Como interpretando las señales que la vida da, el llanto que el cello emite cuandos las cuerdas se besan con el arco es lo más cercano que conozco al cariño que hacía mi mamá en mis mejillas cuando lloraba, suena como los pasos de una mujer en medio de la noche, como una línea que gira y no termina de dibujarse sobre un papel blanco, el cello da una melodía que tiene la virilidad de un sollozo de mujer, tiene la pose elegante y siempre deseable de esas caderas maravillosas, una cintura para abrazar un figura erguida esperando ser poseida, suena como vivir y también como despedida...
Es ese sonido que brota del fondo de las conciencias cuando indica que se aproxima una melodía sublime en la novena sinfonía de Beethoven, antes de que esos coros erizen lo pelos, cuando aparecen medio del silencio los cellos y contrabajos susurrando el momento más grandioso que la música del mundo nos ha regalado hasta nuestros días.
El sueño de la vida ha sido cumplido para Daigo Kobayashi (Masahiro Motoki) ser uno de los cellistas de una orquesta en Tokio interpretando la novena sinfonía es un deseo que cualquier músico quisiera lograr, pese a que mucha gente va a la función, no importa para Daigo... aunque la baja en la audiencia logra lo insostenible y la orquesta debe ser disuelta.
El sueño duró poco para Daigo que conoce sus limitaciones y sabe que no es fácil encontrarse con otra orquesta por lo que decide tomar una decisión severa.
El cello debe venderse y volver a Yamagata al norte de Honshu, la gran isla de Japón... volver de los sueños, es como rendirse sin certezas de ser de nuevo, es dejar definitivamente de ser joven, es asumir que la vida va hacia el camino sin retorno. La sonrisa compañera de Mika es fiel y lo sigue a su renuncia, a su nuevo camino sin destino. El pasado de una ciudad que vio con altos techos pareciera ser la misma, los que se quedaron siguen con sus tiendas, los que partieron dejaron sus espacios inmobiles esperando que el polvo del olvido sea removido, en ese mundo llega Daigo y Mika a revivir los espacios infantiles, un aviso en el diario indica el futuro... un trabajo en el que no se necesita experiencia... sólo dar la bienvenida a un nuevo paso.
El trabajo no era turístico, más bien era ser Okuribito, es decir la persona que en despide, en este caso la labor del señor Ikuei Sasaki (Tsutomu Yamazaki) es la de embalsamador de cadáveres, una tarea que asusta a cualquiera, no es gracia alguna ganarse la vida con los muerte, pero saber ser anfitrión es un don que pocos tienen y el señor Ikuei lo ha convertido en un arte. Así lo entendió (después de un tiempo Daigo) quien con la misma ternura que sus dedos frotan las cuerdas ahora se deslizan dando la belleza del movimiento por el frío cuerpo que se despide delante de las llorosas pupilas de los deudos.
Hablar de la muerte es algo que no gusta, no lo queremos e incluso lo odiamos, no deben morir los hijos, tampoco los padres de niños pequeños, tampoco deben morir los buenos pero pasa, ahí aparece una y otra vez por nuestro camino, con la única certeza que llevamos del futuro. No nos gusta la muerte ni quienes conviven con ella... pero ahí está para enseñarnos a vivir, para que abracemos y besemos, para que nos digamos todo lo que nos callamos, para disfrutar de cada latido... en medio de tanta muerte Okuribito (o Departures como la llamaron en Estados Unidos de América) es una película cargada de vida, en que la muerte es cada vez más honesta y más hermosa, no por el maquillaje que Daigo le aplica ni por el hermoso sonido del cello, sino porque es una película de amor verdadero.
Es que la muerte está llena de amor, explota por los poros de un cuerpo vacío que mira al infinito como semilla que viaja al interior de lo que nos queda por vivir, las palabras y gestos reaparecen para recordarnos lo grande que son las personas que tenemos al lado nuestro... que nuestros padres pese a todo son maravillosos, nuestros amigos son libros de sabiduría y nuestros hijos son la llama que ilumina nuestras noches.
Cuando nadie quiere pensar en la poderosa muerte, sale desde las tinieblas como dos luces de un auto que cruza Yamagata Okuribito para recordarnos que no nos debemos enemistar con la muerte porque es más compañera de lo que creemos.
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Página japonesa de la película
4.- Trailer
5.- Joe Hisaishi
i
6.- fotogramas
7.- El espejo de Assuwwa dice...
