A Cronenberg lo conocí cinematográficamente con la imagen de Scanners, el mismo poster que acompaña esta palabras, se hablaba mucho de la película de la persona que le explota la cabeza sin censuras, ni simulaciones, Ese era el sello que veríamos constantemente en el director canadiense. Era una época en que lo morboso de ver la muerte era casi un tabú, existían unas películas llamadas "Las Caras de la muerte"en que todos comentabamos como morían toreros, como mataban monos para comerles los sesos o los efectos en el cuerpo de un condenado en la silla eléctrica. Nosotros con doce años, en plena época de la llegada de los betamax hablábamos de esas horrendas escenas que por supuesto, no podíamos ver... pero a escondidas lo hacíamos... o bien decíamos que lo hacíamos y comentabamos lo que otros vieron. Pero la idea de ver como un tipo le explotaba la cabeza en una historia era más de lo que alguien puede soportar, ahora que la televisión pareciera mostrar más aún se censura a la hora de mostrar toda la crudeza de las cosas que realmente pasan. Más de alguno tiene amigos bomberos y saben que la frontera entre la vida y la muerte es milimétrica.
Entre escuchar música e irme escuchando en el metro lo que habla la gente, prefiero lo segundo, no porque sea chismoso, más bien porque me trato de poner en sus situaciones y tratar de armar la historia de sus vidas con los pocos elementos que muestran en esos breves momentos. Pero se también que así como yo lo hago hay otros que también hacen lo mismo... algunos van en grupo y se rien entre ellos de otros. En ese momento (y varios más) me encantaría tener el poder de los scanners y explorar el interior de otras personas y leer la mente. Esos que lo hacen son pocos un poco más de doscientos treinta personas, cada una con los poderes telepáticos que podrían dominar la mente de quien se les ponga cerca. Una señora en un centro comercial fue víctima de uno simplemente por hablar mal de la condición de pordiosero que parecía tener uno de ellos. Así fue descubierto Cameron Vale (Stephen Lack) para se llevado donde el doctor Paul Ruth (Patrick McGoohan) que le cuenta quién es realmente él.
El problema de los scanners es que escuchan tanta voces que viven atormentados lo único que los calma es una inyección de Ephemerol, la medicina que silencia las voces. Así comienza la busqueda entre Vale y Revok cada uno como si fueran el bien y el mal, pero ¿qué es el bien y qué el mal?. El día que lleguemos a poder leer la mente creo que no andaremos muy alejados de este conflicto entre ambos objetivos. David Cronenberg con esta historia ya comienza a ser parte del grupo de los directores de terror de los años ochenta. En Chile desde ese momento ha sido un director del que siempre se espera su nueva historia... por eso es parte de nuestras vidas en treinta y cinco milímetros.
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Scanners en Wikipedia
4.- Trailer
No hay comentarios.:
Publicar un comentario