Si el mal tiempo trae mala fe
Pero a mí lo que me embruja es volar
Y hechizarme con tus sortilegios
Soy brillante en tu colegio
Subo nota en el amor
Vuelo allí
Como al sol
Un colibrí
(Silvio Rodríguez)
Conozco personas que le han hecho caso al tarot y se han quedado con el “amor de su vida”. Pero también vi la predisposición como las anteojeras de un caballo pura sangre en carrera a renunciar a otras personas, porque el destino de las cartas le tenía preparado este futuro. Siempre me pregunté si al final fueron las cartas, la tozudez o el amor. Da lo mismo en este momento, pero siempre hay unas ganas de adelantarnos a los designios del destino y tener un poquito de ventaja para las decisiones que vienen. ¿Me amará realmente?, ¿me irá bien en ese trabajo? Entre otros.
Los colores de las cartas son la única imagen que parece sellar el par de horas vespertinas que tiene Cleo un 21 de junio de 1961, sí exactamente hace 61 años de que escribo. Son días en que el sol se hace más intenso en París y la bella Cleo (Corinne Marchand) elige unas cartas que no presentan buenos augurios, se ve algo cercano a una enfermedad y a la muerte. La vidente prefiere que se cambien las cartas, pero el destino parece sellado, con esa premisa parten dos horas intensas que van a cambiar el modo de ver la vida de Cleo. Tal vez comprar un sombrero calme un poco esa ansiedad por los resultados que el médico le tiene un poco antes de que den las siete de la tarde.
Así los caminos de Cleo son adornados por las personas que le quieren y la admiran, desde su asistente Angela (Dominique Davray), los músicos como Bob, el pianista (con el mismísimo Michel Legrand) y José, su amante (Jose Luis de Villalonga). Así en esa burbuja de cariño y admiración, Cleo tiene su pequeña zona confortable, que parece trisarse al son de la letra de una canción. Como las teclas de un piano las imágenes de Cleo pasan del blanco marfil al negro ébano de la realidad que parece esperarle. La peluca desaparece y los caminos de París se vuelven nuevos sitios. “Como una isla desierta cubierta por el mar mis arenas se escapan sin ti” el fondo se vuelve negro y los hermosos ojos de Cleo se abren para mirar el mundo.
París parece distinto con la nueva Cleo, que aprende de la fuerza de una taxista, con la fuerza de una belleza honesta que hace sentirse feliz con el cuerpo, ¿el amor podría aparecer? Cleo y su miedo por la muerte, parece cambiar y en algunos momentos de esas dos horas olvidarse. Pasan muchas cosas en poco tiempo, como a todos, en esa vorágines de escenarios que se nos pasan entre el amor y el odio, entre la vida y la muerte, el camino y la belleza tanto de París como de Cleo se vuelven lo mismo entre esas dos horas en que la tarde fluía el nuevo destino.
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Ficha en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
4.- Trailer
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