Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones
del viejo pueblo
a la anchurosa plaza.
En el amplio rectángulo desierto,
bancos de piedra,
evónimos y acacias simétricos
dibujan sus negras sombras
en la arena blanca.
En el cénit, la luna,
y en la torre,
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo
paseando solo,
como un fantasma.
(Antonio Machado)
Ya esta haciendo más calor en Santiago, para bien de los ojos libidinosos de quienes habitamos acá... septiembre comienza a regalarnos más piel y más luz... hasta llegar a febrero donde la luz del día llega a las nueve y las tardes dan para seguir la conversación en otros lugares. Antes amaba el otoño y sus hojas tristes en el suelo, pero la edad, el frío y la gripe me han hecho cambiarlo por el verde intenso de la primavera santiaguina…
El sonido de Mendelssohn brota junto al de las piedras del arroyo, el canto de los pájaros y la salida del verdadero sol, es el verano que llega en la campiña de Andrew (Woody Allen), sus intentos por volar con inventos sacados casi de los manuscritos de Da Vinci, son el motor que da solución a las cosas sencillas que la vida tiene. En un ambiente así su matrimonio con Adrian (Mary Steenburgen) podría un verdadero sueño para cualquiera. Pero en realidad no pasa nada, la pasión se congeló, pese a que se aman… algo pasa que la vida sexual se ha vuelto nula en ella.
El verano también trae las vacaciones y con ello el tiempo para estar con los amigos, así es como a la casa llega el doctor Maxwell (Tony Roberts) con su acompañante de turno Dulcy (Julie Hagerty), pero también llega su viejo amigo profesor universitario Leopold (José Ferrer) acompañado de su futura esposa Ariel (Mia Farrow).
Para ella el lugar le parece más que familiar, porque alguna vez en otro verano cuando eran jóvenes, estuvo en la misma casa con Andrew, en otras circunstancias y con otros sueños… como si el destino quisiera encargar de dar otra oportunidad o para decir todo lo que no se dijo Andrew y Ariel se reencuentran en un nuevo verano… que parece prometer portarse mal.
No a cualquiera se le ofrece la oportunidad de reencontrarse con la mujer que amaste y que ella te diga que te amaba, y que tú (idiota...) por creerla casi de otra dimensión te abstuviste, ahora te dan la oportunidad en bandeja... antes de que ella se case. Sólo puede pasar en una noche de verano como en los sueños de Shakespeare o las sonrisas de Bergman. Pero los sueños son eso y las noches no son eternas (a veces deberían serlo). Así que entre las lujurias y la fidelidad las cosas no serán distintas al amanecer.
Es imposible hablar de Woody Allen sin hablar del sexo, siendo que acá la moraleja parece ser que "el amor y el sexo son muy diferentes; el sexo relaja tensiones, el amor las crea" se convierte en una historia alejada de lo urbano... pero más cercana a los corazones sensatos y audaces que visitaron la tarde de esa noche ardiente de un verano.
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinty
3.- A Midsummer Night's Sex Comedy en Wikipedia
4.- Escena de la película
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