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sábado, 1 de noviembre de 2014

BREVE ENCUENTRO

I smile when I’m angry. 
I cheat and I lie. 
I do what I have to do 
To get by. 
But I know what is wrong, 
And I know what is right. 
And I’d die for the truth 
In My Secret Life.
Leonard Cohen

Hay algo en el aire que uno siente cuando hay atracción, en Chile decimos que "hay onda", a esa situación extraña en que la mirada, la sonrisa y la "química" se unen para abrir la puerta a algo que pareciera no tener fin en que surge la ilusión y un poco de miedo. No se exactamente si es amor o las ganas de soltarse, de sentirse libre o esa sensación de que la muerte está más próxima de lo que uno cree que nos obliga a vivir más intensamente que lo rutinario, peor aún... a veces sólo nos quedamos en eso... en las miradas fijas, en una sonrisa cómplice y en el "pudo ser". Es que amar es juego de valientes y cobardes... y creo que generalmente la guerra del amor la gana la cobardía... sin embargo, me quedo con esas batallas en que la valentía salió victoriosa, cuando no le importó ni pasado ni futuro, son esos besos en los que uno cierra los ojos, el tiempo se detiene y el mundo se reduce a un par de metros a la redonda, se apaga la luz y el corazón late más fuerte.

miércoles, 9 de mayo de 2007

EL PUENTE SOBRE EL RIO KWAI

Una de las películas de los ochenta que a muchos marcó, al menos a los amigos de mi hermana mayor fue El club de los cinco (The Breakfast Club), donde a los cinco rebeldes de la clase quedaban prisioneros de la escuela, dentro de las escenas que siempre recuerdo es cuando comenzaban a silbar la melodía del Coronel Bogey, del Puente sobre el río Kwai…
Yo en esos tiempos era un niño que se encontraba jugando sus últimos juegos con los soldaditos de plástico, cuando empecé a abandonar ese interés bélico de juego me comencé a interesar en las guerras en especial de sus películas (siempre cuando me gusta algo, me fanatiza), era el tiempo de Pelotón, la cual me gustó mucho y de ahí pasé a Apocalipsis Now, Patton, Tora! tora! tora!, hasta llegar al Puente sobre el río Kwai que vi en televisión.
Muchos años después (es decir hace un par de años) me reencontré con ella… la película fue el puente entre mi presente y esos recuerdos que permanecían en el olvido… las cosas a veces se transforman en nuestros puentes que sortean los ríos de amnesia que el tiempo deja fluir por nuestra mente.

Cuando Marty Mcfly llega al pasado para encontrarse con el Doc, en Volver al futuro primera parte, este no le puede creer que las cosas japonesas son mejores que las norteamericanas, el tiempo dijo lo contrario de dicha calidad… con el prisma del doc de Volver al futuro, hay que mirar El puente sobre el río Kwai.
La historia de los soldados ingleses que en plena Segunda guerra mundial son tomados prisioneros en Birmania por los japoneses, muestra lo difícil que es sortear el orgullo inglés contra el honor japonés.
Pero como la historia la escriben los vencedores, se ve que una vez solucionados los inconvenientes los prisioneros ingleses se deciden a construir el puente, es que nada es mejor que la calidad occidental, al menos eso demuestra la película, en comparación con la “inexperiencia” japonesa. Así poco a poco el puente va tomando forma y se transforma en uno de los puentes mejor diseñados en la zona (obvio si fue hecho por los ingleses)…
Pero al igual como ha sido en el resto del mundo, las potencias construyen y destruyen la sociedad, acá pasa lo mismo, la descoordinación de las potencias puede terminar por destruir lo conquistado. El puente se transforma en una obsesión desde tres puntos de vista: por una parte el Coronel japonés Saito tiene que terminar el puente si o si, El coronel británico Nicholson tenía que tener con moral a sus hombres y por otro lado es el objetivo de las dinamitas que porta por la selva el comandante estadounidense Shears.

Así como lo que pasó con el puente en Birmania, en América Latina fuimos beneficiarios y víctimas del desarrollo Inglés-estadounidense, desde el apoyo en las salitreras de Chile, en el estaño boliviano, en el caucho brasileño, en la carne de Argentina, en el azúcar cubano, en el café colombiano, entre otras cosas… poco a poco apareció la luz eléctrica y los trenes, y el dinero… pero también apareció la pobreza, la segregación y en algunos casos la destrucción de algunos recursos… Así es la arrogancia educadora del desarrollo algunas veces termina dinamitada por el desentendimiento y el menosprecio.

