sábado, 18 de agosto de 2012
LAS MARGARITAS
Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,
late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡le tendrás que escuchar!
Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,
ruegos tímidos, imperativos de mar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
¡lo tendrás que hospedar! Gasta trazas de dueño;
no le ablandan excusas.
Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale decirle que albergarlo rehúsas:
¡lo tendrás que hospedar!
Tiene argucias sutiles en la réplica fina,
argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
¡le tendrás que creer! Te echa venda de lino;
tú la venda toleras. Te ofrece el brazo cálido,
no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
¡que eso para en morir! "
Gabriela Mistral
Estamos hablando de Checoslovaquia, un lugar que ya no existe, cuando la cortina de hierro cubría Europa, una pequeña llama de libertad apareció en los oscuros días de los años sesenta en Europa Oriental. Una de las primeras flores de la Primavera de Praga fueron "Las Magaritas de Vera Chytilová, aunque muchos crean que la revolución de las flores y la sicodelia Hippie fue parte de la influencia del LSD, es en el interior del eje soviético que surge este canto irreverente hacia todo lo establecido, como una burla hacia el machismo comunista y la antiguas generaciones. El sonido de la maquinaria estalinista parece llevarnos por una película gris, mientras aparecen los primeros créditos, sin embargo ya al comienzo aparecen las dos Marías (Jitka Cerhová y Ivana Karbanová) en bikini indicando que si el mundo está corrompido, lo más probable que ellas también.
Pero ese blanco y negro se va transformando en diversos colores, como si el mundo dejara el verde olivo y el blanco de la fría Europa. En algo que a todas luces para muchos parece una locura, pero en realidad es color intenso de una nueva era que se avecinaba. Estaba bien aprovecharse de los hombres maduros que buscaban en las jovencitas de la época un poco de ese placer que su posición les entregaba. Por lo mismo ellas eran capaces de reventar la billetera de un viejo o hacer su propia coreografía en un cabaret boicoteando a la pareja que canta en el escenario. En realidad lo que ambas Marías quieren es incomodar a l asociedad y a quienes veían la película. No se trata de ser mala, más bien de hacer travesuras, como dos niñas que ahora diríamos inmaduras ellas saben exactamente que hacer... romper con lo que existía.
¿Qué se estaba gestando en esos días en Checoslovaquia?, que hicieron que el mundo se alegrara de los cambios que venían. La premonición de Chytilová fue fundamental en la técnica de hacer cine, en que el color, el collage, la pintura de la imagen, la inconexión llenó de fantasías y de belleza los fotogramas, destruyendo todo lo establecido, riéndose de esa sociedad aterciopelada que los políticos cubrían de farsa, comiéndose un banquete completo, jugando en la mesa, burlándose de los hombres y del cinismo de una época. La incomprendida película (hasta el día de hoy) de Vera Chytilová era transgresora, pero llena de belleza, tanto color le hizo arrugar la nariz a varios jerarcas del régimen y pese a que después cuando 1968 sería el logo de Praga, llegaron los tanques soviéticos a destruir los sueños hasta que el terciopelo trajera otro poco de libertad.
Se ha levantado la cortina
La pared ya no se encuentra
Y de Lisadell a Letonia
Nosotros estamos cantando como un clan
Podría asustar a los mirlo
Pero no pueden parar las canciones
Pueden robar la miel
Pero nunca te robarán el aguijón
Pueden quebrar las flores
Pisotear todo ser viviente
Pero no pueden parar la primavera
John Waters
Saldos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Sedmikrásky en Wikipedia
4.- Escenas
5.- Película completa
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