domingo, 17 de junio de 2012

EL SOLDADITO

No sé si soy feliz porque soy libre, 
o si soy libre porque soy feliz

Ahora Argelia y Francia parecen hermanas, los hijos de argelinos que viven en Francia ya practicamente ni se les considera inmigrantes, en el Mundial de Futbol de Francia, todos celebraban las increibles jugadas de Zidane, pese a ser hijo de argelinos ya están tan inmersos dentro de la nueva Francia que hace olvidar esos momentos de los años sesenta en que el país de la Libertad, la igualdad y la fraternidad fue victimario de los nuevos modernos métodos de tortura y terrorismo.
La liberación de Argelia es algo que aún se trata de borrar con el codo por los políticos e historiadores franceses. Es que Francia había acudido a todas sus colonias en la Segunda Guerra Mundial para que liberaran la Francia de los nazis, pero después la mano no volvió de vuelta cuando la guerra siguió en Indochina. Los franceses de primera y segunda clase se empezaron a notar más que antes la discriminación. La independencia era algo que empezaba a pasar del susurro al grito.


En 1958 cuando la guerra era plena contra Argelia, los jóvenes eran enviados al servicio militar al combate, Bruno Forestier (Michel Subor) no estaba dispuesto a ir al combate, por lo mismo en su desercción prefirió partir a Ginebra para trabajar con la OAS (Organisation de l'Armée Secrète), la verdad no se que es peor en estas circunstancias por que la organización secreta es un organismo de terrorismo de estado al servicio de Francia. Suiza por esos días se había convertido en el silencioso de ambos frentes de guerra, por un lado el FLN argelino y el OAS.  Por lo que el paseo de dirigentes estaba en cada esquina de Ginebra, de un momento a otro lo que era una guerra de liberación se convirtió en un conflicto entre derechas e izquierdas. 

En medio de ese contexto aparece Verónica Dreyer (Anna Karina) que empieza a cambiarle losesquemas a Bruno, ahora le importa menos el servicio secreto, al lado de esos inmensos y bellos ojos de la joven danesa, el es capaz de dejarlo todo. Pero tanto amor le comienza a pasar la cuenta, porque la guerra y el amor son dos cosas incompatibles en un mundo de traiciones. La policía secreta ahora lo toma por traidor a la causa por lo que Bruno debe dar demostraciones de que está por la patria. ¿Cómo Godard puede pasar en una misma historia de las torturas más indignas a una mujer tan bella?, el soldadito aún no es capaz de disparar un tiro sobre algún dirigente, pero da demostraciones de amor intenso a la paz y la mujer. De hecho está historia de traiciones y política, es más que todo una verdera declaración de amor del director a Anna Karina, la muchacha que transformó la historia de ese vergonoso instante de un país, en el rostro de la nouvelle vague, cuando el cine pedía a gritos un nuevo compromiso.
Godard lo hizo.

Saludos a todos.



Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Le petit soldat en Wikipedia
4.-Trailer


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