sábado, 3 de noviembre de 2012

EL CUCHILLO EN EL AGUA

Si la vida te hizo nacer en esos años treinta en París, cuando en el país vecino se oía la apabullante marcha de los nazis, si viste como en Cracovia moría tu madre en un campo de concentración mientras estabas en la calle como un mendigo deseando que tu padre donde quiera que estuviere tuviera vida es porque el destino te está cuidando para que hagas grandes cosas. Porque tú eres polaco, eres judío y un poco ruso, naciste en París, tal vez por eso fuiste un nómade que desde Łódź saltaste por Parìs, Londres, Los Angeles para regresar de manera anònima a la ciudad de la luz. Viste la muerte en las manos de Charles Manson y las garras de la justicia entre esas noches de desenfreno en Califonia. Por eso el nombre de Roman Polanski no pasa desapercibido en el firmamento cinèfilo. De los mismos días de la Nouvelle Vague y de esas bestias francesas que revolucionaron las proyecciones con sus operas primas. El polaco llegò a decirnos que lo que el vivió no fue lo que quiso, sino lo que otros le hicieron vivir... y así una y otra vez veremos que sus historias contienen lo que la retina le ha hecho ver y sentir.

Los fines de semana son la instancia deseada de nuestras vidas, yo no entiendo si nos gustan tanto sòlo dejamos dos dìas para ello mientras otros cinco para martirizarnos.Algunas parejas los disfrutan màs como en el caso de Andrzej (Leon Niemczyk) y su bella esposa Krystyna ( Jolanta Umecka), en realidad no se si màs... pero tienen los lujos como para que sí lo pasaran mejor, en un auto lujoso para esos días en Polonia era bastante y mejor aún tener un velero para navergar por el lago Mazury. Pero en pleno camino un tipo en medio de la calle los obliga a frenar, entre el enojo de Andrzej y la estrategia del joven (Zygmunt Malanowicz) para hacer autostop terminan los tres en el auto camino al lago.

Son dos vidas distintas por un mismo sendero por un lado la pareja que tiene claro que pasaran otro fin de semana embarcados, mientras el joven iba hacia donde lo llevaran, el velero "Christine" estaba ahí, esperándo a la pareja y en un arranque inesperado Andrzej invita al joven a que se embarque con ellos. El nunca había subido en un barco, de hecho la idea de estar "encerrados" en la inmensidad no era su concepto de fin de semana espectacular... aunque la esposa del señor fuera tan guapa. Ellos parecen tenerlo todo, como si la vida estuviera lista para ambos con todo lo material, el amor y los sueños cumplidos; mientras que para el joven era el su camino y su cuchillo nada màs, con eso le bastaba a él por abrirse camino en tierra.

Así ambos hombres sólos en la embarcación sutilmente se desafían por saber quien es mejor para Krystyna, tal vez para ella no sea tema... aunque igual le seduce la experiencia de Adrzej y la juventud del joven. El joven está aprendiendo esto del velero, es más es probable que sea la única vez que se suba a uno, sin embargo la rivalidad de ambos los hace distanciarse cada vez. Por su parte el mayor siempre celoso de que pueda perder a su joven mujer en los brazos del musuloso joven comienza a llevar la lucha a niveles peligrosos. A pesar de que el mar se vea inmenso e intenso, los lìmites de la historia se quedan en esos pequeños metros de superficie flotante en que los tres personajes van sellando del destino del otro, por los caminos peligrosos que los celos llevan.

Así como el camino que Roman Polanski irà mostrando en los años posteriores, vale la pena revisar esta intensa vida que ha sido reflejada en sus treinta y cinco milímetros por todo este mes.

Saludos a todos.


Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Nóz W. Wodzie en Wikipedia
4.-Trailer

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