- ¿Dóctor usted cree que podré tocar guitarra después de la operación? - Por supuesto.
- ¡A que bueno, porque ahora no sé!
La hija de una amiga tuvo que vestirse de payaso y contar un chiste, algo que para uno parece tan simple, para ella que tiene cuatro años no es tan sencillo. Ese chiste sencillo no lo entendía y lo encontraba aburrido. Pero al final contó el típico chiste del pirata que era tan pobre que en vez de tener un loro tenía un moco.
Yo admiro más a los comediantes que a los actores... me impresionan una y otra vez Les Luthiers o los antiguosm humoristas como Verdaguer, Hugo Varela o más nuevos como el imitador Krammer de Chile.
Me río más de la sorpresa, o de lo irreverente que de lo burdo o las desgracias...
Los admiro, porque jamás lo haría... no me atrevo a andar haciendo reir a un público, ni tratar de entretetener... no sólo por la genialidad también por el peso que tiene para ellos ser personalidades públicas, en que andan en la calle y la gente les expresa el cariño... y esperan que les cuenten un chiste... ser un personaje màs que una persona es algo que todos llevamos dentro... pero ser un personaje conocido es algo de mayor dificultad.
Es lo que le ocurre a Jerry Langford (Jerry Lewis), acostumbrado todos los día a conducir su late show, con grandes invitados y en una grata conversación el programa era un éxito todos los días. Al terminar el programa la odisea común era tratar de salir sin que los admiradores no lo dañaran. Entre ellos Rupert Pupkin (Robert De Niro) que esperaba tener algún contacto con Jerry alguna vez para recibir algún consejo para sus rutinas... Rupert logra introducirse al auto, luego de sacar a una fans llamada Masha (Sandra Bernhard) y con el pretexto de la protección Rupert se va conversando con Jerry... quedan en reunirse "algún día" que se contacte con su secretaria para ver sus trabajos, con ese encuentro ya está en la gloria. Jerry le da la confianza incluso para que lo reemplace en su gran programa de humor, parece real pero la fantasía de Rupert es tan grave, que lo que sueña parece cierto.
La verdad es que Rupert no se sabe si es un comediante realmente o un enfermo, entre todos esos que buscan la gloria del espectaculo, el fanático se encuentra en el límite de la racionalidad, ensaya con personajes en cartón piedra y las ilusiones que sólo cree Masha, otra tan enferma como él, parecen estar más cerca de lo que sus intenciones pueden. Todos los días llega a la oficina de Jerry para tratar de hablar con él y mostrarle lo buena que es su rutina... a la vez trata de seducir a una camarera mostrando todos los autografos que ha conseguido en su vida... y le promete ir alguna vez a la casa de campo de Jerry.
Que fácil es ver lo que queremos, creer que lo que vemos es lo que deseamos, hasta que llega el momento en que la verdad te da un portazo en el rostro y te despierta... en el caso de Rupert... ¿Pupkin?, no da para más, cuando un fanfarrón habla tanto de lo bueno que es, la verdad empieza a ser la mejor prueba de lo que se dice... así caen algunos.
Después de ver mil veces a Jerry Lewis como el pánfilo personaje de las historias, como una persona seria y profesional que trabaja engrandece a este nombre a veces olvidado del firmamento del cine. El mundo del espectáculo tiene muchos personajes de sobra... basta colocar Chilevisión un sábado o un domingo después del almuerzo para ver lo patético que se puede ser... pero peor aún ver como hay gente que idolatriza a ciertos mortales, es peor aún... Scorsese enfoca en una interesante historia como la locura aleja modela las realidades... y peor aún como algunos creen que pueden conseguir el éxito arrasando con lo que pase por delante... y personajes como esos abundan en todos lados... hay que cuidarse.
Saludos a todos
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- The King of Comedy en Wikipedia
4.- Trailer
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