
que siente ajeno el pan que come,
ajeno el aire que respira,
ajeno el rostro que lo mira.
Un hombre desterrado
y aquella calle que se pierde
aquel rincón que se deshace
y aquella plaza que se borra.
Un hombre desterrado
y la nostalgia que atenaza
y todo lejos, sin retorno
y un hoy extraño y extranjero.*
Camino al metro una persona nos pregunta... ¿ustedes son chilenos?... sí respondimos... el señor nos dice: Yo soy vecino de ustedes, soy peruano y vivo en París hace quince años, ustedes que hacen acá... "sómos turistas" respondimos... y el dice... "París es la mejor ciudad para ser turista, pero la peor para vivir" nosotros subimos al metro y el se queda esperando a otra persona en el andén.
mi amiga lleva meses viviendo en la capital francesa y se queda pensativa por lo que dice, y le encuentra razón... yo sigo feliz de mi estadía vacacional...


Chile era una realidad distinta a lo que pasaba en el país, por eso molesta la imagen del cantante Fabio Luna que decía que el país estaba tranquilo... la intolerancia surgía una vez más... en fin... la historia no fue del agrado de la comunidad exiliada, era como un experimento de sociología, más que una película...

Chile se convertía en unas asfixiantes paredes de una casa, todo ocurría en el interior... afuera estaba París con su grandeza de siempre, pero importaban poco los Campos Eliseos, o La Sorbone, La raiz estaba en el otro lado del mar, las cosas habían quedado como antes del golpe... la realidad comenzaba a desfigurarse y desvanecerse lentamente, el mundo ya cambiaba... y los diálogos que han plasmado los exiliados ahora parecen una fantasía de Macondo.
Un hombre desterrado.
No existe límite en el llanto,
no tiene término la muerte
que aquélla afrenta no conciba*.
Bonus Tracks
1.- Pélicula en IMDB
2.- Comentario de MABUSE
3.- Comentario de mQh
4.- Escenas de la película
5.- Fotogramas
* Luis Advis
Esta entrada fue publicada originalmente el 10 de diciembre de 2008.
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