Ya nadie puede mirar hacia el lado, cuando el Magreb despierta, desde Tunez hasta el Libano actual las autocracias y monarquías están en momentos críticos (algunos malintencionados la tratan de trasladar a Cuba y a Venezuela... la verdad no es lo mismo). El tiempo va cambiando y necesita actualizaciones, abrir las ventanas para que entren cambios... así surgen temas en boga de las nuevas revoluciones... por ahora es cambiar los antiguos regímenes represivos, otros hablan de separar la religión del estado... algunos piden más libertades... en especial para las mujeres. Lo que está claro es que es el desgaste de los modelos establecidos pasa la cuenta así como ahora es el mundo árabe... alguna vez serán las democracias de Europa o las seudodemocracias latinoamericanas. El tema es que una y otra vez aparece la palabra revolución a resfregar las conciencias de las masas y a enturbiar los sueños de los que ostentan el poder... y como siempre tiene gérmenes que la predican como los cerdos que al final terminan caminando en dos patas; Gadaffi fue un revolucionario, Charles de Gaulle, Daniel Ortega, Fidel Castro, José Mujica hasta Michelle Bachelet... todos cantaron por el enemigo del antiguo régimen, gritaron la libertad o besaron la espada que mata al enemigo... algunos tratando de cambiar lo nuevo se han convertido en lo viejo de la revolución.
En el caso de Hans Böhm (Michael König) la Virgen María le indica el camino hacia la libertad, la revolución contra el gobierno y la iglesia, para ello se reune con el Monje Negro (Fassbinder), desde las atmósferas Glauberianas Antonio Das Mortes (Michael Gordon) y Johanna (Hanna Schygulla). El discurso es el de siempre entre la clase explotadora y la diezmada. Entre ricos y pobres, entre las granjerías de los que mantiene y las pellejerías del resto. Ellos están convencidos de convencer al resto que las convicciones de sus visiones son lo que el comun ve en lo convenido por la historia. Como el Che Guevara en Bolivia pensando en inculcar la revolución entre los campesinos que por ahora estaban más preocupados de parar el hambre más que en el gobierno... los discursos revolucionarios acá se toman el pentagrama haciendo de las armonías casi un catecismo irónico de los grandes procesos de masas... aunque ahora sólo sean cuatro que viajan.
Pareciera ser que la nueva revolución islámica no tiene esos rostros intelectuales de antes, cada vez el líder va desapareciendo de la historia, mientras las redes sociales de Internet se convierten en la calle y la verdad supera a cualquier cocktail Molotov, vale recordar como Böhm va reclutando gente, pese al fracaso y la fanfarronería de los predicadores que se creen más intelectuales que el resto. Pese a todo se agrupan nuevas personas incluso algunos Panteras negras. Así el mensaje de Böhm se diluye entre las ideas personales de cada individuo... el desfile de anhelos se pasea por un camino mientras piensan en el futuro de la revolución... Pero las cosas son más difíciles de lo que se cree, no existe el convencimiento completo y la reacción es más poderosa cuando tiene el poder del gatillo.
Al final el Che queda estampado en una polera, ya dejó de ser un grito rebelde ahora es una reacción de estar alertas, ahora que los Black Panther ya no asustan como antes y las revueltas del 68 en La Sorbona o de la plaza de Tlatelolco van quedando perdidas en las páginas de Wikipedia, mientras sigo escuchando El Pueblo Unido Jamás será vencido, parece que el "tiempo fue más profundo que la vida" y que la historia va cambiando los motivos... Gadaffi sigue bombardeando, China sigue creciendo y las economías tratan de ser más robustas. Es el momento de susurrar los cambios que la vida necesita, que la utopía ruja y que el miedo desaparezca... Los lideres se han ido desvaneciendo... ahora parece ser que les toca a todos liderar los tiempos que vienen.
Ay... que consuelo.
Saludos a todos
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Die Niklashauser Fart por Rafmorata
4.- Escena
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