sábado, 21 de julio de 2012
LA VENDEDORA DE ROSAS
y la sinceridad
es un huérfano solitario
que no puede ya cantar.
El que esconde la sonrisa
bajo un árbol sin flor
corre el riesgo de estar pálido
sin las caricias del sol
sin las caricias del sol.
Leon Gieco
El frío de Santiago en invierno mató a más de quince personas, la calle en la noche se convierte en un ingrato lugar, pero hay momentos en que el hielo y el hambre son problemas menores al lado de la dura convivencia cotidiana. Entre la droga, la violencia o la botella las puertas se abren para quedarse en el techo de la noche y la intemperie a lo que parece ser una libertad. El tiempo después va mimetizando el color de a ciudad con los ropajes de los que duermen en la calle, el olor les ayuda a percibirlos a lo lejos, pero en el ambiente hostil cada día se vuelve una nueva batalla contra la muerte. En ese escenario lo más importante es lograr como sea una moneda, cada una de esas redondelas de metal es casi una medalla a la sobrevivencia, ya sea pedir, robar o hacer un pequeño trabajo que se recompense con ella es una nueva victoria, aquí y donde sea la calle es el escenario más duro.
Así es el ambiente de Medellín, en plena época en que Pablo Escobar dominaba la ciudad, cuando desde los aires los fuegos artificiales podían celebrar desde los triunfos deportivos hasta que un nuevo cargamento de cocaína entraba a los Estados Unidos, en ese ambiente de celebración, el ruido de la celebración parece esconder los gritos de una madre maltratando a su hija, que arranca por una ventana, así sale Andrea (Mileider Gil) arrancando de su madre, para llegar al centro de la ciudad colombiana. Son los días previos a la navidad y Andrea ya se ha decidido y se va de la casa, no importa ni los regalos ni su familia pese a su corta edad ya se siente madura para alejarse.
En el centro se encuentran las vendedoras de rosas, tres niñas que se dedican a conseguir algo de dinero mientras la ciudad le va entregando los nuevos juegos que parecen ser para más adultos, Judy (Marta Correa) que ya sale con sus novios, aunque aún cuida su virginidad, la Cachetona (Diana Murillo) que además de vender se dedica a robar y Mónica (Lady Tabares) que pasa su vida entre las alucinaciones del pegamento que aspira, el vender rosas y el amor. Andrea después de una llamada a su casa se convence a que se irá de la casa. Pero las realidad son más terribles afuera que dentro de la casa.
Mónica es el caso más duro, con trece años ya está completamente sola por la vida, su abuela murió y ahora solo vuelve a verla cuando se droga, el problema es que cuando vuelve a la realidad no hay nada por los lados, un poco de amor cruel y miedo, sobre todo después de meterse en problemas con el Zarco (Giovanni Quiroz). Ahora si que a la calle le salen filosos dientes que la pueden devorar por la destrucción. Mientras un viejo quiere violarse a Andrea, como si fueran muertos vivientes los niños están en caminando cada vez más cerca de la muerte.
Lo terrible de "La Vendedora de Rosas" es que sus actores, en realidad no actuaban, no porque lo hicieran mal sino porque actuar es fingir un personaje y las personas que aparecen en la película son personas de las calles de Medellín, como un hiperrelaismo tan terrible que gran parte de los actores que trabajaron en la película están muertos, como Giovanni Quiroz que fue asesinado un par de años después de la filmación en el mismo barrio, Lady Tabares está condenada por robo y asesinato en una carcel colombiana. Mientras la Cachetona siguió vendiendo rosas por un buen tiempo. Así La vendedora de rosas se convirtió casi en un documental más que una historia de ficción que sigue siendo recordad en Colombia por lo cruda que es la realidad de la calle.
Saludos a todos
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- La vendedora de rosas en Wikipedia
4.- Trailer
5.- Película completa
domingo, 10 de julio de 2011
RETRATOS DE UN MAR DE MENTIRAS
¿qué nos dice el agua con su canción?
¿qué se lleva el aire del ventarrón?
