viernes, 30 de diciembre de 2011

EL NIÑO DE LA BICICLETA



¿Qué necesita un ser humano
para apartarse de sí?
¿A qué distancia está mi mano
de la gente que conocí?
¿Qué le ha faltado a la verdad
para quererla disfrazar?
¿Por qué un bufón llena el lugar
donde hubo un sitio para amar?
¿Por qué fingimos confusión
hasta acabar con la razón?
En fin, no sé cómo decir
que todo ha vuelto a ser normal,
sólo si sé que no eres ya
lo que quisiste ser.
 (Silvio Rodríguez)

Son varios los amigos que sus padres son seres mitológicos que se vuelven una imagen vaga de un pasado lejano, no les interesa conocerlos porque ya les basta con cargar con el apellido de alguien que no les tendió una mano cuando necesitaron de unos hombros que lo soportaran cuando querían mirar más alto. Ahora que el tiempo se ha encargado de hacernos más viejos la mirada de ese señor que no estuvo se vuelve un examen de conciencia de ese daño que muchas veces son capaces de causar las decisiones tontas o precipitadas que nuestra inmadurez nos dio. En cada momento comprendo la influencia que tienen nuestros padres en lo que somos, en las decisiones que tomamos, y en lo que queremos ser.


Cyril Catoul (Thomas Doret) no lo puede creer, por más que llama a la casa de su padre, que antes era su hogar, nadie le contesta... el sabe que va a estar sólo un instante mientras el padre busca trabajo de ahí volver a estar juntos... pero algo raro pasa que la semana se convirtió en más tiempo que el necesario. Como si el olvido se convirtiera en ausencia todo comenzó a ser más confuso. En un primer momento el teléfono lo contesta un mensaje, en segundo lugar la casa está abandonada y del pasado de Cyril ya no queda nada, ni siquiera su bicicleta.
Una mujer que ve conmovida como el niño descubre que está solo ahora, en un orfanato se conmueve y comienza a buscar la verdadera bicicleta con buen resultado... ¿me puedo quedar contigo los findes de semanas?, le pregunta Cyril a Samantha (Cécile De France) después de que ella le entrega la bicicleta. Desde ese momento ambos comienzan a buscar los rastros de Guy Catoul (Jérémie Renier) el padre de Cyril que quiere hacer una nueva vida, dejando atrás el pasado, ahora con una nueva pareja hay cosas que ya no las quiere tener cerca, entre ellas... a Cyril... según él no tiene dinero para mantenerlo, cuando lo tenga podrá tenerlo de nuevo en casa.

Es en ese momento en que la vida de Cyril se vuelve sinuosa y vulnerable, Samantha lo sabe y está empecinada en quererlo y cuidarlo, pero los hermanos Dardenne como siempre se encargarán de mostrarnos lo dura que puede ser la vida que construimos con las decisiones que tomamos. Mientras miraba pensaba en todos esos señores ausentes de la vida de mis amigos, que andan por ahí olvidando eso que sembraron y de lo que no quisieron hacerse cargo, ahora deben estar viejos por ahí vagando o con una vida nueva... ¿cuando se acuestan pensarán donde estarán los hijos que no vieron?...

Ahora once de enero puedo dar por terminado el año 2011, con esta última historia de un año que estuvo dedicado a otras miradas desde otros colores de piel a veces oscuros como los de Lee, o muy claros como los de los nórdicos, el ojo rasgado por Buñuel o el dolor intenso de un Chile adolorido de la historia y un continente lleno de historias que nos sueñan desconocidas, la violencia bella de Kitano y la sencillez de Casavetes. No se si fue un buen o un mal año, trato de no hacer balances... el tiempo lo dirá... pero los momentos que el cine regaló este año dan la pasada para creer que se puede hacer un 2012 de vidas en 35 milímetros... espero que me acompañen por este nuevo viaje.

Que tengan un gran 2012
Saludos a todos



 Bonus Tracks
4.- Trailer




No hay comentarios.: