lunes, 26 de abril de 2010

FUEGO

Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía.

Ahora , que tengo la carne olorosa,
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera

Ahora que en mis labios repica la risa
como una campana sacudida a prisa.
Después...¡oh, yo sé
que nada de eso más tarde tendré!

Lo hermoso del cine es que nos permite mirar con otros ojos, la visión dirigida que el rectangulo indica va llenando los sentidos de quienes nos sentamos frente a él. Rendidos nos convertimos en los ojos de Fellini, Eisenstein o Spielberg... vemos lo que sueñan y lo que sienten. En Fuego uno distingue que el ojo que sueña la cámara es el de una mujer, y de las mejores... esas que sueñan con la libertad, que aman su tierra, que son orgullosas de ser mujeres, que están llenas y deseosas de dar vida, que quieren que las amemos... son la esencia de flores, son la belleza de esos ojos inmensos que se convierten en negro y blanco. El cine de Mehta en la trilogía de los elementos se convierte en una denuncia de la Tierra peleada, del agua perpetua de una niña viudad y del fuego de la pasión.

Nosotros, los hombres nos hemos dedicado a tantas cosas que se nos olvidan el momento del beso infinito, de abrazar a nuestra otra mitad, de pensar en lo dichoso que hemos sido estando juntos... y en un mundo como el indio de matrimonios convenidos, parece ser que el amor y la pasión son dos cosas distintas, mientras los años pasan el cuerpo se va volviendo más arrugado y la cabellera se va tiñendo de gris. La pasión se va quedando en esos cajones de viejos muebles entre papeles, fotos y recuerdos que parecen no ser necesarios. Mientras ellas en silencio van silenciando sus rabias y penas... me apena ver como el deseo se va diluyendo entre el amor, los hijos, el trabajo, los años y el cansancio.


En Dehli, un hogar compartido tiene un videoclub y un local de comida rápida, en él dos matrimonios convenidos habitan el mismo techo. Sita (Nandita Das) recién se ha casado con Jatin (Javed Jaffrey); mientras que desde hace más de quince años Radha (Shabana Azmi), se encuentra casada con Ashok (Kulbhushan Kharbanda). Es un tema esencial para los indios el estar casado... (a mi me dirían que estoy maldito... aunque a veces lo creo), por lo mismo las presiones por los matrimonios son fuertes y a Jatin le ha tocado casarse... pese que sigue amando a su novia oriental. Por su parte Ashok se ha convertido en un asceta porque su mujer ahora no es fertil por lo que decide ser celibe.

De un momento a otro ambas mujeres se dan cuenta de lo agradable que es estar juntas, y las caricias van indicando que la amistad se está convirtiendo en otra cosa, entre ambigüedad primaria de una amistad, se dan cuenta de que sus historias mutuas de dolor y soledad... y en esa soledad las manos comienzan a tocar otro cuerpo, y los labios comienzan a buscar otra fina fuente que sin querer comienzan a amarse. Ahora Sita y Radha se envuelven sin pensarlo en una relación lésbica que pese al ruidoso silencio... parece seguir un curso invisible para el resto de los que se encuentran en la casa. En un mundo machista como el indio... en que ser viuda es ser una muerta en vida... ser lesbiana es el peor castigo que puede existir.

Pero lo importante es amar, ser fiel y sentirse bien con el que se está al lado... para Sita y Radha son los primeros momentos de fuego intenso, de felicidad y de comprensión... ya con un buen abrazo se pueden solucionar más problemas que en el olvido de sus esposos, y es tan dificil ser lesbianas allá como en todos lugares... en medio del incendio que significa para ambas mujeres ser distintas al común les obliga a inmolarse social y publicamente... pese a ello tenemos otra lección de que se puede querer, amar y ser fiel. Que las dicisiones que el destino ha obligado se pueden retomar construyendo los sueños y de un modo poder alcanzar la felicidad.

Que entonces inútil será tu deseo
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!

Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.
hoy, y no mañana. Oh amante, ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?

Juana de Ibarborou..

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Fire en Wikipedia
4.- Escenas de Fuego.

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