¿A dónde van las voces que oigo en mis sueños?
¿quién oculta a aquel?
¿qué las silenció?
¿qué mordaza negra las apagó?
¿A dónde van los sueños que se olvidarón tras la partida?
¿a dónde van las pisadas perseguidas por el dolor?
¿a dónde van las almas que han arrastrado con tanta vida?
¿a dónde van las lágrimas derramadas por el rencor?
¿A dónde van las sonrisas de los niños?
¿a dónde va por el cielo el nubarrón?
¿a dónde van las madres con su fervor?
¿A dónde van las semillas que no has sembrado?
¿los frutos que el sol no maduro?
¿a dónde va la cosecha que se perdió?*
El rectángulo de luz se llena de colores, música y sensaciones que son únicas... en eso cada lugar de América es único y al mismo tiempo común, el mismo desengaño nos lleva por caminos que parecen confundirse en medio de la codicia y la pobreza. En ese contexto es que nos movemos por la irracionalidad cotidiana que hace creer que lo real es parte de lo correcto... y con el tiempo nos vamos dando cuenta que las cosas no deberían ser como son. Aún recuerdo a compañeros colombianos que a principios del 2000 hablaban de lo cotidiano que eran los secuestros... a muchos eso era algo que le había pasado a algún familiar o conocido... con esos antecedentes no daban ganas de acercarse a Colombia... ahora las cosas parecen ser más calmadas... parecen... al menos esa es la visión que se demostró en los gobiernos anteriores... pero también es cierto que los problemas que Colombia tenía se han ido trasladando a otras regiones del continente... sin embargo la violencia continúa... y en el caso de Marina (Paola Baldión) el vivir con el tío es algo desagradable para su estado lacónico.
Mal lo ha pasado ella, no se sabe bien pero quedo en un estado sicológico que no le ha permitido estar contenta jamás... y en un día de lluvia un alud se llevó parte de la casa y con ello al tío que murió en medio del barro... que da una nueva muerte para la vida de Marina. Ahora sola, sólo le queda respirar y morir, así de terrible es lo que dice ella. Mientras Jairo (Julián Román) trata de ayudarla a vivir, en ese mundo interior destruido le faltan eslabones que expliquen el silencio y el miedo... así es como parten Jairo y Marina hacia el lugar en que ella perdió todo. Su familia, su madre y sus hermanos por culpa de la guerrilla y los paramilitares. Poco a poco van saliendo a flote las imágenes que el shock le tenían bloqueada... así en el camino con un Renault 4 los caminos de Colombia bailan en medio de las escenas.
Jairo como fotógrafo va aprovechando el viaje para hacer retratos con una Polaroid a las distintas personas que los pueblos van presentando, niños, paramilitares y soldados... como Virgilio hay algo de dulce y horrible en cada milla que el viejo auto avanzando... los paisajes colombianos van mostrando su majestuosidad y en esta historia el olor a tierra mojada se llega a salir de la pantalla... junto con ello una serie de interrogantes que el camino va dejando ¿se puede seguir con tanta muerte?, ¿dónde llevan los caminos?, ¿Cuando parará la violencia?... son preguntas que Colombia se hace y debe concluir con reconciliación, no poniendo una bota encima con represión, pronto llegará el verdadero tiempo de la paz... ahí el retrato en un mar de mentiras será un testimonio de que lo que fue real algún día será parte de esa temporada en el infierno que Colombia visitó.
Gritos que en mi mente
ya no quieren resonar,
y mis ojos ya no quieren ver
la imagen callada de muerte
y de soledad;
la mirada perdidad del ayer.
¿A dónde van los sueños...?*
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Retratos de un mar de mentiras en Wikpedia
4.- Página de la película
5.- Trailer
* ¿A dónde van? María Mulata
domingo, 4 de julio de 2010
RODRIGO D. NO FUTURO
Los nombres de los carteles colombianos, de Pablo Escobar y de la violencia de la ciudad son elementos instantáneos en la imagen preconcebida que uno tiene de la ciudad. Las autoridades se han encargado de mantener la paz en un estado policial... esa paz que se basa en que mis armas son más letales que las tuyas... así es como se ve a la policía con ametralladoras en las calles (algo muy parecido a lo que se ve en San Pablo en Brasil) manteniendo la paz.
