igual... El mismo decorado de la ciudad milenaria y los recuerdos de esa fogosa película volvieron a mi.

París parece no mentir en sus calles, y entre la belleza de sus edificios se esconden historias personales llenas de esfuerzo inmigrante, de diversos idiomas que confluyen, entre los turistas, los que se quedaron y los que han nacido ahí... como el señor del abrigo (Marlon Brando), el americano que descubre a esa joven que buscaba un piso en algún distrito del sector uno... algo extremadamente dificil, entre el desastre del apartamento, solo existe la química del sexo, que se huele como el vapor de la humedad... algo que nos desconoce a nosotros mismos y nos llena de nuestra verdad más animal que tratamos de esconder bajo nuestros ropajes de moralidad.

El piso comienza a convertirse en el lugar secreto en que todas las fantasías sexuales de Marcel se materializan en el cuerpo de la joven del sombrero. Mientras afuera lo que parece real se confunde con las escenas de una película, hay amor, sueños y recuerdos afuera... pero adentro de ese cuarto en que sólo la luz penetra entre las cortinas, se olvida París, los nombres y las historia, todo se convierte en gemidos, monstruos y pasión... algo que parece libre... entre la dominación y la libertad de volver una y otra vez a ese lugar para ser animales... a veces siento que necesitamos de un lugar en que no exista pasado ni futuro, sólo el momento en que las cosas pasen porque el cuerpo las pide... y que al salir las cosas sigan ahí. Como el París de Casablanca, el cuarto de los amantes sin nombre se convierte en la catedral de lo sagrado...

Algo que Chile no pudo ver en su momento porque la historia de Bertolucci fue prohibida para nuestros ojos infantiles... en los noventa aparece en cartelera después de quince años, una mujer con el pubis desnudo no daba tanta impresión como en esos días de los setenta, aunque la mantequilla seguía impactando y la imagen de inocencia de Schneider, la rudeza de Brando parecieran algo del pasado... en mi mente y mi recuerdo seguirá vivo el puente de Bir Hakeim con un metro entre Nation y Etoile, el Sena y el pasillo en que Brando gritaba para dar inicio a una de las historias más ardientes que el buen cine nos ha regalado.

Saludos a todos

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- La película en Wikipedia
4.- París y El Último Tango...
5.- Trailer

6.- La inolvidable música de Gato Barbieri



Ultimo - Gato
7.- El cartel en Impawards
8.- El puente de Bir Hakeim en París

Ver mapa más grande
9.- Las locaciones de la película
10.- Fotogramas

domingo, 18 de mayo de 2008

NOVECENTO

Cuando le conté a una amiga de que Novecento duraba cinco horas, me dijo hay que estar enfermo para verla... y así fue... el fin de semana pasado me tomo una gripe que me dejó en cama por lo que al fin pude ver la película... y fue una experiencia llena de sensaciones y emociones que no las sentí superadas por el tiempo. Pese a lo ambicioso de la historia, sentí que no sobrara nada, con una tranquilidad normal como la de construcción de una majestuosa catedral cada ladrillo fue colocado en escena para comprender que pasaba en un instante del tiempo por más de cincuenta años desde el propio año 1900 italiano cuando como el bufón llora la muerte de Verdi...
En una hacienda de Emilia de la familia Berlinghieri en las ranchas los gritos de parto de una mujer alteran la normalidad de las labores, hasta que esos gritos son cambiados por el llanto de un bebé que ha llegado con el nuevo siglo.... el mismo día sólo unos minutos más tarde el Padrone Alfredo Berlinghieri (Burt Lancaster) , gran señor de la hacienda, es informado del nacimiento de su nieto Alfredo.
Dos niños han nacido el mismo día con sólo diferencias de horas, metros y clases sociales... pero pese a ello ya con la fecha basta para que estén marcados por un destino común. "Mi nieto será abogado... y el mío Ladrón" todos los sueños se plasman al nacer, cuando pareciera que quedan tantos años por pasar, el horizonte hace creer el fin se ve a lo lejos pero la historia de los países se encarga de enfrentar continuamente a cada persona desde el lugar de la trinchera en que se encuentra.
Así los niños Alfredo y Olmo viven su infancia entre la inocencia y el despertar cuando el siglo XX, comenzó a levantar a las servidumbres campesinas de Italia, Olmo es un niño hijo de peones y Alfredo algún día será el Padronne de la hacienda, tarde o temprano les tocará ser enemigos. Como si la vida fuese una lucha de clases, las desconfianzas mutuas van esculpiendo el rol que les toca vivir. Mientras eso no pasa la amistad continúa fiel.

