sábado, 28 de abril de 2012

CLARO

Quién dicta cada regla
Quién hablara de un sueño
Quién pide algún perdón
Quién reza en esta espera
Quién busca en cada empeño
Vendernos el amor

Quién no torció el camino
Haciendo del destino algo mejor
Quién abrirá las alas para volver al sol

Alejandro Filio


Con el tiempo la desilusión nos va nublando el camino, ¿será cruzar los treinta que los sueños se van perdiendo por los caminos?, no quiere decir que la vida se nos vuelva vieja, más bien que ya empieza la conciencia de que la arena se arranca de las manos y que todo esa grandeza que el viento nos gritaba en la cara cuando mirabamos al horizonte en la playa nos va obligando a tratar de convencernos en que debemos seguir en lo nuestro. Ahora que las horas nos parecen más cortas, que la rutina nos puede carcomer el futuro es cuando se necesita remover el alma y tratar de dejar que las alas salten.

En esa búsqueda de razones para seguir creyendo, los que no tenemos hijos aún, buscamos respuestas a lo que estamos construyendo en otros lugares, algunos en la política... es tan fácil hablar para cambiar el mundo, podemos canciones, poemas y películas. Podemos dar grandes discursos en la sobremesa, más aún podemos enojarnos, discutir e incluso no tolerar lo que los otros piensan de como resolver tantos problemas sociales que el planeta ha ido creando a lo largo de su historia. Pero nada de eso sirve si se convierte en caridad, ni en paternalismo, todo puede ser desechable si lo convertimos solamente en un elemento que calma conciencia, como esa moneda que de nuestros bolsillos cae en el vaso del mendigo para creer que un pedazo de la historia ya tiene nuestro nombre. Por eso Glauber Rocha quiso hablar claro en 1975.

Por lo mismo el discurso parece sacado desde el trance de la locura por parte de Juliet Berto desde las ruinas del Foro Romano en la capital del gran imperialismo occidental, desde ahí comienza nuestra historia de desigualdades concientes, desde ahí comenzamos a ser testigos de un mosaico de ideas, disfrazadas de discursos burgueses, intelectuales y cinéfilos contra la burguesía, el clericalismo y el imperialismo. Las caricaturas de la corrupción y la degradación humana van bailando sobre la luz estampada en el muros, la óptica glauberiana es capaz de cuestioanrse todo... a lo mejor de tanta idea parece que me fui mareando de información y discusión. Lo viejo y lo nuevo parecen ser lo mismo de que sirve ver ruinas de grandeza si no se entiende que cayeron por la injusticia, la desigualdad y la indiferencia.

Todo parece cambiar en el momento en que desde una reja los caminos conducen hacia otro lugar, uno tan desconocido pero del que todos hablan, la pobreza verdadera, esa con olor a tierra mojada, a perro callejero a humedad, esa pobreza que ensucia los zapatos, que come distinto, que no duerme tranquila, que viaja largos tramos que se esconde entre los barrancos y las quebradas... hasta ahí llega la cámara de Glauber Roch, en el interior de esa Roma profunda para mostrar que al final el problema está ahí, más que en las palabras, las marchas y los discursos... hay una batalla que se da a diario para llevar el pan a la mesa... esos son los verdaderos actores que el cinema novo quería reflejar... para eso está el cine latinoamericano para cantar las desigualdades, las desgracias y la verdadera identidad... paradojicamente el lente de Glauber filma desde el origen de la cultura en plena Europa, pero desde ahí al final con los sonidos del inmenso Brasil su mundo comienza a dar sus últimos colores.

Saludos a todos.



Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.-¿Queda pueblo en el cine? por Vicente Plaza
4.- Escenas


domingo, 22 de abril de 2012

CANCER

Los llevan por el calvario
cargados con una cruz,
les niegan hasta la luz,
los ciegan con su sudario.
Los dejan sin los rosales
sin aire y sin manantiales.

De qué nos sirven los templos,

de qué el sol y el aire puro
cuando su sol es oscuro
y va caminando a tiento.
Necesito un lazarillo
que me alumbre este tormento.

(Violeta Parra)

Es tan fácil hablar de la pobreza y los pobres, lo hacen académicos, políticos y uno mismo en algunos momentos, sin lograr entender un poco lo que eso significa. No quiere decir eso que mejor hacer como aquellos que cuando miran a un mendigo a media cuadra, miran hacia otro lado hasta que lo pasan para luego la otra mitad de la cuadra comenzar el remordimiento que termina por olvidarse en la esquina. Se trata de ser un poco más justos, no me creo ni en la caridad ni en la indiferencia... simplemente en un poco de justicia.

Fue Víctor Jara uno de los primeros que conozco que toma una grabadora y se inserta en las poblaciones marginales para captar la esencia del trabajo colectivo de los más pobres. En Brasil Glauber Rocha hace algo parecido cuando se aproxima a la cultura que la vida ha entregado a quienes menos tienen, primero desde el Sertão y en ésa ocasión desde las favelas... en ambos mundo las similitudes de lo que es rural y lo urbano van mostrando que las dificultades son parecidas cuando el hambre hace más urgente las necesidades de trabajar. Hay temas transversales a lo que una u otra clase social vive en plenos años sesenta, el marxismo aún era una ideología que no estaba guardada en el baúl de las utopías, la palabra revolución aún se asociaba a los fusiles... no importa si fueras rico ni pobre.

Pero el relato de Glauber Rocha no es simple, de hecho la historia (si se le puede llamar así) tiene un relato bastante particular. Es que la idea de romper esquemas se está volviendo muy intensa y poco comprendida por los que buscan en el rebelde de la idea y la cámara. Cáncer parece ser parte del proceso de putrefacción social que a lo largo del tiempo hemos ido creando en cada discriminación, en cada olvido y en las falsas promesas que se han depositado para otros fines.. el cine social del Cinema novo del Brasil intentó denunciar y crear realidades más decidoras que la simple charla social que solemos hacer esperando que otro haga algo por los demás. Glauber lo hizo... aunque incomprendido aún sus respuestas parecen preguntas intensas que aún no se pueden terminar de escribir.

Saludos a todos.



Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Escenas

sábado, 21 de abril de 2012

EL LEON DE SIETE CABEZAS

Hoy día alzamos la voz
con una sola memoria
hoy día alzamos la voz 
con una sola memoria
desde Ayacucho hasta Angola
de Brasil a Mozambique
ya no hay nadie que replique
somos una misma historia

Patricio Manns - Inti Illimani


América Latina siempre ha parecido tener una similitud con África, no solamente por la llegada de esclavos de dicho continente. Como si las maldiciones fuesen parecidas no ha importado mucho la tez ni tampoco la mirada en contrapicado que por siglos ambos continentes han puesto sobre quienes le colonizaron. Las espadas y las balas hicieron que sus cuerpos cayeran como si una plaga de pobreza los invadiera hasta nuestros días. América por su parte tratando en su inocencia de seguir creyendo que será una potencia como las que conocemos en occidente. África en cambio en una alienación entre el pasado tribal y lo moderno. El Che Guevara lo entendió en algún momento y en su fracaso por ela República Democrática del Congo se hizo parte del sueño de la verdadera liberación... desde ahí muchas veces pareciera que ambos mundos comunes se fueran separando más de la Gondwana natural en que se formaron.

Los años sesenta en África fueron años de liberación, eso lo saben Pablo (Giulio Brogi) y Zumbi (Baiack), el primero llegado desde las tierras latinoamericanas y el segundo desde la rebeldía  africana. Todo precedido por la voz profética de un orador errante (Jean- Pierre Leaud) que va haciéndose presente por una historia trágica y atmporal que bien podría ser hoy o ayer en el continente africano. En un lugar dominado por la figura del mercenario alemán (Aldo Bixio) y el portugues (Hugo Carvana) y el agente de Estados Unidos (Gabriele Tinti) como una tierra viciada por el embrujo de la visión contrastante, el mundo parece convertirse en una lucha constante entre Europa y África, entre el imperialismo y lo colonizados, o de pobres contra ricos o por color de piel... pareciera que nuestros continentes han tenido que vivir en forma constante entre las dualidades que los abismos historicos nos han heredado.

El nuevo trae consigo una supuesta liberación títere en manos de Xobú (Andre Segolo) casi tan burgués como los colonizadores, como un títere que no puede tener el puño firme frente a las revueltas populares. Entre la decisión de luchay y que triunfe el consenso, cada una de las colonias va incrustando en el colectivo un idioma que dificulta el entendimiento, casi en forma simbólica Marlene (Rada Rassimov) tiene un poder que oprime a las tribus que merece ser derrocado. La rebeldía debe basarse en el fundamento de la igualdad... algo que muchos no entienden... o que cuando entienden prefieren hacer como si no comprendieran. El mundo de África se parece a Eldorado, con la misma magia y sufrimiento que el Sertao del nordeste brasileño.
No importa que la imagen no sea una secuencia, o que se mezcle lo que fue con lo que es, África es un mundo en el que se encuentran regados por las lágrimas que la injusta historia de vida nos ha hecho engfrentar desde nuestras humildes trincheras.

Glauber Rocha en sus mundos sin espacio y atemporales, va tallando con las luces un encuentro entre deudores de lo que el destino nos ha moldeado... hay que seguir con cuidado por nuestros caminos.

Saludos a todos.



Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Der Leone have sept cabeças en wikipedia
4.- Escenas

lunes, 16 de abril de 2012

CABEZAS CORTADAS

¡Menudo incendio de sangre! Podrido verdugo,
Te tenía que haber apaleado la dura
Oscuridad de los pueblos, dado a tortura,
Colgado de un árbol al final de algún camino.

Gloria de la chapuza,

Ha muerto el dictador más viejo de Europa.
¡Un abrazo, amor, y levantemos la copa!.

Joan Brossa - Miguel Poveda - Marcelo Mercadante


Si bien es algo que no todos podemos acceder, tener poder se convierte en una droga siempre, desde las viejitas que en una iglesia son encargadas de alguna labor, hasta los más grandes emperadores la sensación es la misma. Creerse importante y sentir que la persona es superior al resto convierte al poder en  un alucinógeno peligroso para las masas. Ahora que los diarios se han encargado todos los días de dar sendos reportajes de las vidas de tres ministros que descaradamente están haciendo campaña presidencial ya sea: inaugurando obras, defiendo a los consumidores o a través de los accidentes famosos; el ansia de poder una vez obtenida se convierte en una fuente de la cual se quiere beber para siempre.

Desde el castillo el mundo de Diaz II (Francisco Rabal) parece anacrónico, habla por teléfono con Eldorado, dando ordenes de que se vendan las cañas para hacer una fundación con su nombre para que se acuerden de él. Entre la nostalgia del poder y la lejanía aún cree que hay poder en su voz y desde ahí cree poder dominar su viejo reino. Como Pinochet al volver la democracia que cada cierto tiempo sacaba a los militares con traje de campaña para avisar de que aún tiene algo de poder sobre los políticos. En el caso de Diaz II, está preocupado de que escriba su biografía y que coloquen su estatua en la ciudad de Latinoamérica.
Es así el mundo de Diaz II, mientras por las calles casi como un profeta un pastor (Pierre Clementi) va por las calles haciendo ver a los ciegos y caminar a los tullidos. Justamente el poder que le faltó a Diaz II para tener el cariño del pueblo. Ahora en la locura de los muros las imágenes acrónicas del mundo de Glauber Rocha responden a los delirios que los días pasados elevaron al olimpo a ambos. El cineasta ahora en su exilio se aleja de las dictaduras del ARENA llega paradojicamente a la filmar el otoño de un patriarca en la propia España de Francisco Franco, en un mundo alucinado entre lo que el cielo y el suelo entrega, cuando un antiguo mandamás es capaz de estar en el barro perdido y soñando volver al lugar que cree que le pertenece... como esas cabezas que ruedan en las estatuas griegas y romanas para que se olviden quienes eran... ahora el cuerpo de Diaz II es un marmol sin cabeza que pronto Eldorado también borrará.

La libertad trabaja la sufre y suda 
y al final va limpiando de nuestro suelo
el excremento esteril del tiranuelo
hay que consuelo!.
Patricio Manns

Saludos a todos



Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Cabeças Cortadas en Wikipedia
4.- Escenas

miércoles, 11 de abril de 2012

EL DRAGON DE LA MALDAD CONTRA EL SANTO GUERRERO

Bajo el enigma del cielo sobre la tierra doliente
en el mar con su misterio o en la rompiente del fuego.
Junto a la altura nativa
de la nevada montaña
o lejos de mi paisaje arrebatado de exilio.
 