No es fácil apoyar algunas artes que pueden crear "mala" imagen de un lugar... en Chile hay gente que detesta la marginalidad, prefieren esconderla... pero siempre termino escribiendo de lo mismo cuando sale alguna película de éste tipo... así que no volveré a lo mismo... por ahora.
Acá es el Medellín de 1988, en los cerros de autoconstrucción en que las calles son las escaleras de los barrios San Blas o de Los Balsos donde la vida cotidiana se hace desde la puerta de afuera. Rodrigo (Ramiro Meneses) está triste, no es el mismo de antes... está más introvertido, es que su madre ya no está y se siente huérfano. A lo lejos se ven las torres en una panorámica de ese Medellín que crecía en la década de los ochenta, la droga ya comenzaba a esparcirse por las jóvenes vidas de sus cerros. Pero acá lo dificil es bajar... llegar a la ciudad sin el estigma social de ser de arriba. Un modo de hablar tan extraño que ni en la película se entiende bien... (la vi subtitulada para entender) es un mundo alejado del Macondo... pero lleno de la peor fantasía posible.
Muy distinto a Rodrigo es Adolfo casi un lider de algo que podría llamarse banda, que se dedicaba a robar motos y autos. Entre peleas de bandas rivales, la vida es tan agitada que se asume que durará menos de lo normal. Todos los de la banda saben que no les queda mucho por vivir y que entre una bala o un puñal estará escrito el fin de cada uno, en parte que les tocó nacer en esa parte de Colombia y también porque lo quisieron... porque así como Rodrigo vaga por las calles, su hermano estudia y desea salir... Pero la diferencia entre los que están afuera y adentro del colegio difiere en que los que están dentro de las rejas del colegio tienen sueños... deseos de salir. En cambio los de afuera ya perdieron todo.
Pero Rodrigo tiene talento para la batería, hace unos días se hizo unas baquetas en una carpintería y ahora con ellas anda golpeando diferentes superficies. También desea aprender a leer música y armar su grupo de punk en el que él tocará la batería... claro que entre los golpeteos a las ilusiones y el deseo de dormir con vida acá las cosas son una tragedia urbana por donde se vea. La ciudad se va envejeciendo por que los jóvenes esán muriendo. Tanto así que la historia que Gaviria hizo con los verdaeros habitantes desde el fin de la filmaciones y el montaje final tuvo mucos actores que no alcanzaron a verse reflejados. Las peleas de pandilla los destruyeron antes de los veinte años.
Ahora en que parece que las cosas cambian, las calles y la ropa se ven más elegante y ostentosa... la vida y muerte de Rodrigo es una raya en el agua para una sociedad que iba en camino a la miseria. No en términos monetarios. ¿En qué momento se permitió que los jovenes sean asesinados por sus pares?. En que momentos comenzamos a dejar que en algunos sectores no existía el odio y los sueños comunes. Ahora Colombia está distinta "El único riesgo es que te quieras quedar" dicen las propagandas, mientras en sus calles la policía está armada hasta los dientes. Mientras generaciones completas de jóvenes de los ochenta como los mismos de la historia de Rodrigo que fueron tomados de la propia calle, que no actuaban una ficción, todo lo que hicieron fue mostrar lo cotidiano de sus vidas y de sus "liberadoras" muertes... en un lugar donde realmente el futuro no existió.
