lunes, 11 de octubre de 2010

LAS TORTUGAS TAMBIEN VUELAN

La huelga de hambre de los mapuches de Chile duró más de setenta días y fue eclipsada por el rescate de los mineros. Entre cortinas de humo y desinformaciones normales que la prensa chilena hace cada día se reflejaba a contraluz un conflicto más viejo que el propio Chile... donde los pueblos originarios fueron olvidados y dejados al olvido por las autoridades, mientras los terratenientes del sur estafaron a los pocos dueños con precios irrisorios de compra para sus terrenos... en medio de la discriminación y un patriotismo sensiblero que humilla a los indigenas es como se ha ido formando una bomba de tiempo que cada cierto tiempo comienza a tener peligro de estalle... son palabras peligrosas que se mantienen al límite cuando se dice que el pueblo mapuche se puede comportar como la nación dentro de otros estado invasor como Chile y parte de Argentina... la verdad los chilenos no han entendido la convivencia entre dos pueblos para crecer en un mundo de respeto.
Tal vez por lo mismo es que miro con respeto a los kurdos, otra nación sin estado que se fragmenta entre los límites de acuerdos que se olvidaron con un Tratado en Lausana que repartió el territorio del Kurdistán entre Turquía, Irán, Irak y Siria.

En los días de Saddam Husein los kurdos pasaron sus peores momentos de éxodo y masacre, ya en los días en que la guerra volvía a ser una amenaza (o una excusa) existía una necesidad de saber las noticias... la "verdaderas" si es que alguna vez existían... para ello sólo las antenas parabólicas podían entregar algo de eso... pese a los canales prohibidos, pese a la tradición valórica había que hacer el sacrificio y Satellite (Soran Ebrahim) sabía instalar las antenas... por algo era el niño líder del campo de refugiados. Tenía su propio gobierno en el que trataba de dar justicia y trabajo a otros niños... una de sus ventajas era que tenía todas las partes de su cuerpo pegadas aún a el... cosa que no todos podían disfrutar cuando se vive en medio de campos sembrados de minas antipersonales que los niños ya huerfanos se dedicaban a desactivar de las maneras más riesgosas y artesanales posibles por unos pocos pesos.

Entre tanta desinformación y muerte, un médico iraquí era capaz de llegar al campamento en búsqueda de la verdad o del rumor del niño manco que predice el futuro. Satellite lo conoce perdió a sus padres y su nombre es Hengov (Hiresh Feyssal Rahman) que vivía con su hermana Angri (Avaz Latif) y un bebé (Abdol Rahman Karim), en medio de los terribles días las predicciones de Hengov indican que se acerca el fin... los estadounidenses están próximos a acabar con el regimen de Husein y de la liberación de los kurdos, si es que se le puede llamar así a lo que viven... acá en el refugio practicamente no hay adultos sólo quedan viejos y niños... que ya no juegan y que tienen una mirada dura y sin esperanza... destruida por la historia y la guerra... entre las máscaras de oxígeno, las bombas biológicas y las minas antipersonales, la amargura de las chatarras hacen creer que tanta realidad llega a ser fantástica.

Paso por una plaza de Santiago y veo a los niños jugando y no puedo creer que en otro lugar, los campos se esté peleando por un poco de comida, que los niñas tengan que parir nuevos bebés, que los niños pierdan piernas y brazos por explosiones, y que los padres se encuentren enterrados en tierras que parecen extrañas. Son en momentos como esos en que la incomprensión de las fronteras hacen que perdamos el rumbo de lo que estamos construyendo... que no es lo mismo que nos hacen crear ni creer, así estamos mientras el cine de Ghobadi con sus escenas huerfanas pasa por nuestos días sin que veamos los gritos de niños sin padre en Afganistán, Irak, Sierra Leona, Chechenia, Palestina entre otros... ¿de qué estamos hechos?

Saludos a todos

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Lakposhtha hâm parvaz mikonand en Wikipedia
4.- Trailer

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