Elegiría la vida, la vida que tuve en suerte,
la vida por ella misma, la vida contra la muerte.

Arrojado a los feroces,
entregado al hondo olvido,
atravesándome el pecho la espada del enemigo.
Perseguido por el odio,
agrietado en lo más puro,
mendigando en arrabales, solitario y abatido.

Detenido en un olvido o amante de una mañana,

pasajero en la marea o viajante taciturno.
Capitán en la batalla
  o soldado de una estrella,
surco de un paso arrogante o proa de un paraíso.

(Eduardo Carrasco)


En el firmamento de mis héroes siempre han estado Fitzcarraldo de Herzog que fue capaz de surcar un barco por las montañas peruanas, El Topo de Jodorowsky que se tragó todas sus maldades con las venganzas ajenas, Steve Zissou de Anderson por sus pequeñas redenciones entre el glorioso pasado y el digno presente... de ellos he tratado de tomar parte de su ser en mi cotidiano, por supuesto sin lograrlo aún no cruzo barcos, mis enemigos con suerte me hacen un desprecio y mi pasado ni siquiera da para hablar de viejas glorias... cuando pensé que no había lugar en la Tierra para reconocer el camino, la tierras rojas del sertao una vez más me transportan a esa etapa acrónica en que América Latina se convirtió en pasado y presente.

Desde ese mundo de los héroes del cine, hace años que Antonio das Mortes (Mauricio do Valle) susurraba en mi inconsciente su cine, Fassbinder me lo presagiaba en el Viaje de Niklashausen y en "Dios y el en la tierra del sol" ya aparecía el asesino de los "cangeceiros" hacía esa justicia que muchos aplauden todos los días. Esa que castiga al pobre ladrón, la que mata a las lacras, que "mejora la imagen" de los lugares a punta de botas y espada. El tiempo del Brasil se funde entre el pasado y el presente... por lo mismo el mundo de Glauber Rocha no tiene un tiempo definido es simplemente un siempre. En esa violencia del nunca comprendido nordeste brasileño los tambores van anunciando que estamos en presencia de un futuro combate entre los "buenos" y los "malos", más que eso es el encuentro entre "el dragón de la maldad" y "el santo guerrero".

Es que ese tiempo en que la pobreza se encuentra por los caminos es donde los "cangaceiros" (Othon Bastos) acechan, como los bandidos de los pobres, es ahí cuando nuevamente surge el nombre invocado con miedo de Antonio das Mortes y así el robusto justiciero del poder lucha contra los delincuentes hasta la muerte. Pero la agonía dle derrotado va abriendo los caminos y las consciencias, en especial la de Antonio. Detesto a esos que se preocupan de cuidar los intereses que no les pertenecen, esos mayordomos que defendían un reino que no era el de sus propios privilgios (si es que los tienen), o esos policías que prefieren defender la propiedad privada mientras lo que protestan están luchando por lo que los mismos represores adolecen, abundan en nuesros territorios, no los entiendo y tampoco los defiendo... la verdad los desprecio.

Pero los caminos del Brasil son inmensos e intensos y Antonio das Mortes posee una nueva sensación que se acelera al ver la agonía del "dragón de la maldad", porque su grito era de rabia por la injusticia que las comunidades campesinas han padecido por siglos. Como una alucinación constante va transportando el camino hacia la redención de Antonio. Mientras una vez más el instinto más que la razón nos hace caminar con pasos erráticos por una paisaje agreste y al parecer sin sentido... como una gran metáfora latinoamericana los senderos religiosos, políticos y racionales se van fundiendo en una sola cosa amorfa que nos ha llevado al delirio.


Mientras Antonio pide perdón a Santa Barbara (Rosa María Penna) perdón por todo el daño que hizo a su propia gente, defender intereses ajenos le pasó la cuenta a Antonio das Mortes, ahora llama a proteger a los campesinos y desde ahí como el sonido de una trompeta al amanecer se percibe la redención. Así entre un diversas situaciones que lo transforam ahora en el elegido para hacer la nueva justicia, para volver a creer que el momento está llegando, para volver a creer que Sertao, los métodos son distintos mientras los políticos se tratan de disfrazar de pueblo para alcanzar sus propios objetivos, Antonio bajo el alero religioso quiere crear la nueva esperanza, aunque siempre con la escopeta y la pistola. Así una vez más se confunden los métodos de volver a nuestros sueños, mientras la música nos canta las andanzas de Antonio por ese mundo distinto que el nordeste brasileño viven hasta nuestros días. Antonio se convirtió en el símbolo del cinema novo, de los años sesenta y de las contradicciones humanas y divinasque nuestra América lleva por siglos... puede que aún siga rondando errante el matador de cangeceiros por alguna carretera de un continente que aún no cierra sus heridas.

Saludos a todos.




Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- O Dragao da maldade contra o santo guerreiro (Antonio Das Mortes) en Wikipedia
4.- Trailer

domingo, 8 de abril de 2012

TIERRA EN TRANCE

  Es el pobre en su orfandad
de la fortuna, el desecho
Porque nadie se toma a pecho
el defender a su raza.
Debe el gaucho tener casa,
escuela, iglesia y derecho.
Martín Fierro
 
En el diario La Tercera de hoy salió una columna de Joani Sanchez, la bloguera anticastrista criticando a Camila Vallejos porque no fue a verla en su viaje a Cuba, como si un comunista quisiera ir a verla. Mientras en Chile los políticos han hecho gárgaras con la estudiante de geografía de veintidos años que parece que les mueve el piso, le han dicho de todo y se han preocupado de sobre manera de lo que ella hace, dice o no haga y no diga. Algunos se sorprenden de que la joven comunista vaya a la isla, como si no fuera un camino natural de cualquier persona que milita en ese partido.
La verdad hace un buen rato que dejé de creer en los políticos, si bien era pequeño cuando en Chile volvió la democracia la esperanza en que todo sería distinto estaba en la mayoría de los corazones, pese al miedo que los militares aún profesaban, el dejar pasar fue más que todo ratificando ese extraño nuevo país de consensos que se convirtió en ejemplo de la poca convicción de las ideas por tratar de dejar a todos contentos. La falta de radicalidad llevó a que veinte años después los mismos que querían que Pinochet siguiera gobernando ahora tomaran el poder, muchos pensaron que la cosa cambiaría, en muy poco tiempo todos se dieron cuenta de que era practicamente lo mismo que antes, la misma clase política y los mismos problemas... de ahí que las encuestas ratifican que el descontento con ambos conglomerados es general.


