El cine es la ventana que tiene un lugar para decir aquí estamos, esas son las películas que se convierten en inolvidables para el mundo. En el caso del cine latinoamericano, ninguneado por el resto del mundo, no ha sido muy entendido por el resto del mundo... es que para muchos los prejuicios con el continente llegan a niveles de xenofobia. Como pasa con algunas personas, que con la Copa Fifa han ido demostrando su falta de conocimiento y sentimientos más bajos, en los foros de Marca u otras revistas en cuanto a los sudamericanos.
Ayer en un canal europeo específicamente en Cuatro UAU Quémundial!! apareció un video que muestra como un tipo en un programa español parodia a una niña paraguaya que "tiene seis años y que ha trabajado cinco, que vive en un basural y que no sabe hablar"... por supuesto al final la gente en el público aplaude tan divertida performance.
Pero Paraguay es un país distinto, un momento cinematográfico especial se dió cuando Jeremy Irons trataba de subir por la catarata para llegar con su oboe hasta las misiones jesuitas en La Misión, para entender una primera etapa de uno de los países que fue grande y que los mismos países latinoamericanos vergonzosamente fue carcomido por nuestros abuelos en la Guerra de la triple alianza y en la desafortunada Guerra del Chaco con Bolivia.
Como esa imagen que García Márquez inventó de Latinoamérica en Macondo, un lugar mágico que se pierde en el tiempo donde no se sabe si estás en el siglo XVII o es ahora. En un mundo así es donde al comenzar el amanecer dos ancianos Ramón (Ramón del Río) y Cándida (Georgina Genes) tratan de descansar de los desagradables ladridos de una perra... entre el inmenso verde de Paraguay. La lengua guaraní baña las largas escenas en que vemos conversar a la pareja de ancianos, entre el sonido de la tormenta que se aproxima, los grillos y los gallos. Sólo desean que las horas pasen y recién está amaneciendo, queda hacer labores y seguir esperando alguna noticia esperanzadora desde afuera.
El único hijo Máximo Ramón se fue a la Guerra del Chaco, el conflicto que en los años treinta del siglo XX tuvo con Bolivia por el control de dicha zona. El padre se encuentra tranquilo, confiado por el regreso de su hijo ya que "los pobres siempre estamos en guerra", así que sabrá defenderse; la visión de Cándida es más pesimista, está pensando en cada momento que una bala puede cruzar por la vida de Máximo... es que Paraguay ha sabido de guerras, supo de la muerte de sus hombres cuando en la Guerra de la Triple Alianza acabó con el ochenta por ciento de la población masculina... los augurios no parecen ser buenos; mucho menos si la perra que dejó su hijo Máximo ladra en cada momento.
Los días que viven Ramón y Cándida son tan iguales que da lo mismo que el diálogo que escuchamos tenga que ver con el silencio que sale de sus bocas cerradas.
La funesta noticia llega en una carta y en la voz de un desconocido, la guerra terminó hace tres días, Paraguay ganó ¿pero que ganó? cuando te sientes más pobre que antes. La palabra guerra no existe en el vocabulario guaraní, es un invento de otras lenguas... que tuvieron que adoptar para describir la muerte. Así llega un joven a contar que Máximo Caballero a muerto en el frente de batalla... Cándida lo desconoce porque su hijo se llama Máximo Ramón Caballero y no como él lo nombra. Tratando de desconocer la desoladora verdad... la voz se vuelve más pausada, los dialogos no son más intensos, la perra ha dejado de ladrar y la vida tiene menos sentido ahora que sólo son dos personas ancianas que se desvanecerán entre el verde intenso, la humedad y la lluvia. No quedan ni lágrimas ni sonrisas... sólo un país inmenso en medio de un continente orgulloso, un mundo que se agranda en una historia absolutamente mínima, que no necesita nada más que la honestidad, el guaraní, el sonido natural como banda sonora y unos planos fijos para contar que el conflicto entre la vida y la muerte también se esconde dentro de los rincones más internos de Paraguay amarrado entre dos troncos, como el descanso de una hamaca.
Saludos a todos
En especial a Paraguay
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Hamaca Paraguaya en Cineismo
4.- Trailer
2 comentarios:
Pues nunca he visto una película paraguaya, así que tomo nota de esta que, por tu reseña, parece interesante. Respecto a lo que dices en el primer párrafo, seguramente llevas toda la razón respecto al sesgado intelecto del artífice de alguna que otra fuerza mediática, pero no es el caso de la mayoría, que convivimos con gentes que proceden de países muy diversos cada día como uno más. De todas formas, los ejemplos que citas son realmente vergonzosos, no solo porque demuestren intolerancia sino porque manifiestan una falta de cultura considerable por parte de quien está detrás de estos medios.
Saludos, desde España
Gracias Babel
Tienes razón... acá también me ha tocado escuchar burradas... en estos días en que la gente confunde un deporte con esos nacionalismos de antaño... como si fuese guerra.
Un gran abrazo, desde Chile
y mucha suerte a España para las semifinales!
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