martes, 1 de mayo de 2012

AMBLIN

Me gusta estar a un lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa
me gusta abrir los ojos y estar vivo
tener que vérmelas con la resaca
entonces navegar se hace preciso
en barcos que se estrellen en la nada
vivir atormentado de sentido
creo que ésta, sí, es la parte mas pesada

Fito Paez

Muchos podran criticarlo por ser el ícono del cine comercial, cuando se habla de Hollywood por muchos respingados críticos que admiran la belleza del cine europeo, ven con todo el recelo su nombre y en el desprecio ven a un director de cine que sólo ha sabido convertir en dinero lo que pasa por su haz de luz.
Pese a todo, yo tengo mi admiración completa por el nombre de Steven Spielberg, tal vez no tenga lo que Bergman, Tarkovsky o Godard le imprimen a su cine, pero si tiene una parte de la magia de Melies y sin darse cuenta ha ido plasmando su vida en sus obras y en sus sueños.
La verdad habría mucho menos cinéfilos y amantes de las películas si no hubiera existido en los ochenta E.T. o Indiana Jones, yo no hubiera sabido quien es Truffaut si no es por el profesor Lacombe, porque esa generación que hizo de los años setenta una de las más interesantes del cine de Estados Unidos, hace que sobren los motivos para revisitar las miradas que Spielberg ha creado en los últimos cuarenta años.

 Todo cambió ese verano de 1968, en París y el mundo las voces jóvenes empezaron a construir la destrucción de lo establecido los caminos se convertían en venas que llevaban a buscar las respuestas verdaderas... a buscar la intensidad de los colores que llevaban un joven (Richard Levin) a viajar por las áridas carreteras de Estados Unidos en lo que en Chile llamamos "mochilear", una de las formas más baratas de viajar esperando que por el camino alguien te lleve algún tramo... con un sombrero al sol, sus jeans y colgando el estuche de la guitarra... cada paso por sellado por el sol hacen que se espere a algún buen samaritano que detenga el auto y lo lleve por un rato a otros caminos.
Es dentro de esa espera que aparece en la vereda del frente aparece una bella joven (Pamela McMyler), al ver al joven se siente una afinidad que los hace seguir juntos el viaje... son tiempos de libertad en que por el hecho de ser hippie los caminos se miraban con otro rostro, el camino los ha unido también la marihuana y el sexo... un verano inolvidable para ambos, sin duda... pese al rechazo total del joven a que le abran el estuche de la guitarra, ¿pánico escenico?, ¿algún recuerdo? el tema es que por lo mismo son bajados de la única combi que en el viaje los lleva por otros caminos. Enamorarse a veces es más fácil de lo que se piensa, en especial cuando hay admiración el camino se pavimenta de sueños e ilusiones... no será fácil moverse por el asfalto a la pareja... pero el ritmo agogó los guía por las sequedades del camino... los amores de verano no duran mucho... y el camino hacia el mar trae nuevas sorpresas...

Mayo será un mes dedicado al cine de Steve Spielberg, desde ésta pequeña historia trataremos de ir revisitando una serie de inolvidables historias que han ido marcando parte de lo que he ido construyendo en mis días... cada película me hace recordar los distintas etapas que me han marcado... por lo mismo con cariño y lo más importante sin prejuicios los invito a este nuevo mes de vidas en 35 milímetros.

Saludos a todos.

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Amblin en Wikipedia
4.- Trailer


5.- Película completa

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