martes, 16 de agosto de 2011
ROSETTA
Nosotros los sin trabajo
sabemos reconocernos,
nos "ponimos" más atentos,
y miramos con espera
que la mirada se alarga
y hasta sonreímos menos,
que el contento
que llevamos entre
los plieges del alma
se va apagando,
apagando.*
Uno se desconoce en momentos extremos, la desesperación es una mala compàñera que lleva por senderos no transitados que en ocasiones nos muestran lo peor que llevamos en el alma. No es fácil ser normal, entendiendo por normal tener un trabajo, casarse y tener hijos... hoy conversaba con una amiga al respecto, y mirabamos las fotos de nuestros compañeros contando cuantos ya se habían casado y tenían hijos... ¡que ingrato ha sido el tiempo ! con nosotros... pero la verdad esa estabilidad que luchamos es una forma de mirar un mundo que nos exige parámetros de su realidad.
Rosetta (Emile Dequenne) está desesperada, terminó su periodo de evaluación y no le renovaron su contrato, no cumplió con las expectativas del jefe... es tanta su rabia que son los guardias los que tienen que calmarla y expulsarla de la fabrica... que un joven trabaje para muchos puede ser un sintoma de independencia económica, en cambio para Rosetta no, es la dependencia con la poca cordura en que vive... al llegar a su casa debe colocarse un par de botas de agua para cruzar el barro y llegar al remolque... simplemente sobrevivir como sea al destino cruel que le ha tocado vivir dentro de una nación desarrollada.
Mientra su madre (Anne Yernaux) está en casa, agravando el problema de su familia, con un alcoholismo tan cruel, que es capaz de llegar a prostituirse por un poco de trago. En un campamento en que el escrupulo no entra y la humedad se huele dentro la pantalla. Ahí está la Rosetta sin culpa, y con toda la fuerza que ser joven le ha dado... sin líderes ni grupos musicales favoritos, no pudo vivir su juventud plena, no se puede enamorar, simplemente necesita un trabajo para salir adelante. Cuando la vulnerabilidad está al filo no hay tiempo para cosas menos importantes, reirse es una de ella, bailar menos y amar... es algo que sólo pasa en las novelas.
Familia es algo que parece sonar a paz, a amor y vida... que terrible es cuando esa palabra se convierte problema, terror y amargura... para Rosetta y su madre se convierte en odio... ambas rivales no pueden seguir juntas... mientras Rosetta podría encontrar otro trabajo ahora en una pastelería con un nuevo jefe (Olivier Gourmet) la cosa podría mejorar... pero no siempre es fácil y debe ver que la lista de espera corra... mientras ya con un "amigo" Riquet (Fabrizio Rongione) todo comienza a tomar el cauce que ella quiere... esta vez el prejuicio de la sociedad debería perder y ella puede surgir... pero todos sabemos que la vida se encarga una y otra vez de ponernos a prueba, y demostrar lo mejor y lo peor que podemos tener a la hora de buscar algo es un poco de cordura... Rosetta tiene la impetuosidad y las ganas de hacer algo, de ganar dinero, de vivir, de salvar a su madre, de tener un poco de paz... ni aquí ni allá la pobreza deja de ser uno de los sentimientos más desgarradores que podemos vivir... Rosetta nos demuestra sin colores, ni sabores de más lo terrible que es luchar por el desempleo, la paz y la fuerza pese a sus terribles dolores, pese a su madre y pese a las traiciones... y pese a esta sociedad individualista que disfraza el bien común... como si fuera algo personal... ahí Rosetta de los hermanos Dardenne nos regala un momento para amar nuevamente lo que tenemos y lo que vivimos.
Saludos a todos
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Rosetta en Wikipedia
4.- Trailer
* Quelentaro Cesante
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