domingo, 28 de enero de 2007

CONTACTO EN FRANCIA

Poco a poco me he ido reconciliando con Blocksbuster, más que todo por compasión, lamentablemente es un formato que no puede competir con la piratería, no hay comparación entre comprar una película que incluso muchas veces viene con una carátula por mil pesos, a arrendar una caja blanca insípida por casi dos mil pesos.
Mi reconciliación comenzó la semana pasada cuando regresé a buscar una película que prometí que vería con unos amigos, pero como mi versión la tenía prestada, tuve que ir a conseguir una y mantener en pie mi palabra... la arrendé y de yapa me puse a ver que películas viejas nuevas tenían ahí empezamos a reconciliarnos... Más aún cuando acabo de arreglar el grabador de DVD y las películas los días miércoles valen sólo quinientos pesos, mejor aún... aunque pese a todo la visión de decadencia de la multinacional del DVD se transmite por todo el recinto... parece un supermercado Unimark.
Mi reconciliación me hizo arrendar una de esas películas que siempre dan y que nunca veo, Contacto en Francia del mismo director de El Exorcista William Friedkin, con la actuación de Gene Hackman y Roy Scheider, trata de dos policías de Nueva York de narcóticos, que más por olfato que por fineza tratan de llegar a una mafia que realizará un negocio con unos franceses.

Una historia basada en hechos reales, la película tiene todo lo que se le pide a una película de Nueva York de los 70, un color a óxido, los barrios de negros con permanente del Bronx, una ciudad húmeda con esos vapores que nadie entienden de donde salen, autos grandes de calidad que pueden chocar 10 veces y no se desarman (a diferencia de los autos plásticos que hoy manejamos) muchas balas, y un par de bucólicos policías.

Pese a lo simple que suena el párrafo anterior, Contacto en Francia es una gran película, porque Popeye Doyle (Gene Hackman) es un policía perdedor, que su credibilidad ha ido desvaneciendo entre cada fracaso que lleva a cuestas, pero en esta ocasión después de una salida del trabajo se da cuenta que en una mesa de un bar se juntan todos los principales mafiosos de Brooklyn, por lo que se dedica a investigar a uno que no conocía... su instinto lo lleva a descubrir que las cosas no son tan simples... De más está hablar de la más clásica de las escenas de la película donde el policía persigue en auto a un francotirador que viaja en el metro, en una de las escenas más impactantes de la película.

En fin, para una persona como yo que no se siente muy a gusto con la policía después de la estúpida infracción que me sacaron hace dos semanas, encuentro que vale la pena recuperar una película setentera neoyorkina.

saludos

Bonus Tracks
1.- Ficha en IMDB
2.- Comentarios
3.- Banda Sonora

4.-Trailer

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vieja y todo lo que digan, en unas de las grandes películas policiales, De más está decir que es alucinante la persecución.

Muy buen blog, recomendable