Porfirio Diaz (Paulo Autran) pareciera desembarcado desde la máxima divinidad que le ha dado Dios y la historia, un derechista que tiene el poder de Eldorado, siempre apoyado por Paulo Martins (Jardel Filho) un periodista aburguesado idealista y poeta que junto a Silvia (Danuza Leão) forman un triángulo amoroso. Paulo vive la vida de Eldorado entre los muros del palacio lleno de dudas y contradicciones que el propio poder va desdibujando y deformando desde el olimpo del mando van transformando en niebla. Así el cuidado de lo establecido por medio de la indiferente represión va llevando a olvidar los verdaderos anhelos para un país a confundirlos con los intereses personales.



Paulo estaba en en el momento preciso en que se juntaron la posguerra mundial y la juventud, es decir cuando el cambio se exigía a gritos y sin miedo al imperialismo, a las masacres y a la muerte. En un viaje a Alecrim descubre que con la llegada de Felipe Vieira (José Lewgoy) la izquierda en el poder significaba se traduciría en el triunfo de los humildes, el sometimiento de la aristocracia y en cierto sentido devolver lo que se les había quitado por años a los obreros. Un hombre como Vieira que estaba al nivel del suelo podía transformar a Eldorado en una nación rica que devolvería las riquezas de las empresas colonialistas al pueblo, la sociedad parecía ir por buen camino... pero también el pueblo al creer que tenía el poder comenzaba a impacientarse por eso de los cambios a largo plazo, y las exigencias crecían, el descontento puede llevar al pueblo a olvidar y pedir cambios.

La política en América Latina nos ha llenado de pasión por años, pero también de muertos, las guerrillas, las traiciones, las policías secretas, los anhelos de nuevas sociedades, de segundas independencias y de la justicia social hoy para muchos parecen palabras sacadas de las utopías, ese maldito lugar que inventaron como el sotano olvidado para esconder nuestros verdaderos sueños, Paulo comprendió que la amargura de Eldorado seguía triste entre un mundo y otro, aunque es tan fácil ser de izquierda cuando se es burgués, juntarse en reuniones para hablar de lo mejor del pueblo cuando después se duerme en una cama caliente y un futuro tranquilo. En ese mundo la conciencia de Paulo se balancea entre la música y los principios.

Glauber Rocha siempre tuvo ese incendiario don de la imagen americanista, cuando todo parecía ascendente pese a que en el Brasil João Goulart había sido derrocado y exiliado.  Cuando la tierra está en trance no hay quien tenga cordura, no la tenía ni Diaz con sus aires de divinidad ni tampoco Vieria con su olvido por los mismos que lo levantaron, algo muy común que le pasa a los políticos que a los pocos días se les olvida que son electos, es decir elegidos por la gente, la misma que después serán reprimidos y castigados por los que por voluntad popular son instalados. Pero el pueblo también es culpable de este estado de las cosas, con su olvido y su irracionalidad, por la facilidad de manipulación y el anonimato de las masas.




El cine de Rocha siempre joven  posee el vigor de querer cambiarlo todo, de decirlo todo sin importar las cabezas, ni las desilusiones. como un disparo al viento. También el luchó por lo justo y su propia ambición, su propio ego, una corta vida inmersa en la política y la revolución desde el lente de la cámara pudo convertir al Cinema Novo de Brasil en un arma importante para quemar esa utopía y dejar de llamar sueños a la justicia, la igualdad y la libertad.

Saludos a todos.


Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity

3.- Terra em transe en Wikipedia
4.- Escenas
 

miércoles, 4 de abril de 2012

DIOS Y EL DIABLO EN LA TIERRA DEL SOL

¿Qué es América Latina?, me lo pregunto constantemente mientras veo como desde Europa Ingrid Betancourt pide una indemnización de 6,3 millones de euros aproximadamente por los daños de su secuestro, siendo que fue la guerrilla la que la secuestró y el estado colombiano el que la liberó; siendo que en el gobierno de Pastrana se le pidió que no fuera a San Vicente de Caguán y ella hizo caso omiso a la recomendación y el resto de la historia… ya lo sabemos.
Por eso pregunto qué es América Latina, un continente lleno de sueños y colores, un lugar ingenuo, en que nos ha tocado ser laboratorio y dispensador de recursos naturales, un lugar unido en que nos ha tocado llorar juntos, hemos pasado por independencias comunes, deseos de despertar, períodos oscuros de las dictaduras, situaciones de pobreza, pero pese a algunas peleas entre países hermanos el idioma nos reúne, incluso el portugués del Brasil no ha sido un obstáculo para esta solidaridad.
Así la definición de lo que es realmente América Latina es un esfuerzo que se hace en cada momento y que el cine ha sabido captar desde las distintas latitudes y épocas.
Mientras la Revolución Cubana se veía como el momento esperanzador de América, como la “segunda independencia” fueron surgiendo los nuevos cines en el continente. Desde Brasil “con una idea y una cámara” Glauber Rocha construyó el “cinema novo”.

El Sertão es una zona rural al nordeste de Brasil, no tiene el mismo verdor que el sur, por lo mismo también es una zona más pobre... ahí viven Manoel (Gerardo del Rey) y Rosa (Yoná Magalhães) su vida cambia el día en que Manoel ve a San Sebastián (Lidio Silva) un santón que vaga por los caminos. Después de su aparición debe ir a entregar el ganado a un terrateniente y le cuenta que han muerto vas de él… a lo que el señor dice que no, que han sido las suyas y “que la ley” lo protege… así Manoel no soporta la injusticia y con su machete mata al señor… parece ser que en medio del miedo la liberación está cerca… Sebastián la tiene y los llevará por el verdadero camino. Dios siempre es más grande que todo, es la vía de escape, lo que algunos dicen “la salvación”… pero el problema es que por ese nombre muchos han cometido actos atroces y se sienten amparados por la fe para ser más de lo que son. En cada momento Manuel se encontraba más humillado por el fanatismo de Sebastian.

