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sábado, 9 de julio de 2011

EL DIA QUE MURIO EL SILENCIO

Este es un nuevo día,
Para empezar de nuevo,
Para buscar al ángel,
Que me crece los sueños.

Para cantar,

Para reir,

Para volver
A ser feliz
*

No puedo entender que fue lo que pasó, hace no pocos días escribía de la rabia que me produce saber que John Cassavetes nos dejara cuando aún tenía teanto que entregar... y hoy al ver en los diarios de América Latina como fue asesinado Facundo Cabral, no encuentro razones para que el destino sea tan cruel con alguien que nos regalo tanta vida y tanta reflexión en su vida y su arte... es un mal chiste y una ironía inmensa que un manantial de vida tuviera que ser acribillado por metrallas equivocadas en una calle de Guatemala, camino al aeropuerto. Son cosas que en nuestra América se escapan de la realidad, no me pregunto ¿qué es lo que ha pasado? porque son esas cosas raras que nuestro Macondo nos tiene acostumbrado... o mejor dicho mal acostumbrados... por algo siempre todo parece ser parte de nuestra patria grande.

Como en el caso de Villaserena, un pueblo perdido dentro de Bolivia que de tanta ruralidad ha quedado en ese olvido que el tiempo congela, esos lugares en que para llegar hay que tomar el bus que pasa un par de veces en la semana y en que el camino es un trazo que se lee más por la memoria que el chofer ha recorrido que por su propia huella. En esa tranquilidad la memoria trae al recuerdo momentos en que el pueblo ha tenido algún sobresalto, como una vez que llego una compañía de teatro "Los hijos de Chespir" que hicieron algunas representaciones y en su camino se llevaron a una de las mujeres más hermosas de la ciudad... o tiempo después cuando el bus trajo a un hombre de la ciudad lleno de cajas y cosas con las que parecía algo tramar.

Así es como llega a Villaserena el señor Abelardo Ríos Claros (Darío Grandinetti) el "afamado y altruista" periodista a insertar al poblado en el progreso, porque con su presencia llega la radiodifusión al pueblo y con ello también la música del momento y las noticias... el problema es que el pueblo no tiene luz eléctrica, así que las receptoras de radio no funcionan... pero si no hay luz, entonces Abelardo decide colocar sus parlantes en lo alto para que todo el pueblo escuche su mensaje. Primero debe convencer al gobernador para instalar el generador de electricidad cerca en la casa de él y al cura de la iglesia para colocar en el campanario los altavoces que permitan oir hasta en los alrededores la nueva "Radio Nobleza".

Ese es el día en que muere el silencio en el pueblo, ya que el radialista en sus primeras transmisiones ya avisa que desde su micrófono se pueden mandar avisos, saludos y dedicar canciones, por supuesto todo por una módica suma de dinero... el pueblo comienza a recibir las bondades y maldades que el progreso lleva. Mientras en una casa una hermosa joven llamada Celeste (María Laura García) se encontraba encadenada su mundo comienza nuevamente a tener vida al ritmo de los boleros que su supuesto amor le entregaba... la vida está llena de cosas que no comprendemos o que interpretamos mal, mientras que al viejo Oscar (Gustavo Angarita) un viejo escritor que buscaba en el sonido de la lluvia que el mismo había inventado fuera de su casa con un sistema de irrigación para matar el silencio, ahora tenía en sus manos una historia que contar y que escribir. En fin... un pueblo pequeño parece un lugar en que las palabras sobran, pero en que la infidelidad y las granjerías están escondidas entre los árboles y los muros de adobe ahora pueden ser traspasadas como balas asesinas por las conciencias del pueblo que no quiere ver, ni tampoco escuchar... y eso puede traer serias consecuencias para todos.

En este nuevo día ya no contamos con las palabras de buena voluntad que Facundo Cabral nos regalo, es el día en que ha muerto por un momento la reflexión, ahora Facundo cantará lo de siempre y solo nos queda agradecer sus palabras, sus conciertos en que hablaba diez o quince minutos entre canción y canción, ahora volverá a estar con su esposa y con su amiga la Madre Teresa de Calcuta... Facundo Cabral fue ese altavoz en la cima del campanario que nos llenó de las mejores vibras que el mensaje esperanzador tanto necesita en América Latina... simplemente gracias por tu mensaje.

Saludos a todos.

Bonus tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- El día que murió el silencio en Wikipedia
4.-Trailer

5.- Esta película se puede ver completa por Youtube.
* Este es un nuevo día de Facundo Cabral