La historia del puente sobre el río Kwai es cierta y a mi juicio más interesante que la de la novela y película, en la realidad el coronel japonés Saito era un militar culto, inteligente y humano que trató a los prisioneros con respeto y compasión. El teniente coronel ingeniero del ejército británico Philip Tossey fue prisionero de guerra de él, y a diferencia del personaje hecho por Alec Guinnes este se dedicó a sabotear la construcción añadiendo barro al cemento hasta agregar termitas en las maderas que él y sus hombres encontraban en la selva.

El puente fue construido y costó 200 vidas de prisioneros ingleses, holandeses y australianos, muertos principalmente por lo agreste del clima. Su destrucción fue hecha por bombas teleguiadas por la fuerza aérea estadounidense en 1945.
Cuando la Guerra terminó y Japón fue derrotado, el Coronel Saito fue enjuiciado por crímenes de guerra, pero acudió al juicio el coronel británico Tossey como testigo a favor del japonés salvándolo de la horca con sus declaraciones.
Tossey murió en 1975 y Saito viajó a Gran Bretaña a visitar su tumba, el puente fue reconstruido y aún existe ahora en metal. Pero la imagen del Coronel Saito para algunos que sólo se han quedado con la imagen despótica del cine, merece ser revindicada.

Muchos saludos a todos.




Bonus Tracks
1.- Página en IMDB.
2.- Comentarios de la película.
3.- Trailer.

4.- Sobre la película
5.- La famosa marcha del coronel Bogey

5.- Imágen del puente actual por wikipedia

sábado, 7 de abril de 2007

LA MAS GRANDE HISTORIA JAMAS CONTADA

Siempre que escucho a alguna autoridad de gobierno en algún seminario, lo primero que me llama la atención es su capacidad de autocomplacencia, demostrando que lo mejor que nos pudo pasar fue que el gobierno de la concertación haya ganado las elecciones, ahora tenemos menos contaminación, tenemos mejores carretera, etcétera... al final no indica nada, no proclama nada y sólo demuestra que el gobierno está bien.

Si alguien me hubiese dicho que la más grande historia jamás contada es la historia de Jesús, me hubiese muerto de la risa... no se quien habrá sido el creativo que quiso colocarle este nombre tan ambicioso a la versión del año 1965, de Jesús... ahora a cargo de Max Von Sydow, la propaganda de la Fox dice "Una magnífica película,
adaptada con respeto, apreciación artística y admirable elegancia"...
La más grande historia jamás contada es el otro clásico de semana santa, ahora exhibido por el canal Red TV, con un doblaje que omitió cambiar los nombres de los personajes, sólo falto que escucháramos Yisus en vez de Jesús. Con sus apóstoles rubiecitos como sacados de Colonia Dignidad...
En fin la versión de la vida de Jesús para republicanos estadounidenses, acá los malvados romanos se encuentran preocupadísimos de ese Nazareno y los judíos estuvieron ahí sólo porque les tocó.
Al final este Jesús de pelo corto, peinadísimo dando breves sermones, parece ser la base de Jesucristo Superstar, hay diálogos casi calcados que no pertenecen a los evangelios que aparecen en ambas películas.
Esta versión de Jesús dura unas breves dos horas cuarenta y siete minutos, brevísima al lado de la versión de Zefirelli que vendría.
Esta versión trae de su cosecha también, como todas las que hemos visto, acá existe el diablo que conversa con Jesús, para tentarlo en el desierto, tal vez el único momento jamás contado en otra película.

Qué siento con éstas películas... una autocomplacencia y un sobajeo a la figura de Cristo, que va desde el nombre pomposo y a la vez falso, pasando con guante blanco la injerencia de las altas autoridades judías de la época, y sin suicidio de Judas. La autocomplaciencia intenta cambiar la realidad al mejor modo que conviene. Así como las presentaciones del gobierno nos quieren hacer creer que somos bakanes, la visión poco comprometida de esta historia, con uno de los personajes que genera mejor consenso en el mundo occidental, la transforma en una película para ver en la mañana del viernes santo, antes de levantarse. Mención aparte es el tremendo desfile de actores que aparecen en la pantalla desde Kojack hasta John Waine y todos los famosos de la época.

Saludos a todos

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentario de la película
3.- Trailer

4.- Sobre el director.