La fe de algunos hace que sin darse cuenta se presten a estafas y fanatismos que pueden ser peligroso. Por lo mismo los curas y latifundistas contratan a Antônio das Mortes (Mauricio do Valle) para que asesine a Sebastian... lo busca por muchos lugares, mientras Rosa ya hastiada de ver como su esposo se va carcomiendo su vida por su religión, toma un puñal y mata a Sebastian.
Tarde llega Antônio a su misión. Mientras Manoel y Rosa huyen sin dirección agotados de dios y sin más destino que el que los pies le dirigen. Hasta que se encuentran en un lugar con la banda de Corisco (Othon Bastos), ahora Manoel comienza a convivir con la el diablo del Sertão, pero llegará Antonio a liberarlos nuevamente. Es un mundo extraño en que no se sabe quienes son los buenos y quienes los malos, lo que sí es claro es que los pobres son los que sufren por las decisiones de enemigos mutuos.

El cine es el fusil que usa Glauber Rocha para hacer la revolución, los años sesenta hacían palpitar otros sueños. Hambriento de justicia veía en las armas la solución para los males de esos días... me impresioné con tanta pasión y entrega en los mensajes, en la lucha contra la irracionalidad y la injusticia. Glauber Rocha es uno de los más grandes directores que el Brasil le regaló al mundo, como una fuente de energía con imágenes casi doctrinales de las formas de avanzar y creer que se podían hacer cosas nuevas. Fue una forma de gritar por América Latina, de marchar y de dejar que las piernas corran por su destino. Por llegar hasta el mar a ver la fuerza de las olas, de la justicia y de la igualdad.
El cine de Rocha fue ante todo una fuerza magmática que remeció al cine de América Latina.
(Escrito el 12 de julio de 2010)

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Deus e o Diabo na Terra do Sol en Wikipedia
4.- Trailer

martes, 3 de abril de 2012

BARRAVENTO

Las olas que revientan en las rocas van moldeando lentamente el paisaje costero, uno se pregunta muchas veces como fue que en el tiempo la sal, la humedad, el sol y la fuerza del agua van esculpiendo la rigidez inquebrantable de milenarios elementos. Al mismo tiempo al ver la inmensidad del horizonte diariamente pienso en aquellos que miran al mar como su fuente diaria de vida.
Las caletas de pescadores tienen una mística propia que supera cualquier racionalidad de los mediterraneos, yo los respeto porque el mar no da explicaciones, no entiende ciclos ni sensaciones... es un cuerpo inmenso que así como regala también quita, es caprichoso y traicionero. Por lo mismo se merece la adoración, el miedo y el culto. Cada día me convenzo de lo importante que es tener algo en que sostener el espiritú, a veces la arrogancia agnóstica nos hace olvidar que eso desconocido que hace que el mar se mueva, que el fuego brote de las montañas y que hace que nuestro corazón bombee nos mantiene cada día creyendo en que puede haber algo mejor que lo que tenemos.

En medio de la arena se percibe a un hombre en con un traje blanco, chaqueta y pantalón... nadie se viste así en Xaréu, es que la playa la samba y el mar, han hecho de este pueblo de descendientes de esclavos africanos que desconozca a un viejo residente. Firmino (Antonio Pitanga) ha regresado a la caleta, la ciudad le entrego más fortaleza, pero también vivió escondido de la policía... la nostalgia lo trajo de regreso... también el amor por Naína (Lucy de Carvalho), pero el impetu de su regreso rapidamente se aplaca con la pasividad de los habitantes del poblado, que vive tranquilo entre la calma, la rutina y los espíritus divinos que acompañan la pesca.
El pueblo completo pesca con una inmensa red, el mar es traicionero, por lo mismo es protegido por "Yemanjá" la reina de las aguas qye castiga, cuida y ama a los hombres del mar, pero para que la protección tenga efecto el elegido debe mantenerse casto... y el elegido para esta "noble" misión es Aruã (Aldo Teixeira). La caleta vive en todo momento entre la explotación del dueño de la red y lo que las propias creencias "mitológicas" una mala combinación que por generaciones es capaz de mantener sumergido a cualquier pueblo en el miedo y la injusticia. Pero puede ser tanta coincidencia... el comportamiento del mar anuncia la posible llegada del Barravento, ese violento tiempo de transformación cuando mar y tierra chocan... una instancia de muerte y de vida.
Los años sesenta fueron de Barravento, hace unos días mirando la filmografía de Ozu en Japón se notaba el cambio generacional, el Brasil también comienza a despertar de años de adormecimiento con una idea y una cámara Glauber Rocha se convierte en un nombre incendiario y transformador de las entrañas más profundas del Brasil para armar un cinema novo que pudo haber sido un pivote de lo que el continente americano gritó por un momento.

Saludos a todos.



Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Barravento en Wikipedia
4.- Escenas


sábado, 31 de marzo de 2012

EL SABOR DEL SAKE

A veces abres la puerta y entra con el sábado 
un vientecillo de abril que remueve los años, 
a mí me encuentra de espalda mirando mis manos 
y roza la flor del mantel con sus labios helados. 
 Parece que todo está igual pero algo ha cambiado, 
algo se queda en el aire y nos ha interpretado, 
tal vez las pequeñas palabras de un libro cerrado 
o es sólo el aliento del mar como un pétalo blanco.
Manuel García.

El tiempo va pasando y las cosas también sin darnos cuenta, cuando uno mira fotos de hace un par de años ve los cambios sutiles que el tiempo va dejando en el semblante. Como si algo se quedara en el aire nos vamos impregnando de grandes y pequeños recuerdos de cada tiempo y de cada espacio que inundan el ser de cada familia. Ozu en su última película hizo el recuento de que lo sus escenas mostraron durante su carrera, como si supiera que la muerte ya empezaba a rondar, el Japón testigo de sus penas y renaceres vio en cada detalle que eso que parecía igual se había transformado en una nueva sociedad.

Shuhei Hirayama (Chishu Ryu) se junta en forma constante con sus amigos de la escuela Kawai (Nobuo Nakamura), de Horie (Ryuji Kita) entre otros. Las visiones cambian después de unos cuantos tragos de sake enel cuerpo, mientras Horie se jacta del estado de su virilidad gracias a lo joven de su nueva esposa... entre tanta conversación aparece un antiguo profesor
Sakuma (Eijiro Tono), el "calabaza"ahora mucho más anciano y bueno para el trago, no se puede sus pies de tanta borrachera por lo que en una ocasión Kawai e Hirayama lo van a dejar a su casa, ahí es que descubren que el gran profesor ahora tiene un pobre restaurat que es atendido por su hija Tomoko (Haruko Sugimura) ahora mayor... y para la época una solterona triste. Al mismo tiempo los amigos de Hirayama le empiezan a preguntar cuando casará a su hija menor.