8.- Locación: Yamagata Japón
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domingo, 22 de marzo de 2009
EL SUBMARINO
ciento dieciocho eran las personas que en esos días de agosto del dos mil eran noticia de espanto, el submarino nuclear ruso K-141 Kursk había desaparecido en el Mar de Barents, los días pasaban y la armada rusa dejó en secreto lo que inicialmente ocurría en ese frío mar, pero los familiares de los marinos y oficiales empezaron a preguntar por sus familiares, la situación se hizo insostenible no se podía rescatar la embarcación y el típico silencio ruso que recordaba los días de la Unión Soviética que escondía sus errores, aunque nos llenaran de radioactividad. Los marinos muertos del Kursk me angustiaron en ese tiempo, a lo lejos recordaba una película alemana que años atrás mostraba la claustrofóbica travesía de un submarino en plena Segunda Guerra Mundial.
Después de un tiempo tratando de recuperar la película, Das Boot volvió a mis manos con la versión del director... y como toda versión de ellos, dura mucho màs que la original, en este caso màs de trescientos minutos... a veces uno no cree que el cuerpo sea capaz de estar tanto rato con los ojos puestos en una película pero después de Jesús de Nazareth de Zefirelli, Shoah de Lanzmann o Satantango de Bela Tarr creo que soy capaz de ver cualquier metraje.
¿Que puede contar la historia de personas que están bajo el mar? en medio de fierros, motores, un olor que me imagino debe ser terrible, entre el silencio y la ausencia de mujeres... la verdad no creo que venda mucho... es más siempre me he preguntado que es lo que lleva a personas a desear sumergirse en vehículos en los cuales ni siquiera pueden ver que ocurre en su exterior y guiarse sólo por un sonar, ¿serán felices en sus trabajos? o el destino los obligará a vivir en ese oscuro mundo sin sol.
Mientras seguimos la costumbre de ver películas del horror de los nazis, del Holocausto o de juicios posteriores, la historia que Wolfgang Petersen presentó en los años ochenta gustó, los marinos del U-96 de la Alemania Nazi salen desde La Rochelle desde la Francia conquistada a vigilar los mares del Atlántico. Por supuesto para que la película sea aceptada estos marinos, no son tan nazis... para ello muestran como se burlan de un tripulante de las juventudes hitlerianas y como hablan mal del Alto mando y de Hitler... podemos seguir tranquilos entonces viendo la película... ellos pese a matar a los aliados, piensan como los "buenos", sin embargo... los submarinos fueron los más fieles a los nazis en sus tiempos... es más, una vez derrotado Hitler fueron ellos quienes depositaron camufladamente a muchos de los altos líderes que clandestinamente vivieron en nuestros países.
Entre un verde profundo brumoso que no sabía si era agua o cielo aparece la silueta de la proa del U-96 en inmersión, no veremos otros colores en toda la historia, el celeste, el negro y el verde dominan las oscuras vidas que un periodista de guerra intenta relatar invitado a esta misión. Los niños que viajan son todos nuevos, demasiado jòvenes para un mundo en guerra, para un mar peligroso y para conocer la muerte en el ataud flotante. Unas tenues lueces salen de unas lamparas por un único pasillo interminable en que la humedad, el olor enrarecido y la falta de espacio hacen del combate algo completamente distinto a lo que se conoce.
Pero las ausencias nos hacen iguales, acá más importante que ganar y hundir barcos enemigos es respirar, cada partícula de oxígeno es fundamental, mientras las barbas crecen dentro del barco es imposible no estar tensos, pero también es importante ser amigos... y en este submarino necesitas amigos y cada uno que contempla la misión también desea mirar por el periscopio, salir en algún momento a tomar aire, como un respiro en el medio del mar, me quedé en silencio esperando un sonido distinto que indicara que el peligro podía venir y sin darme cuenta después de horas bajo el mar de mi pantalla, me sentí uno más que corría por los pasillos, que se ahogaba viendo como descendíamos sin destino en Gibraltar, que sudaba mientras tratabamos de arreglar el barco, que esperabamos el conteo después de cada torpedo, que entendíamos que no podíamos llevar prisioneros de guerra, que disfrutamos el banquete de Vigo en España, de nuestros solapados aliados franquistas.... y que el U-96 fue el mundo que teníamos, como si el sol se hubiese enemistado con nosotros... en Das Boot el motor es vivir, que den vuelta esos cilindros y que podamos respirar... terminó la película y salí a mi balcón a mirar las cosas que tengo y mi admiración (y nunca envidia) por quienes habitan esos submarinos creció gracias a la más grande de las historias submarinas del cine que me ha tocado ver.
Saludos a todos.
Gracias Queens of Machines por recordarme de esta historia que tenía entre mis imperdibles.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Das Boot en Wikipedia
4.- Página de la película
5.- Trailer
Después de un tiempo tratando de recuperar la película, Das Boot volvió a mis manos con la versión del director... y como toda versión de ellos, dura mucho màs que la original, en este caso màs de trescientos minutos... a veces uno no cree que el cuerpo sea capaz de estar tanto rato con los ojos puestos en una película pero después de Jesús de Nazareth de Zefirelli, Shoah de Lanzmann o Satantango de Bela Tarr creo que soy capaz de ver cualquier metraje.