Saludos a todos
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en filmaffinity
3.- Rodrigo D. No futuro en Wikipedia
4.- Un interesante texto de Víctor Gaviria acerca de la película
5.- Trailer
lunes, 29 de septiembre de 2008
PERRO COME PERRO
Es lo mismo que esa gente que odia al cine marginal, porque dicen que daña la imagen de los países... ¿pensarán lo mismo los belgas cuando los hermanos Dardenne cuando hacen sus películas de la pobreza?. Para mi es una estrechez de mente... y si no fuera por los conflictos el cine sería algo que no tendría gracia... especialmente nuestro cine latinoamericano... no me interesa mucho ver una historia de amor convencional que llegue de África... me interesa conocer la realidad de un lugar, lo que la hace distinta a cualquier otro lugar del mundo... y en el caso de nuestra América igual. Hay bondades y defectos que son únicos... y en este caso Cali es un escenario único y la verdadera estrella del film.
Se ha mencionado mucho en estos días el tema de la codicia y la avaricia, como uno de los elementos que salen a flote... mientras la desconfianza y el miedo se apodera del futuro del mundo.
Vivir con miedo es lo que nos tiene sumidos en una maraña de subdesarrollo que no nos permite surgir más allá de las limitaciones de quienes si tienen. Siempre he admirado el trato que tienen los caleños con las personas, muy respetuosos con un castellano perfecto (como toda Colombia), he conocido a varios y todos muy amables y muy simpáticos... y no cambiará mi opinión de ellos por una película... como piensan algunos.
No entiendo bien que pasa... un vaso con una foto boca a abajo, una mujer fumando un puro y un milpies ahogado en un vaso, mientras en otro lado un colorín es masacrado por unos matones, buscando el "billetito" hasta que se les pasa la mano... sin saber donde realmente estaba el dinero... así Víctor Peñaranda (Marlon Moreno) aparece en escena con la pasividad de un halcón maltés de Cali, sin sonrisas y una mirada tranquila... que sólo desea que le contesten el teléfono. Una acción tan simple pero tan difícil se vuelve en obsesión, no sólo para él también para un desconocido que llama a un hotel desesperado.
Unas pesadillas no dejan dormir a Eusebio Benitez (Óscar Borda), es que su conciencia se pasea por su cuerpo involuntariamente creando alucinaciones que perturban su concepción del mundo real. Cuando todo sale mal... parece que algo (o mejor dicho) alguien está conspirando para que uno lo pase mal... antes no creía que un ser humano fuera capaz de querer hacer mal a otro con superticiones hasta que alguna vez mis vecinos vieron una noche a una tía mía, en una antigua casa en que vivíamos, echando tierra y semillas mientras decía unas palabras... cuando vimos la casa tenía arena y pepas de pimienta (nunca he sabido que significaba eso). En el caso de Benitez parece que todo comienza a tener efecto.
En un mundo de sicarios, donde matar produce un placer único, sólo queda confiar en uno mismo... todo el resto te puedo matar... es que te están mirando en cualquier momento, no sólo desde las alturas de Cali, también los contactos que se encuentran en cualquier lugar de la ciudad... y como sabemos meterse con perros grandes no es algo muy aconsejable... en todos los ámbitos de la vida. A veces hay que tratar de mantenerse al margen para evitar la injusticia de los que tienen poder... (lo digo por experiencia propia)
Perro Come Perro aún no llega Chile... espero que tenga fecha... porque siento que dará que hablar... me imagino que al Presidente de Colombia no le simpatiza que historias como esta le agraden. Pero (pese a ser una fantasía) la crudeza de las imágenes, el retrato duro, sudado en conjunto con las dos horas y tanto de historia... me hicieron respirar y sentirme inmerso en un mundo en el que da miedo no poder mirar por la espalda.
Saludos a todos
y Recuerden el nombre de "Perro come Perro"
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Página de la película
4.- Trailer
5.- Fotogramas del Facebook de la película.
6.- Perro come perro por Superlitio de la banda sonora.
Boomp3.com
miércoles, 9 de enero de 2008
PERDER ES CUESTION DE METODO
a nadie se le puede dar la absolución
cuando el billete es emperador
ya no hay decencia que valga
no hay honor.