Hirayama es un viudo con tres hijos Koichi (Keiji Sada) que ya está casado con hijos, Michiko (Shima Iwashita) que ya tiene veinticuatro años y aún no piensa casarse y Kazuo (Shinichirô Mikami) el menor de los tres. Casar a Michiko parece ser un tema, el padre no la quiere tener retenida por siempre, le ha marcado mucho el testimonio del viejo calabaza con su hija mayor, aunque Michiko ya es parte de otra sociedad que ido surgiendo en el nuevo Japón las dos generaciones marcadas por la guerra, mientras Koichi vive en una nueva sociedad consumista y de ilusiones, es capaz de pedirle cincuenta mil yenes a su padre para comprar palos de golf. Aun quedan personas que añoran los días de la derrota de Japón por Estados Unidos... El sabor del sake tiene la amargura y la dulzura en el paladar al mismo tiempo, el contraste entre los ganadores y los perdedores del nuevo mundo, la tristeza y la muerte ya se han ido superando, afortunadamente no se olvidan ni se suavizan las masaces de Hiroshima y Nagasaki.

Yasujiro Ozu murió de cáncer en diciembre de 1963, paradójicamente nunca se casó ni tuvo hijos, sin embargo fue capaz siempre de mostrar lo cotidiano, muchas de sus obras aún continúan desaparecidas, será un tesoro encontrarlas alguna vez, absolutamente japonés desde su tatami y su cámara generalmente fija, uno debe sacarse los zapatos para ingresar en el interior de la vida y las ilusiones de un país inmenso, lleno de historia, orgullo y progreso.

 Saludos a todos.


Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Samma no aji en Wikipedia
4.- Escenas

viernes, 30 de marzo de 2012

EL OTOÑO DE LA FAMILIA KOHAYAGAWA

La última luz que nadie comenta
porque se sabe que no es de ningún partido
se lleva dudando hacia parajes de olvido
mi haz de antiguos y vivos deseos.
Desde tierra adentro veo llover sobre el mar,

espléndida belleza de lo inútil,
que lejos se funde con los colores del cielo
ni gris, ni azul, ni verde. ¡Qué suave espalda!
Una alta llama me ha tenido despierto

a todas las preguntas de tu vivir.
Te amo ahora más de lo que te he amado.
Yo soy quien soy contigo. Lluvia que cae.

Raimon

Son instancias y sensaciones las que nos hacen ser iguales y al mismo tiempo distintos, tomamos involuntariamente lo mejor y lo peor de padres, abuelos y hermanos. Así vamos construyendo familias nos hacemos llamar con un par de palabras en común que colocamos después de nuestros nombres y desde ahí vamos apoyándonos en el camino común, como padres, como hijos y como hermanos.

En Chile lo llaman "hacer gancho" cuando se concerta una cita para que dos personas se enamoren, al menos eso es lo que quieren hacer con Akiko (Setsuko Hara) quien ya enviudó de un académico; mientras por otro lado a Noriko (Yôko Tsukasa) también le ofrecen una entrevista matrimonial, pero su corazón parece guiarla por otros senderos en que el amor verdadero se le puede arrancar de las manos... es el problema de guardarse los sentimientos, a veces uno siente que las personas son más importantes de lo que se cree y de tanto querer interpretar lo que realmente pasa, lo real pasa sin querer sin explicación cautivos por lo que no se dijo; y Fumiko (Michiyo Aratama) ya casada se encuentra a veces sorprendida y ofendida de las cosas que pasan en la familia Kohayagawa.


La familia ahora está encabezada por Manbei Kohayagawa (Ganjiro Nakamura) dueño de una compañía de cervezas y juntos viven en Osaka. El verano está llegando al final y el calor se vuelve más intenso (no lo vamos a saber acá que estamos en "otoño" con más de treinta grados. Lleve un buen tiempo viudo y aún se extraña a la madre en la familia, a pesar de que en algunos momentos Manbei se desaparece en furtivos viajes a Kioto para ver a Sasaki (Chieko Naniwa) su antigua amante y de la relación entre ambos puede que él sea el padre de Yuriko (Reiko Dan) una joven ya completamente occidentalizada que tiene hasta un novio estadounidense. Cuando se entera en casa Fumiko comienza a tratar mal a Manbei por su desfachatez de ir a ver a su antiguo amor.
Pero la verdad ya queda tan poco por hacer que enojarse por lo que en el pasado fue sembrando, ahora lo importante es disfrutar de que los que quedan vivos pueden seguir tocándose, se pueden escuchar y pueden abrazar... después sólo quedarán los recuerdos y el otoño en que las hojas comenzaron a caer.

Saludos a todos



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jueves, 29 de marzo de 2012

EL COMIENZO DEL VERANO

No
Permanecer y transcurrir
No es perdurar, no es existir
Ni honrar la vida
Hay tantas maneras de no ser
Tanta conciencia sin saber
Adormecida.

Merecer la vida no es callar ni consentir

Tantas injusticias repetidas
Es una virtud, es dignidad
Y es la actitud de identidad
Mas definida.
Eso de durar y transcurrir
No nos da derecho a presumir
Por que no es lo mismo que vivir
Honrar la vida.