¿Que puede contar la historia de personas que están bajo el mar? en medio de fierros, motores, un olor que me imagino debe ser terrible, entre el silencio y la ausencia de mujeres... la verdad no creo que venda mucho... es más siempre me he preguntado que es lo que lleva a personas a desear sumergirse en vehículos en los cuales ni siquiera pueden ver que ocurre en su exterior y guiarse sólo por un sonar, ¿serán felices en sus trabajos? o el destino los obligará a vivir en ese oscuro mundo sin sol.
Mientras seguimos la costumbre de ver películas del horror de los nazis, del Holocausto o de juicios posteriores, la historia que Wolfgang Petersen presentó en los años ochenta gustó, los marinos del U-96 de la Alemania Nazi salen desde La Rochelle desde la Francia conquistada a vigilar los mares del Atlántico. Por supuesto para que la película sea aceptada estos marinos, no son tan nazis... para ello muestran como se burlan de un tripulante de las juventudes hitlerianas y como hablan mal del Alto mando y de Hitler... podemos seguir tranquilos entonces viendo la película... ellos pese a matar a los aliados, piensan como los "buenos", sin embargo... los submarinos fueron los más fieles a los nazis en sus tiempos... es más, una vez derrotado Hitler fueron ellos quienes depositaron camufladamente a muchos de los altos líderes que clandestinamente vivieron en nuestros países.
Entre un verde profundo brumoso que no sabía si era agua o cielo aparece la silueta de la proa del U-96 en inmersión, no veremos otros colores en toda la historia, el celeste, el negro y el verde dominan las oscuras vidas que un periodista de guerra intenta relatar invitado a esta misión. Los niños que viajan son todos nuevos, demasiado jòvenes para un mundo en guerra, para un mar peligroso y para conocer la muerte en el ataud flotante. Unas tenues lueces salen de unas lamparas por un único pasillo interminable en que la humedad, el olor enrarecido y la falta de espacio hacen del combate algo completamente distinto a lo que se conoce.
Pero las ausencias nos hacen iguales, acá más importante que ganar y hundir barcos enemigos es respirar, cada partícula de oxígeno es fundamental, mientras las barbas crecen dentro del barco es imposible no estar tensos, pero también es importante ser amigos... y en este submarino necesitas amigos y cada uno que contempla la misión también desea mirar por el periscopio, salir en algún momento a tomar aire, como un respiro en el medio del mar, me quedé en silencio esperando un sonido distinto que indicara que el peligro podía venir y sin darme cuenta después de horas bajo el mar de mi pantalla, me sentí uno más que corría por los pasillos, que se ahogaba viendo como descendíamos sin destino en Gibraltar, que sudaba mientras tratabamos de arreglar el barco, que esperabamos el conteo después de cada torpedo, que entendíamos que no podíamos llevar prisioneros de guerra, que disfrutamos el banquete de Vigo en España, de nuestros solapados aliados franquistas.... y que el U-96 fue el mundo que teníamos, como si el sol se hubiese enemistado con nosotros... en Das Boot el motor es vivir, que den vuelta esos cilindros y que podamos respirar... terminó la película y salí a mi balcón a mirar las cosas que tengo y mi admiración (y nunca envidia) por quienes habitan esos submarinos creció gracias a la más grande de las historias submarinas del cine que me ha tocado ver.
Saludos a todos.
Gracias Queens of Machines por recordarme de esta historia que tenía entre mis imperdibles.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Das Boot en Wikipedia
4.- Página de la película
5.- Trailer
sábado, 21 de marzo de 2009
DESAYUNO EN TIFFANY'S
Cuando era niño no podía entender como mis compañeras se podían enamorar de nosotros, ellas eran hermosas y nosotros unos idiotas, pre-adolescentes que seguían pensando en el mundial de México 86 y en Robotech... esa idea de las mujeres aún la conservo, ahora que veo que esos idiotas, preadolescentes que fuimos, hoy son (somos) unos idiotas postaodlescentes que pensamos en la Champions League y Robotech (ahora con una cerveza en la mano)... es inevitable enamorarse de las mujeres, en que los años le van entregando nuevos condimentos que las hacen más interesantes, no me canso de mirar y mirar a Ludivine Sagnier o a algunas más cercanas sin dejar de contemplar lo bellas que son...
Pero de las estrellas del firmamento femenino (el único que me interesa) que más me ha impresionado es Audrey Hepburn... y si uno se acuerda de ella... nada mejor que la novela de Truman Capote, Desayuno en Tiffany's para conocerla en su esplendorcomo Holly Golightly.
