Hay cosas inexplicables, que superan cualquier pregunta... si es que alguien se las quiere hacer... algunos le llaman la química, otros el amor, la amistad... y así nos llenamos de definiciones que tratan de interpretar ese magnetismo que provocan algunas personas... en algunos casos se construye poco a poco... otras es un fuego intenso que fluye por los rincones y llena los espacios del tiempo.
La vida me ha tratado más por el camino irracional que llevan las sensaciones, las pulsaciones del corazón son tan fuertes que silencian lo que dicta el cerebro... la verdad pese a todo lo que mis objetores de conciencia me dicen... me siento bien.
Nos complicamos tanto a veces, y nos dedicamos más a ser infelices pensando en lo que viene y en lo que fue, que se va el tiempo entre los que ahorran y los que se lamentan... sin gastar lo que se tiene... sin mayores preguntas a veces es simplemente estar, ni siquiera ser... estar... es sentirse presente ahora y acá... en el preciso momento que la historia nos ha regalado para vivir.
Nelly (Emmanuelle Béart) se aburrió de su esposo, un tipo cesante que pasaba el día en la casa, sin mucho que hacer... ella con dos trabajos y una inmensa responsabilidad a cuestas, estaba viviendo esos momentos duros y difíciles en que lo malo se enrostra como el desafío mayor de lo que se viene, de una imprenta a una boulangerie los esfuerzos de Nelly por estar bien en París. No estaban acorde a los proyectos de Jerôme (Charles Berling) así que la separación era la opción radical que se venía llegar, para el cambio de ambos.
Así sin nada que tomar como un salto al vacío no queda más que seguir, emprender rumbos y borrar fantasmas.. en medio de ese camino como un viejo protector aparece Pierre Arnaud (Michel Serrault) en un café mientras Nelly conversaba con su madre. Él un viejo juez que después se dedicó a los negocios deseaba contar su historia, había escrito unos borradores pero debía entregarlos a la editorial para la impresión... así que le pide a Nelly que sea su digitadora... ella acepta y así obtiene un nuevo trabajo en la casa de Monsieur Arnaud... puede ser aburrida la vida de un juez que se vuelve empresario... la verdad no me interesaría leer una biografía de ese estilo.
Pero a Nelly al parecer le gustaba estar ahí, como esas cosas que no se entienden... a Monsieur Arnaud también... de a poco la relación se volvió más cotidiana y más amable... eso que nos pasa a todos hasta que en algún momento sin darnos cuenta, nos empezamos a llamar amigos. Una palabra inmensa y completa que es más grande que familia y casi tan poderosa como amor... es simplemente el placer de estar contigo, nada más... sin respuestas ni preguntas. Nelly y Pierre están ahí, él con sus años encima ella con su piel suave y sus sueños... como si la vida los puso en instantes desfasados para ser de ellos un gran amor... como esas circunstancias que lo urgente hace olvidar a lo importante... la vida está ahí sin pedir repeticiones y segundos momentos, solo pasa aquí y ahora...
Por eso hay que estar atentos a las señales... y disfrutar de lo que se vive ahora.
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Nelly & Mr. Arnaud en wikipedia
4.- Trailer
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