Vidas en 35 milímetros: Marcelo Piñeyro

domingo, 14 de octubre de 2007

TANGO FEROZ

Como muchas veces las ruedas de un ferrocarril pasarían sobre un joven, en general eso no es una gran noticia, en esta historia el tren del Ferrocarril San Martín destrozó terminó de matar a José Alberto Iglesias, más conocido como Tanguito.

En la casa de un amigo llamado Héctor, hace más de trece años atrás, nos juntábamos a celebrar todo, año nuevo, cumpleaños, dieciochos... y en una de esas tantas reuniones, en nuestros primeras tertulias entre cervezas, tequilas o lo que hubiese (por su puesto en estado líquido) servía para conversar... ahí conocí el cd de la banda sonora de Tango Feroz... debo reconocer que le coloqué oído solamente porque venía la canción "Hasta siempre" y mi afición por el Che y por Carlos Puebla (en ese tiempo mucho más idealista que ahora). Pero desde ese día incluimos en nuestro repertorio fogatero la canción "El oso", por lo que sin querer el oso que canta Birabent en el disco... nos ha acompañado por muchos años.

Las fotos siempre muestran cosas hermosas, parece que los recuerdos y los ideales van limando los momentos difíciles. Digo eso porque muchos que vivieron la Unidad Popular de Chile, El gobierno de Allende hablan de los hermosos días de libertad, pero se olvidan también de que en esos momentos la escasez de alimentos, y la violencia política tenía a Chile hecho un polvorín. Independiente de que la mano estadounidense actuara en la sombra, el país estaba pasando por difíciles momentos... No me crean facho por lo que cuento… pero los relatos de muchos que vivieron esos años, los recuerdan como una época dura.

Por eso cuando miraba Tango Feroz tenía una extraña corazonada del lado romántico de las revoluciones, en la época en que la grandeza de los roqueros argentinos comenzaba a tomar cuerpo, en medio del despertar de la generación “libre” de nuestros padres y la generación “no libre” de nuestros abuelos, el choque fue tan fuerte que algunos volaron por los aires…

Tanguito fue uno de ellos… un roquero que venía de abajo, que en la historia comienza cantando en “La cueva” hasta que llega la represión y se le queda enfrente de un policía sólo con su guitarra. El represor lo empuja y lo hace caer de espaldas en el escenario… esa es la constante de Tanguito. Una represión que una y otra vez lo empuja de espalda.

Tanguito al final parece ser el Syd Barret de Argentina, ese genio que fue consumido por su creación y su destino… aunque ahora se le baje el perfil, es extraño vivir tanto con veintiséis años… la vida de tanguito es de esas que parece que en su interior son niños, jóvenes, adultos y abuelos muchas veces, ahí se nota que los años son sólo cifras y que el resto son nuestros estados etéreos. Cuando uno cree no haber vivido nada… aparecen las fotos para demostrarte las veces que uno se hace niño y viejo… con las virtudes y defectos que esto trae…

La vida de Tanguito pasó de la inmortalidad de amar, a la insoportable prisión interna de los manicomios, pasó por la escuela carcelaria y comprendió la traición y la fidelidad extrema. La verdad Tango Feroz fue una linda película que cuando vi quedó dentro de mis favoritas, hasta que supe que Tanguito existió (no sabía que era una “biografía”) me sentí un poco estafado, pero con el tiempo la entiendo como las fotos, que muestran los momentos hermosos, y trata de explicar de manera más idealista los duros momentos que la vida entrega.