jueves, 9 de septiembre de 2010

BROADWAY DANNY ROSE

Más veces de las que creo la vida es injusta, o será que a veces esperamos demasiado de las personas que nos rodean, sin que a lo mejor queramos un reconocimiento por lo que hemos hecho, queda una sensación de sinsabor. En primer lugar con nuestros padres que hacen (o tratan de hacer) que nuestra vida sea mejor, nos aman más que a ellos mismos (algunos), pero llega un momento en que debemos partir y agradecidos (también algunos), empezamos a hacer lo mismo por quienes amamos...
Casos de entrega sin reconocimiento son varios, he visto personas enfermas (con tumores) que sus parejas han dejado todo por cuidarlos, mantenerlos y apoyarlos... y al momento de mejorarse, ellos se han ido con otras... pero el problema radica más que todo en esperar algo a cambio, lo mejor es no esperar nada de nadie... sin ser pesismista ni desear esas palmaditas en la espalda, el trabajo y el amor posee gratificaciones que van por otro lado.

Es lo que le ocurrió Danny Rose (Woody Allen) que se dedicaba a la comedia en Nueva York, al menos eso cuentan unos humoristas mientras cenan en una conversación, entre chistes viejos, recuerdos de los buenos años del humor y se dan recetas entre ellos... en medio de la conversación sale una y otra vez el nombre de Danny, como el manager diferente... es que en medio de estafadores y cazadores de recompensas, los que representan a actores, boxeadores o futbolistas se caracterizan por las maneras poco claras de obtener su porcentaje por el talento ajeno... Danny no era igual.

Se encargaba de representar a personas de números de variedades, como ventrílocuos, xilofonistas ciegos entre otros. Pero el que más le importó fue Lou Canova (Nick Apollo Forte) un alcohólico que no se tenía mucha fe como cantante, pero con el apoyo incondicional de Danny fue tomando en serio su carrera y su vida, ambos no tenían mucho dinero y entre deudas, pensiones alimenticias y poca fe iban tratando de levantar la carrera del crooner. Entre bares y restaurantes las canciones italo americanas de Lou parecían tener buena aceptación... hasta que un día se enamora... pero Lou ya es casado y es una situación que mucho no le importa, al mejor estilo de Alberto Cortéz, todos los días le envía una rosa a Tina Vitale (Mia Farrow) para demostrarle su amor.

Como todo artista tiene sus excentricidades y Danny al fin logra que Lou tenga un escenario importante, por lo que todo se vuelca a ese importante momento... pero Danny quiere que dentro del público se encuentre Tina... pese a que también estará su esposa. La idea no le gusta mucho a Danny, pero por el bien del espectáculo y del producto que significará que le vaya bien a Lou, sale a buscar a Tina... con el mar de problemas que ello conlleva... una mujer cercana a la mafia no es un augurio de mucho porvenir... pero como el show debe seguir, Danny hará lo imposible por llegar con ella (sana y salva)... la vida no se encarga de hacer que todo sea color de rosa... ese mensaje pesimista, lo he repetido mucho en este tiempo... y Woody Allen pese a lo divertido que pueda ser, se encarga constantemente de recordarnos lo patético que llegamos a hacer cuando nos olvidamos de la esencia de la existencia.
Acá hay una lucha entre el porvenir y lo momentáneo, el estudio que en Broadway tiene Danny Rose no es el más lujoso, pero si es honesto y posee la dignidad que cualquier artista se merece... pese al amor y la entrega que el pone por los que representa, la vida se encarga una y otra vez a enviarle un mensaje de realismo disfazado de sarcasmo.
¡Algo que sirva de consuelo!

saludos a todos

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Broadway Danny Rose en Wikipedia
4.- Trailer

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