Hace un tiempo que las noticias tomaron otro ritmo... días atrás en una protesta por tierras de un grupo de activistas mapuches, murió Matías Catrileo en un confuso incidente, quienes presenciaron el acto indican que un carabinero le disparó por la espalda, lo que dicho de otro modo es un asesinato... bueno en realidad, cualquier policía o persona que le dispare a otra persona es un asesino, la muerte del joven es un hecho imperdonable, pero días después la justicia militar afirma que podría ser cierto eso de que el carabinero le disparara... y la noticia salió en los diarios, en unas breves líneas más pequeñas, que los avisos de venta de autos. Ese es el mismo país que días anteriores se sorprendía por el carabinero muerto en un asalto y que todos los canales clamaban al cielo pidiendo justicia, que ahora no se preocupa de que quienes supuestamente nos defienden nos disparan, bajo el anonimato del uniforme verde que funciona en forma tan anónima como el gorro pasamontaña, defendiendo los intereses de los grandes empresarios. La prensa se dedica más a mostrar como se roba a los supermercados que como nos roban los supermercados y tiendas.
En la periferia de Bogotá, a orillas de un lago aparece el cuerpo de un hombre empalado, la policía buscaba al asesino y un periodista llamado Víctor (Daniel Giménez Cacho) comienza a investigar el caso, casi por obligación... mientras le escribe discursos al mórbido policía, los hechos van descubriendo poco a poco que la situación más que una venganza era un entuerto entre especuladores urbanos, inmobiliarios y políticos. Desde saber quien es el empalado, porque lo hicieron son esos casos que impactan a la población y por un momento nos hacen a todos creernos detective... como el caso de Madeleine McCann que me ha salido por muchos almuerzos, con distintas versiones.
Perder es cuestión de método tiene toda la desesperanza del cine negro, la "injusticia de la justicia" como en La estrategia del Caracol y esa sensación que te deja el abuso de poder, que algunos poseen para hacer callar y olvidar los crímenes, en Chile por ejemplo, los crímenes de famosos o millonarios tienen el estigma de la prohibición de informar, los periodistas lo saben... y cuando muere alguien lo máximo que se dice es que fue en un "conocido" restaurant, un "conocido" señor, o de una importante marca... mientras que si es un pobre, son capaces de entrar a la casa, hablar con la madre, los vecinos, publicar fotos y basurear a todo el árbol genealógico.
La película nace de la novela del mismo nombre de Santiago Gamboa y en ella confluyen todas las formas de ser perdedor (en cierto sentido todos lo somos) con el deseo intrinseco de triunfar, con la ingenuidad de los que hacen las cosas por los conductos que corresponden, y los que se dedican a tomar atajos... sabiendo que la podredumbre corroe y vence los deseos de justicia verdadera. En medio de lo que parece justo, bueno y libre... al parecer se esconde un submundo que se mueve "mojando" políticos, autoridades, personajillos como parte de la fauna nacional, y parece que es cierto que Perder es simplemente es una cuestión del método de conseguir lo que queremos.
Todos estamos untados,
todos quedamos involucrados
todos andamos armados,
queremos harto billete de contado
(Aterciopelados)
Saludos a todos
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- comentario en La Butaca
4.- Escenas seleccionadas
5.- Untados por Aterciopelados
martes, 2 de octubre de 2007
LA VIRGEN DE LOS SICARIOS
Que raro sonó para mí entonces una historia de Medellín que rememoraba tantos de mis fantasmas del colegio... ahora con otro tono y otro color.
La Virgen de los Sicarios, no es ni más ni menos que la propia María Auxiliadora con su traje celeste y rosa con el niño en brazos, y con una especie de vara en el otro brazo indicando el camino...
El duro camino de los años duros de Medellín, en que la violencia no daba respiro... y peor aún los asesinatos se convertían en una constante que transformaba la espiritualidad de lo cotidiano en un río de sangre que baña el Valle de Aburrá. Domingo Savio el nombre que para mí significó morir antes de pecar, ahora la entendía como el cerro de Medelín donde el pecado y la muerte se encuentran al mismo tiempo, como una de los sectores más peligrosos de la ciudad.