Eladia Blásquez


No todos pueden crear atmósferas, es una virtud de pocos, en la música Pnk Floyd la supo crear con creces, en el cine Yasujiro Ozu creó un estilo que se fue volviendo su sello, absolutamente japonés en cada una de sus historias, empapado de una cultura orgullosa y en el momento preciso en que la guerra daría pie a las transformaciones del pequeño gigante del Asia. El Japón de Ozu no tiene ni una pizca de derrota, tampoco de fracaso más bien es un país interior del cual brotan sus tradiciones más intensas. Saber capturar los momentos efímeros de un estar bien, es valorar lo que la vida da realmente, lo que trasciende en el seguir son las cosas pequeñas, los grandes instantes se quedan como esas columnas que tratan de sostener las cuerdas de lo cotidiano y la belleza de lo natural.
Puede ser que por eso Noriko Mamiya (Setsuko Hara) no ha pensado aún en casarse, situación que ya comienza a preocupar a sus padres Shukichi (Ichirô Sugai) y Shige  (Chieko Higashiyama) y a su hermano mayor Koichi (Chishu Ryu) todos de una u otra forma le dicen que se case. En todas las familias tenemos "coordinadores" algún hermano que organiza los eventos y la vida del resto, en el caso de la familia Mamiya Koichi anda buscando esposo para Noriko pero los pretendientes que le busca son mucho más viejos que ella. Entre sus amigas solteras y casadas también están constantemente hablando del tema y así a Noriko le sale el mismo discurso desde que se levanta, trabaja hasta que se duerme. Ella responde con una sonrisa tranquila y paciente, porque tiene la convicción de que se casará, porque la idea es casarse con amor.

Kenkichi Yabe (Hiroshi Nihonyanagi) un amigo por trabajo debe marchar a Akita al norte de la isla de Honshu. Su madre Tami (Haruko Sugimura) siente tristeza de su partida y en una conversación con Noriko ella decide casarse con él. La noticia no le cae bien a la familia Mamiya porque Yabe es viudo con hijos... y peor aún (según ellos) no tiene mucho dinero. La situación disgusta más porque casarse con Yabe también significa partir al norte en forma precipitada. De un día para otro la familia se separará por la decisión de Noriko. Lo importante es que pese a todo ella está en las puertas de un nuevo tiempo, en el de ella y en el de Japón. Hay sentimientos que no se entienden o peor aún a veces no se tratan de interpretar, a veces se sienten necesidades intensas de estar con alguien, de estar bien, de quererse... para Noriko no es fácil la decisión de partir, puede haber sido una decisión alocada pero ya está... hay que asumir lo que viene y esperar que las espigas (o Bakushû) vuelvan a crecer.

Saludos a todos.




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martes, 27 de marzo de 2012

MEMORIAS DE UN INQUILINO


Nuestra actualidad nos presenta una tierra yerma. 
Salvarnos del caos 
y protestar contra la devastación 
explican nuestra voluntad rebelde ante este destino, 
y nuestra militancia con la vida. 
Si es que aun existe para nosotros futuro alguno, 
es porque no hemos perdido fe en la vida actual.
Koochi-shishuu


La sangre en las playas ha escurrido en el mar, el olor a pólvora se fue con el viento, el humo negro del fuego ya se ha extinguido, los hijos nacen con deformidades, en el USS Missouri se firmaba el armisticio, los niños huerfanos fuman en las plazas de Tokio, las viudas caminan tristes entre los escombros, los rojos rayos que se extendían a los cuatro puntos cardinales de las banderas se fueron desvaneciendo hasta quedar un solitario círculo escarlata al centro y Japón comenzó a cambiar lentamente en esos nuevos días de 1945.
 
El olvido hace que no se recuerden las bombas que los B-29 dejaron caer sobre Tokio en plena Segunda Guerra Mundial, he visto fotos de cuerpos de civiles carbonizados en esos enfrentamientos. En el caos de los escombros que la guerra dejó una persona encuentra a un niño que no encuentra a su padre... así entre las soledades de un vecindario el pequeño Kohei (Hohi Aoki) llega completamente extraviado hasta la casa de Tané (Chôko Iida), una viuda que ya tiene bastante con seguir viva, el fuego y la sangre que cubrió las pupilas de los tristes ojos japoneses, no pueden cargar a estas alturas con un niño perdido que para peor orina las frazadas al dormir. Al otro día a primera hora comienzan a buscar la familia del pequeño y descubre que el señor se fue a trabajar a otro lugar dejandolo abandonado.

Son esas cosas que la guerra fue transformando en irracionalidades, aunque el niño no entiende lo que pasa, sigue juntando clavos y cigarros sin terminar para cuando se reencuentre con su padre, mientras que Tané se va encariñando lentamente de la ternura del niño, viajan al zoológico y comienzan a quererse uno del otro, la guerra no fue tan cruel al cruzar los destinos del niño perdido y la viuda. Tantas soledades que las ciudades dejan deberían reunirse entre ellas para que estuvieramos más cerca quienes en la noche hablamos solos con nuestras conciencias. Ahora hay algo por quien luchar en la vida de Tané y la reconstrucción de las esperanzas parece más tangible... pero lo que parece de una forma puede terminar en otra cosa... Ozu se encargará desde sus fijas cámaras de captar la diferencia entre arrancar de una responsabilidad que el destino te quiere dar y el simple hecho de aceptar lo que te ha tocado y tratar de hacerlo lo mejor posible. No siempre podemos tener todo lo que hemos deseado y a veces nos vamos acostumbrando a lo que el destino nos hace tener que vivir. Acá el pequeño inquilino hace cambiar las vidas y descubrimos que no vale mucho la pena tener sueños para uno mismo... es mejor compartirlos.

Saludos a todos.


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sábado, 24 de marzo de 2012

OTOÑO TARDÍO

 Las hojas amarillas
caen en la alameda
en donde vagan
tantas parejas amorosas.
Y en la copa de otoño
un vago vino queda
en que han de desojarse,
Primavera, tus rosas.

(Rubén Darío)


... y llegó el otoño, ya me fijaba camino a mi casa como el verde intenso de las hojas de ginkgobiloba comienzan a teñirse de amarillo, el otoño en Santiago siempre es hermoso, en especial en Parque Forestal, ahí de un momento a otro las hojas comenzarán a tapizar el suelo de un color marrón que se hará característico con el gris del frío... sin embargo en Santiago pareciera que nuestra constante inconformidad hace que muchos ya deseen que el frío comience a aparecer.
 El otoño tiene un carácter nostálgico, es una sensación que por triste que parezca, parece que equilibra los corazones, al final las estaciones del año te llevan desde la euforia del verano al silencio del invierno son un privilegio que tenemos en los que vivimos fuera del trópico…

