jueves, 21 de octubre de 2010

LA CANCION DE LOS GORRIONES

La confianza es algo admirable, pienso en eso cada vez que ando en bicicleta y tengo que ver en que lugar la dejo amarrada con candado. Nunca me han robado algo pero no me interesa probar el comportamiento de los santiaguinos... será la aglomeración o la urbanización que hace que los corazones se vuelvan más individualistas... o será el modo de vida que ahora llevamos... no lo se. El tema es que la confianza es el verdadero cemento que crea las ciudades... las de verdad... no esas moles de cemento llenas de rejas y muros, si no esas en que la honestidad de los bienes y servicios hacen que todos tengamos un bien común.
A veces siento en Santiago esa confianza en cosas simples... pero en otras la avaricia hace que dude de los que no conozco... que dificil es la confianza cuando se mal interpreta, y peor cuando no se cree en la palabra, en Chile se prefiere lo escrito a lo acordado... yo prefiero lo hablado porque la voz es la que llevamos a todos lados, la conservamos en la memoria, es más honesta que una firma o un papel que el agua, el fuego o el tiempo lo hacen desaparecer.

Karim (Reza Najie) cuida las avestruces de una granja en la periferia rural de Teherán... su trabajo tiene el cariño y la dedicación que merecen esos grande y frágiles huevos de la gran ave. En un descuido de todos una de las avestruces se escapa sin encontrar rastros de ella... y como el hilo se corta por la parte más delgada es despedido por la negligencia en el trabajo. Pese a todos los esfuerzos por encontrar el avestruz, no quedó más que quedar a la intemperie de la vida con una familia esforzada.

Pero las cosas cuando van mal, pueden ir peor y el audífono dañado de su hija mayor es la guinda de la torta para seguir con las cosas malas... así que toma su moto con destino a Teherán para ver cuanto cuesta repararlo... le indican que lo mejor es que compre otro que vale carísimo. Sin esperanza y sin trabajo... un patudo llega a sentarse en su moto, pidiendo que lo desplace a otro lugar de la ciudad... ahí se da cuenta que puede ser mototaxi... y vuelve a la casa con dinero y con un marco de una ventana... para comenzar su nuevo sueño.

La vida no es tan mala, la ciudad está llena de oportunidades y la moto ahora es la fuente de trabajo en una desconocida pero hermosa Teherán, sin esos tabúes que nos muestran los noticiarios... Karim va cumpliendo sus necesidades y espectativas... pero también va poniendo a prueba los nobles sentimientos de solidaridad que la vida agraria ofrece... tanto así que es capaz de acaparar "cachureos" y negar favores a sus vecinos... mientras su hijo sueña con su criadero de peces dorados. Karim va envolviendo sus sentimientos y su conciencia en los peligros de la vida urbana y la campesina.

El canto de los gorriones es un sonido que las ciudades pierden, pese a que ellos siguen estando ahí... no todos tienen el privilegio de escucharlos en el inmenso silencio... ¿cuando fue la última vez que escuchaste el viento, el sonido de los árboles o te despertaste con el canto de los pajaros?... son privilegios que Karim conoce e interpreta... porque es parte de un mundo de paz, con otros valores más prístinos que la avaricia... son los verdaderos vecinos, los niños y los sueños de estar bien los que mueven a un cosmos especial que esconde Irán desde el lente de su cine...
Majid Majidi entrega en cada una de sus obras un mundo honesto, en que la maldad son sólo sentimientos, un país con sueños tan simples como un par de zapatillas para una hermana, o buscar a una mujer afgana... la vida pasa por esos coloridos óxidos de un pueblo inmenso, milenario y orgulloso.

Saludos a todos



Bonus Tracks

1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Avaze gonjeshk-ha en Wikipedia
4.- Trailer

2 comentarios:

winner dijo...

I'm appreciate your writing skill.Please keep on working hard.^^

Rogolagos dijo...

Muchas gracias por los saludos