Atrás han quedado las rosas
de arcadias que fueron espinas
clavadas en el corazón
"Ya no es el por qué de las cosas
la luz de la llama divina"
proclama la luz asesina
de su propia contradicción.
El cuerpo ya no busca el alma
que es una erupción de la mente
en la tumba de la Reflexión...
Por fin ha llegado la calma,
y Oriente ya esta en Occidente;
comprémosle a Dios la patente
y la marca de su Creación.
(Luis Eduardo Aute)
Hace poco un conocido mío se compró la nave Interprise de Viaje a las estrellas le costó 750 dólares, un dineral... el problema es que él tiene 35 años, tiene dos hijas de distintas mujeres a las cuales ve algunas veces, y en lo que trabaja no recibe más de 500 dólares al mes, acá en Chile a estos les llamamos "pasteles"... que viajan por la vida coleccionando torpezas... yo no digo nada, porque en general todos los hombres, al menos en Chile, tenemos algo de pasteles...
Dejamos de hacer lo importante por lo entretenido, y privilegiamos los pequeños lujos por lo primordial, somos capaces de gastar en la última tecnología en vez de ir al dentista por una urgencia.
El siglo XX se asomaba en Bengala, avisando que el mundo comenzaría a ser distinto. El gran palacio de Nimtita cada día tenía menos criados, desde el techo Biswambhar Roy (Chhabi Biswas) miraba su antiguo esplendor como un mundo de fantasmas... cada día se empobrecía más su gran fortuna, la casa gigantesca estaba a pasos de convertirse en un mausoleo... con sólo un par de criados... a lo lejos comienza a escuchar algo de música y comienzan en su mente a danzar los espectros de recuerdos que el olvido estaba llenando de musgos. ¿De dónde viene esa música? pregunta y su administrador (Tulsi Lahari) le dice que viene de la casa de su vecino que celebra la fiesta de iniciación de su hijo.
Mientras el poder de Roy parece decaer, el ascenso social de su vecino Mahim Ganguly (Gangapada Bose) a costa de la usura lo ha convertido en un nuevo rico... que en cierto sentido imita las cosas que Roy hacía en su tiempo de mayor luz. Pero si todo ha perdido Roy su lugar más preciado sigue intacto, el salón de música... con su candelabro gigante sobre el techo y el espejo para verse al lado de sus antepasados gloriosos... desde ese lugar podía demostrar a sus amigos el inmenso poder que aún poseía, mientras contrataba a los mejores músicos de Benares para que cantaran y bailaran. Mientras los fuegos artificiales alumbraban el cielo, caballos y elefantes habitaban las tierras al ritmo del sitar... el problema es que Roy gasta lo que no tiene para aparentar riqueza, y entre uno y otro concierto va empeñando las pocas cosas que le van quedando de su vida.
La soledad de Roy está llena malditas ideas que pueden perturbar... se nutre de obsesiones y los tristes recuerdos de la muerte de su familia. Se apena con el combate que se avecina entre la tradición y el progreso. Mientras su salón de música se llena de arañas y el vino se encuentra con insectos. Los planos van mostrando que la grandeza de la música iba adornando cada espacio con pompa y elegancia... en el que gracias a Satyajit Ray hemos podido estar presentes, escuchar las canciones completas, ser parte de los invitados de Roy y disfrutar de tiempso que ya no existen, pese a la irresponsabilidad de Roy al dejar que su imperio se desmorone, sólo puede seguir disfutando de la música lo único que no le pueden quitar... y el puente entre el pasado y el presente... El salón de música es el escenario de la fiesta final... mientra Ray ha perdido todo... le queda el placer de oir y tratar de seguir disfrutando de su única pasión... que para el tiene más sentido que volver a levantarse.
Saludos a todos
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Jalsaghar en Wikipedia
4.- Escena de la película
1 comentario:
jajaja que cierto es eso de que en Chile existen muchos "pasteles" y que dejamos de hacer lo importante por hacer lo entretenido.
Me da guso volver a leer este blog.
saludos
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