No mires cuando un ciego se enamora,
cuando quiere ver la aurora como se pone a llorar,
y sufre la luna cuando brilla y no hay dos enamorados
que la quieran contemplar.
(Armando Manzanero)
Tanta luz nos ha vuelto ciegos, no de esos que andan con bastón... somos peores porque ni siquiera queremos reconocer la poca vista que tenemos y preferimos andar a tropezones por los días, nos caemos y nos levantamos creyendo que nos caimos por culpa de las piedras que se esconden... así con esa miopía intelectual muchos se lamentan de lo mal que están los otros, de lo pobres y desafortunados de vivir en nuestra fantasía, pensando en relación a los vecinos nosotros somos de otra categoría (realmente eso lo he escuchado muchas veces y me preocupa) que podemos estar mejor mientras por dentro la ceguera se expande por las ideas, con necesidades que van más allá de lo que los discapacitados deberían tener.
Las escuelas especiales tienen una parte buena y otra mala, la buena es el cuidado, cariño y dedicación que se le da a sus alumnos. Pero a su vez lo malo es la peligrosa sobreprotección que da el vivir en un mundo en que todos son iguales y distintos a los que están fuera de la escuela... eso parece ser lo que vive Mohammad (Mohsen Ramezani) en su escuela para ciegos de Teheran. Han comenzado las vacaciones y los niños regresan a sus hogares, todos los padres esperan... pero los de Mohammad no llegan...
La madre de Mohammad murió hace un tiempo y su padre (Hossein Mahjoub) quiere volver a rehacer su vida, en esos deseos de renacer no tiene contemplado a su hijo, su pobreza y el cuidado especial que se le debe tener complican su vida... por lo mismo desea dejar al niño para siempre en el internado. Por supuesto esa decisión es rechazada de plano por la escuela y debe llevarse al niño al campo... entre los buses y caballos Mohammad ya comienza a sentir el olor del hogar. El amor de sus hermanitas y su abuela es más intenso que la oscuridad... así a kilómetros comienza a pregonar su llegada a la casa... sus hermanas felices esperan los regalos que el niño trae de la ciudad... la abuela (Salameh Feyzi)
El padre de Mohammad cree que su hijo por ser ciego es discapacitado... en realidad muchas personas creen que porque alguien no ve, no escucha o no camina no es capaz de hacer cosas. El niño lee más rápido que muchos de la escuela. Tener los ojos cerrados le ha permitido oir a cada pájaro por su nombre, ha sentido como le habla el trigo cuando besa su mano, como hablan los árboles, el río y el viento. Lo ha hecho un niño que impregna en cada criatura un nuevo lenguaje... en que cada surco y cada brote es una palabra en Braille que trata de leer... la vida de mohammad ve los colores de otra forma, los siente en sus manos como una explosión de texturas, estructuras y vibraciones que hablan con el sonido que susurra diciendo constantemente que le aman.
El padre posee la cobardía de una generación destruida por los años setenta, cuando la desilusión se encargó de acribillar las esperanzas, cuando las generaciones del mundo descubrieron que no podían cambiar nada, y salió esa generación que ahora nos gobierna llenos de supuestas revoluciones que esconden los miedos más profundos como si fuera lo nuevo, sólo un ropaje de los mismos viejos aires... Mohammed está para cosas grandes, aunque parezca una carga y algunos crean que no ve... sin duda tiene las cosas más claras que quienes lo cuidan, así lo entiende su abuela... a diferencia de su padre que tratará de superar sus miedos alejándolo de su vista, dejando su conciencia en un hilo... por las ilusiones sinsentido y su obstinación.
La vida es cruel para los discapacitados, las lágrimas honestas de Mohammed son más que un lloriqueo sensiblero de esos que la televisión nos acostumbra... con esa musiquita de la Lista de Schindler, acá no se necesitan elementos externos para mostrar que así como en Irán, en Chile y el mundo la vida está más llena de egoistas que no son capaces de ver realidades, que de ciegos que ven con los oidos y tienen el privilegio de escuchar los que la naturaleza les muestra en cada beso que les da.
Saludos a todos...
y abrir los ojos...
y para eso primero apagar los televisores.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Rang-e khoda en Wikipedia
4.- Primeros 10 minutos
1 comentario:
Me encantó!!!!
yo también percibí como a los colores le pone textura, con esa película descubrí que muchas buenas cosas las siento amarillas.
Gracias por escribir sobre esta película!!!
Lorena
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