Han pasado seis años desde la muerte del padre de la joven Akayo (Yoko Saburi), su madre Akiko (Setsuko Hara) ha invitado a una ceremonia a sus viejos amigos Mamiya (Shin Saburi), Hirayama (Ryuji Kita) y Taguchi (Nobuo Nakamura), después de la ceremonia ya han caído en la observación de que Akayo ya tiene veinticuatro años y aún no se ha casado. No es fácil para una sociedad tan machista saber que dos mujeres viven solas en una casa, con toda la carga social y económica que eso significa. Aunque los amigos del difunto les gusta tanto la hija como la madre, así que está la idea de casar a las dos... incluso con alguno de ellos.
Debo reconocer que siempre entre amigos uno de nuestros temas favoritos no es el fútbol, más bien las mujeres... las inalcansables como las actrices de cine y las cercanas (amigas, compañeras, etc)... que también muchas veces son inalcansables... en esas conversaciones de hombres es que a Mamiya, Hirayama y Taguchi comienzan a preparar el plan para casar a Akayo... entre los muchos elegidos se encuentra Shotaru Goto (Keiji Sada), que de entrada es rechazado por la joven, pero no tanto porque no sea de su agrado, de hecho ni lo conoció, sólo que desea quedarse con su madre para que no se quede sola en su viudez, aunque la madre lo agradece también desea que su hija se case. La vida de Akayo está bien como está, le gusta su trabajo, estar con sus amigas y con su madre... no cabe por ahora un hombre que le acompañe por el resto de la vida.

Pero al mismo tiempo en una conversación sale la idea de que Hirayama se case con la madre de la joven, al principio parece una estupidez pero al poco tiempo le empieza a interesar la idea de no seguir solo, incluso su hijo lo aprueba... pero no es la misma situación que ocurre con Akayo que encuentra asquerosa la propuesta. Hay personas que hacen de su vida sentimental una caja oscura que no sale a la vista facilmente, nadie sabe si están solos, enamorados o desilusionados... parece una coraza infranqueable el saber más allá de lo visible... amar no es fácil y el tiempo nos va llenando de ilusiones y fantasías que pueden elevar por cielos peligrosos que pueden hacer que las alas de Icaro se prendan para caer de forma estrepitosa... las decisiones no siempre están llenas de sinceridades, ni el amor se salva de la conveniencia, de la claridad y de la verdad. Hay muchos que son capaces de sacrificar sus verdaderos sentimientos por otras cosas que parecen cercanas al éxito... como si este fuera antónimo del fracaso. El otoño parece tardío en el mundo de Ozu, en que el Japón continúa cambiando pese a ello las estructuras sociales siguen patrones que son más rígidos que los cambios tecnólogicos, pese a que mezclar amor, futuro y bienestar, son elementos que deben estar equilibrados al momento de tomar decisiones.

Saludos a todos.



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domingo, 18 de marzo de 2012

BUENOS DIAS

Los chilenos que llegan a Santiago de una de las cosas que se sorprenden es que la gente acá siempre anda apurada, como enojada y no se saluda. "Es que la ciudad es tan grande que hay gente que es posible que nunca más se vea" dicen.
Puede ser por eso que no es comun decir "Buenos días" en un radio más cercano a una cuadra de la casa, en mi caso llega sólo hasta los habitantes del edificio, más lejos no lo hago.
Hace bien saludar, es parte de sentirse bien y saber que estamos todos en la misma idea, tratar de estar mejor, aunque es cierto que saludar a tanta gente serìa en parte saturante, sobre todo si trabajas en el centro de la ciudad, que fàcil en un dìa se ven màs de mil personas.
En nuestro caso después del terremoto nos dimos cuenta que era importante saber quien vivía al lado de la casa, en mi caso yo conozco màs a los vecinos que viven sobre y bajo mi departamento, principalmente porque hemos tenido problemas de filtraciones... pero pese a los inconvenientes aún seguimos saludándonos y diciendo màs palabras después del Buenos dìas...

 Japón ha cambiado después de la guerra, la influencia occidental está penetrando lentamente por debajo de las puertas para quedarse. Mientras los hermanos Hayashi Minoru (Kôji Shitara) e Isamu (Masahiko Shimazu) camino a la escuela van haciendo una competencia de pedos, la vida de las dueñas de casa en el nuevo suburbio japonés tiene todo ese ingrediente normal de las casas cercanas... todos los rumores parten porque la vicepresidenta de la comunidad la señora Haraguchi (Haruko Sugimura) se compró una lavadora, al mismo tiempo que anda diciendo que no le han pagado las cuotas de los gastos comunes. Demasiada coincidencia,  así entre vecinas los chismes se van y vienen todos los dìas... que la otra vecina anda todo el dìa con pijama, que fue una bailarina de cabaret, entre otras cosas.

Pero a los niños no les importa que la vecina ande vestida para dormir todo el día, ellos van a siempre a visitarla... en realidad más que a ella a su televisor, el único del barrio, donde pueden ver las luchas de sumo. Los televisores atraerán idiotas se pensaba en esa época, una afirmación que no se puede negar del todo... sobre todo al mirar la televisión abierta de estos tiempos... pero la necesidad ya está instalada los hermanos quieren una, pero los padres no quieren ese instrumento de la modernidad. Como modo de presión para la compra hacen un voto de silencio, mientras se alimentan con piedra pomez, para mejorar su técnicas en el arte de la "ventosidad". Así de cotidianos son los momentos que se pueden vivir en una comunidad del suburbio tokiota de los años sesenta.

El siglo XX además de sangriento fue lentamente provocando una homogeneizaciòn de elementos culturales. El cine se encargó de esparcir modos de vida y costumbres por lo continentes. Sin embargo existen elementos comunes que han estado presentes en forma intrínseca en nuestras vidas, los chismes y la inocencia de la infancia, van más allá de lo que Marshall McLuhan llamaría Aldea global. El mundo niño y el mundo adulto parecen dos riberas del río de la vida, no se comprenden una con otra, pese a que los adultos fuimos niños que estuvieron en frente, el cruce muchas veces hace olvidar que los problemas de los niños son tan graves como los de los adultos, que el sueño de una televisiòn es tán inmenso como el de tener un gran trabajo cuando adultos... las lágrimas son iguales no importa el motivo... al mismo tiempo una sonrisa es igual de valiosa en la cara que estè. Yasujiro Ozu tuvo la gracia siempre de captar el cambio de sociedad en Tokio, fue un testigo de cámara inmovil, de lo que se venía en el país asiático, así es la gente que sabe estar en ambos lados del río de la vida.

Saludos a todos.



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