Es que ¿será porque mi mala suerte en el amor se deba a que sigo enamorado de la belleza que parece inalcansable?, pero para un idiota postadodelescente como yo, no dejo de caer embobado cada vez que una hermosa mujer me toma en sus tentáculos... con todos sus defectos envueltos en una hermosa piel, con ese grado de egoísmo, que sueña con tener a un hombre que pueda comprar algo de las vitrinas de la famosa joyería neoyorkina, que disfruta de un mundo lleno de ilusiones amorosas, pero al final de tanto ser amada (y/o deseada) al parecer no conoce el amor real, los diamantes tienen muchas caras.
¿Qué es mejor que te amen o amar? hablaba en una cruda charla con una amiga hace unos días... no es fácil responder cuando has sentido que tu has amado más de lo que te han amado, que has sufrido más de lo que te has alegrado... y entre sentimientos que se disfrazan de compañerismo, amistad el amor se convierte en una niebla de mentiras que parecen verdades acomplejadas, como las que que entre su ambiguo trabajo de "amigo" Paul Varjak (George Peppard antes de ser "Hanibal" Smith en Los Magníficos, o A-Team)
Entre diamentes y "amores", todo lo fashion esconde una vida andrajosa, en que el pasado tiene ese color café verdoso que hace el sol, la intemperie y el abandono... el sueño de ser más, de volver a escribir, de vivir con una mujer hermosa... pero en me dio de tantos sueños la falsa imagen llena de los rascacielos de la ciudad que no duerme, se esconde la prostitución de ambos la marginalidad de frac. Con un poco de esperanza en la recuperación del sentido real de las cosas
en medio de escenas memorables, un japonés insolentemente caracterizado por Mickey Rourke, el humor y la realidad que parece una fantasía que sólo puede darse en Nueva York baila al ritmo de la música de Mancini, hace que los ojos brillen como las ventanas de la joyería Tiffany's al sonido de Moon River. Mientras la película es casi una pasarela de trajes de sastres famosos... hace que el amor disfrazado se me resfriegue en la cara iluminado por la verdadera belleza que dan los verdaderos brillantes de los ojos que se aman.
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Película en Wikipedia
4.- Trailer
5.- Banda Sonora de Henry Mancini
6.- Alohacriticón
7.- Fotogramas
Pero de las estrellas del firmamento femenino (el único que me interesa) que más me ha impresionado es Audrey Hepburn... y si uno se acuerda de ella... nada mejor que la novela de Truman Capote, Desayuno en Tiffany's para conocerla en su esplendorcomo Holly Golightly.
Es que ¿será porque mi mala suerte en el amor se deba a que sigo enamorado de la belleza que parece inalcansable?, pero para un idiota postadodelescente como yo, no dejo de caer embobado cada vez que una hermosa mujer me toma en sus tentáculos... con todos sus defectos envueltos en una hermosa piel, con ese grado de egoísmo, que sueña con tener a un hombre que pueda comprar algo de las vitrinas de la famosa joyería neoyorkina, que disfruta de un mundo lleno de ilusiones amorosas, pero al final de tanto ser amada (y/o deseada) al parecer no conoce el amor real, los diamantes tienen muchas caras.
¿Qué es mejor que te amen o amar? hablaba en una cruda charla con una amiga hace unos días... no es fácil responder cuando has sentido que tu has amado más de lo que te han amado, que has sufrido más de lo que te has alegrado... y entre sentimientos que se disfrazan de compañerismo, amistad el amor se convierte en una niebla de mentiras que parecen verdades acomplejadas, como las que que entre su ambiguo trabajo de "amigo" Paul Varjak (George Peppard antes de ser "Hanibal" Smith en Los Magníficos, o A-Team)
Entre diamentes y "amores", todo lo fashion esconde una vida andrajosa, en que el pasado tiene ese color café verdoso que hace el sol, la intemperie y el abandono... el sueño de ser más, de volver a escribir, de vivir con una mujer hermosa... pero en me dio de tantos sueños la falsa imagen llena de los rascacielos de la ciudad que no duerme, se esconde la prostitución de ambos la marginalidad de frac. Con un poco de esperanza en la recuperación del sentido real de las cosas
en medio de escenas memorables, un japonés insolentemente caracterizado por Mickey Rourke, el humor y la realidad que parece una fantasía que sólo puede darse en Nueva York baila al ritmo de la música de Mancini, hace que los ojos brillen como las ventanas de la joyería Tiffany's al sonido de Moon River. Mientras la película es casi una pasarela de trajes de sastres famosos... hace que el amor disfrazado se me resfriegue en la cara iluminado por la verdadera belleza que dan los verdaderos brillantes de los ojos que se aman.
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Película en Wikipedia
4.- Trailer
5.- Banda Sonora de Henry Mancini
6.- Alohacriticón
7.- Fotogramas
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