Sólo de la justicia y simpatía en la mujer
puede haber simpatía y justicia.
Sobre la tierra y por toda la eternidad
el hombre cantará su grandeza.
Cantará su grandeza el hombre,
pero cada canción tendrá nombre de mujer.
Walt Whitman
Son hermosas, esa creo que será mi conclusión cuando muera, así como el enigma de las estrellas y la belleza del mar, el cuerpo de la mujer es un universo del cual uno no se puede contener. Conversando con otros hombres hemos sido muchos los que hemos ido cuadras caminando siguiendo a una mujer bonita, o simplemente alegrarme tres segundos todas las mañanas cuando por el frente mio pasa una niña guapa de unos ojos claros que va su trabajo... muchos de nosotros por las mujeres hemos sido capaces de las cosas más sorprendentes a veces simplemente por estar cerca de ellas. Por eso los cuellos se nos tuercen y la imaginación a veces toma rumbos que no conocerían, pero en medio de esta primavera cuando ellas vuelven nuevamente a florecer son los momentos en que más ama uno la belleza y la alegría de estar vivo y estar con ellas.
Es por lo mismo que al oir a Bertrand Morane
(Charles Denner) referirse a lo mucho que el ama a las mujeres, es que uno se comienza a interpretar en esa sensación inolvidable que ellas nos regalan con una sonrisa. El caso de Bertrand llega a niveles que para algunos podría considerarse excesivo, no es que no esté enamorado, el es un romántico empedernido que ama el amar a las mujeres... es que todas tienen su encanto de distintos tipos, algunas le gustan por que son serias, otras porque son risueñas, otras porque son gordas, otras por que son delgadas así a cada una le va encontrando un lugar en su espacio ficticio. Así es capaz de seguir las hermosas piernas de una niña que se sube a un automovil al cual él no alcanza a llegar, pero anota su dirección desde ahí hace lo imposible para saber quien era la que conducía ese día... simplemente para estar con ella.
Así es el mundo de Morane, lleno de seducción y deseo de cada mujer, entre ellas una de las más peligrosas fue Delphine Grezel
(Nelly Borgeaud) una mujer que se convirtió en su amante, pero a la vez en una de las más obsesivas y bipolares con él, con ella hizo las locuras más desenfrenadas, pero también se convirtió en una asesina, en fin... tantas historias y tantas mujeres tuvieron que hacer de Morane un hombre lleno de experiencias que después de un diagnótico de una enfermedad venérea el médico le cuenta que debería escribir un libro... así es como Bertrand comienza a escribir las memorias... y su vida comienza a reflexionar de lo que es verdaderamente amar, que es el juego del amor y si se puede tener amor verdadero... Truffaut fue un amante del amor, su cine completo podría ser para algunos un poco cursi, pero el amor por las mujeres, la vida, el cine, los libros y los niños lo llevó por senderos que solo el supo interpretarnos, siempre refresca ver como su sensibilidad ha sido puesta una vez más en torno a todo lo bueno que la corta vida del director francés nos regaló.
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- L'Homme qui Aimait les Femmes en Wikipedia
4.-Trailer
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