En ese contexto se enmarca el regreso a Medellín del escritor Fernando Vallejo después de treinta años, es una especie de regreso al origen, Medellín es su playa para varar, dejar los días... encontrar un pasado que lo despida, en medio de la decisión conoce a Alexis un joven homosexual como el, con el que tienen una relación que poco a poco pasan a ser novios. Pero el contexto de Medellín no es el de hace treinta años atrás capas de tierra han pasado y el narcotráfico del famoso cartel de Pablo Escobar la hizo famosa por todo el mundo. Ese es el momento en que la coca se transforma en plomo, y la muerte se prende como el pasto seco por los prados.
Una ciudad que a principios del año 2002 poseía una de las tasas más altas de asesinatos (229 por 100 mil) ha ido bajando paulatinamente esa cifra... pero en medio del terror de la muerte, la espiritualidad de la alegría y el optimismo se manifiestan en las posibilidades de no meterse en problemas y despertar un día más (algo que a veces parece tan simple). Así aparece la historia de la ciudad que se mueve entre la fe y la muerte, que presenta cotidianidades que parecen sacadas de otro mundo... señaléticas que prohiben tirar cadáveres, en que los sicarios son casi un hobbie... Lo que en un principio horroriza al escritor, al ritmo de las balas lo va tomando con normalidad, mal que mal "no estamos en Suiza".
La espiritualidad del compromiso con los pobres es una opción que los gobierno supuestamente debe llevar intrínseca en su ser, esta puede ser uno de los trampolines para solucionar, o por último hacer reflexionar a los que aprietan los gatillos y a los que venden las armas, a veces la falta de ética también se encuentra desde quienes nos protegen, por ejemplo a mi padre después de un asalto la recomendación del carabinero fue..."cómprese una pistola", afortunadamente mi padre tiene más coherencia y no le hizo caso (también lo encontró idiota). La Virgen de los sicarios es una película que sólo puede ser en Medellín una de las grandes ciudades colombianas que inmersa como una gema de la Cordillera de Los Andes, emerge clamando por la paz.
Saludos a todos
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Sobre la película por N.A.D.A
4.- Página sobre la película
5.- Algunas escenas
sábado, 28 de julio de 2007
LA ESTRATEGIA DEL CARACOL
A lo largo de la historia no hemos sido capaces de solucionar el problema de vivir bien, de vivir dignamente, la movilidad residencial ha sido un constate juego entre ricos y pobres que se evitan pero se buscan. La necesidad de encontrar espacios para vivir va provocando diversos procesos en el mismo espacio.
El domingo tres de marzo de 1985, a trece minutos de las veinte horas el Cardenal Raúl Silva Henríquez sobrevolaba Santiago, cuando cuenta en un relato espeluznante que desde la ciudad comienza a brotar una nube de polvo que emerge desde la profundidad por toda la extensión de la ciudad. El terremoto que ese día sufrió la ciudad fue destruyendo como las olas castillos de arena la historia y parte del patrimonio urbano santiaguino.
La ciudad destruida comenzó a mostrar realidades ocultas bajo las fachadas de antiguos palacios. El fenómeno conocido también como tugurización urbana se había gestado silenciosamente en el centro histórico de la ciudad. Algo menos notorio que los ocupas de los edificios abandonados.
Conociendo realidades latinoamericanas se descubre que este proceso de tugurizador y de renovación urbana es un conflicto común para los centros históricos. Los centros abandonados por las clases adineradas que emigran hacia una periferia cercana, se convierte en la oportunidad de los “sin casa”.
Sergio Cabrera se impresionó cuando en Bogotá después de la tortuosa burocracia se efectuó el desalojo de una casona en el centro en que al entrar la fuerza pública, descubren que ya se encontraba deshabitada. La historia de la Estrategia del caracol es la de los residentes de la “Casa Uribe” en pleno centro histórico de Bogotá.
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Material para profesores
4.- Que dice La Tetona de Fellini de la Estrategia (página a la que le pedí una imagen)
5.- La película según Wikipedia
6.- La casa desde Google Maps
7.- Más sobre políticas habitacionales
8.- Escenas de la película
.