Un papel de seda
flota en la humareda.
Lleva la corriente derramado el puente.
Lágrimas.
La tarde se inclina, pólvora y neblina.
La ceniza llueve silenciosamente.
Lágrimas.Ay, cuándo volverán
la flor a la rama
y el olor al pan. Lágrimas, lágrimas, lágrimas. María Elena Walsh
Tengo en mi casa un frasco con arena, no me siento fetichista pero es uno de los objetos de mi casa que más valor tiene, es una arena amarilla de granos medianos que me trajeron desde las playas de Normandía. La persona que me regaló el frasco me cuenta de lo intenso que es sentir como ese oleaje rompe sobre la arena, un canto de sirenas o lamentos que la orilla de la playa aún parece conservar, mientras las perforaciones que dejaron las balas en las trincheras abandonadas aún persisten en algunos sectores como recuerdo de los más de sesenta mil soldados muertos en el combate de junio de 1944.
Mi frasco de vidrio es como esas caracolas marinas que uno al colocarlas en el oido comienza a sentir el rugir del mar, yo la destapo y siento el sonido del miedo de cada compuerta que se abrió camino entre carne y balas en ese sangriento momento.
Es por lo mismo que mi visión de la guerra cambió en el momento en que las compuertas de las embarcaciones de "Rescatando al soldado Ryan" se abrieron, en ese mismo instante la guerra en el cine cambió para siempre, desde esas balas que parecían cruzar la carne como si fuese mantequilla. Entre extremidades repartidas, cuerpos quemados y ráfagas de muerte, el sonido de cada bala es distinton como una sinfonía de malditas percusiones de tambores de muerte. En ese infierno el capitán John Miller (Tom Hanks) descendió con la misión de tomarse una parte de la playa... que pese a todo logró abrir en un flanco con sus compañeros de misión. Así el Dia D en las playas de Normandía comenzaron a dar un vuelco en la guerra de Europa. Aunque la orilla del mar se tiñó de rojo con la muerte de miles de soldados entre ellos dos hermanos de la familia Ryan de Utah.
Una dactilógrafa se da cuenta que son tres los hermanos muertos en combate y será durísimo decirle a la madre que ha perdido a tres de sus cuatro hijos, por lo cual se decide recuperar al único hijo que queda vivo, pero que sigue en combate,. El problema es que el hijo es un paracaidista que cayó detrás de la líneas enemigas, así que no se sabe si está vivo, si es prisionero o si está muerto. Para ello le han dado la misión al capitán Miller de que reuna a seis hombres para la búsqueda del soldado en algún lugar de Francia. Así se reunen Horvath (Tom Sizemore), Mellish (Adam Goldberg),Reiben (Edward Burns), Jackson (Barry Pepper), Wade (Giovanni Ribisi), Carpazo (Vin Diesel) y Upham (Jeremy Davies) todos juntos para encontrar al soldado y darle la triste noticia de sus hermanos.
No se sabe cual es el paradero de Ryan, así que a punta de rumores el grupo va avanzando por una Francia destruida por el avance nazi. ¿ Vale la pena sacrificar tanto por encontrar a una persona?, en general los soldados son buenos para sacar la calculadora a la hora de contar muertos, como si fuera un marcador de un estadio... (así hasta han justificado las bombas atómicas), pero la misión por simple que sea está llena de la poca nobleza que va quedando en los momentos en que brota lo peor de las personas. Cuando entre tantas cabezas destruidas y la alegría de apretar el gatillo antes de que el otro lo haga un poco de dignidad es necesario para mejorar la moral. Entonces encontrar al joven tiene más valor por cada uno de los que cae en combate, por el apoyo del destino en cada pequeña misión que fueron apoyando en el camino hasta llegar al último hijo.
Rescatando al Soldado Ryan es más poderosa que cualquier juego de campaña que haga un soldado, es más poderosa que los disparos a los blancos de madera. Después de ella se entiende que la guerra no tiene banda sonora de las Walkirias de Wagner, ni el sonido de las marchas militares, acá los soldados no alcanza ni a mostrar la foto de su novia antes de morir... acá la guerra es algo que va más allá de los caprichos de los políticos. Es la muerte en su peor y más asquerosa presentación... como para acabar con los ejércitos y las armas...
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