No es fácil ver cinco horas de una película completa, pero en Novecento creo que no puede ser de otro modo, porque pese al metraje, sentí que no sobraba nada, todo tenía que ser como era y en cada fotografía y en cada sonido me sentía mirando algo majestuoso, la maduración de la conciencia y el miedo de los patrones, la formación de la odiosidad fascista y el estigma de ser llamado comunista, el mundo que se abre con las letras y la impunidad del silencio... todo está ahí sin lirismos ni sentidos figurados, todo aparece tan real que impresiona el asesinato de un niño, la muerte de un gato y los desnudos totales, no pareciera que en la misma pantalla italiana sea De Niro, Sutherland o Depardieu.

Hay que hacerse un tiempo en la vida para ver Novecento porque nuestra generación aún tiene impregnado en su esencia el olor a pólvora del siglo XX, no son cinco horas muertas son un despertar de otros tiempos nuestros que dormían en las voces de nuestros abuelos y en el miedo de nuestros padres; ese siglo XX que no entendimos en nuestra infancia y en el que hoy las ideas parecen obsoletas en medio de la bulla mediática de la información, como si antes se hubiese estado equivocado y las banderas llenas de sueños hoy parezcan un imposible.

saludos a todos


Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Novecento en Wikipedia
4.- Escenas del inicio de la película

5.- Imágenes


6.- Banda sonora de Ennio Morricone (pronto)
7.- Una gran reseña de MABUSE

martes, 23 de enero de 2007

EL ULTIMO EMPERADOR

Yo encuentro que los que viven en su propia vida distintas vidas son privilegiados, lo digo un poco por envidia y un poco por anhelos, no es que quiera cambiar lo que me ha tocado vivir, sólo que son interesantes las historias de personas que les ha tocado hacer y vivir otras realidades. Es lo más cercano que tenemos a lo que dicen ser la reencarnación, en la serie LOST algunos personajes tuvieron la oportunidad de hacer una nueva vida, algo parecido pasa en la película Bleu de la trilogía de Kieslowski (que alguna vez hablaré) ahora un accidente hace a Julie (Juliette Binoche) comenzar otra vida, o lo mismo en Todo sobre mi madre de Almodóvar.

Yo creo que el caso más abismante que le ha tocado a un ser humano, es el de Aisin-Gioro Pu Yi, que pasó de emperador de China y que terminó sus días como jardinero comunista. Bernardo Bertolucci lo retrató en la película El último emperador, develando a occidente la sorprendente historia del último heredero de los Manchúes. Doy una breve biografía de este emperador.
En el año 1908 a los tres años asume como emperador de China de la dinastía Manchú que gobernaba el imperio desde 1644. Obviamente no podía gobernar con esa edad, lo hacía su padre como regente. En el año 1911 comienza la Revolución que dejó al emperador gobernando dentro de los límites de la ciudad prohibida, es decir sólo su palacio de gobierno, cuando cumplió 16 años los asesores decidieron que debía casarse y este lo hizo con Wang Jung con la cual nunca tuvieron hijos. En el año 1924 es destronado completamente se refugia en la embajada japonesa quienes lo protegieron, en 1932 se crea el estado de Manchukuo donde se transforma en el emperador Tang Te, en realidad este era un estado títere de Japón, que duró lo que duró la II Guerra Mundial, cuando los rusos invadieron Manchukuo, de ahí fue prisionero de la Unión Soviética, para luego ser trasladado como prisionero a China, lugar en el que estuvo preso hasta 1959, desde esos días se hizo comunista comenzó a trabajar como jardinero en ele Instituto de Botánica de la Academia de ciencias de Beijing, donde falleció en 1967.

Al final en la vida de este emperador, pese a encontrarse con la mano de hierro de Mao en sus últimos días fue una persona que poco a poco se fue liberando, la película lo va mostrando poco a poco como desde los muros de la Ciudad Prohibida y la imposibilidad total de gobernar en todas sus vidas, en su caso la humildad se transformó en libertad.
Bertolucci muestra toda la grandeza del imperio y toda la evolución de la vida... aunque el final le coloca su cuota occidental, que juzga lo que no debería juzgar... Muestra como China pedía a gritos un cambio estructural... y a Pu Yi, hizo lo que tuvo que hacer para la historia china, supo ser emperador y súbdito al mismo tiempo y se transformó en uno de los antiheroes más interesantes del siglo XX.

Gracias por sus visitas.

Bonus Tracks
1.- Ficha de IMDB
2.- Comentario
3.- Biografía de Pu Yi
4.- Soundtrack

5.- Escenas de la película