Cielito, infierno y tristeza
cuando las horas son frías,
cantándole al hombre nuevo
todo es fe y es alegría.
Cielito, cielo en la noche,
cielito de la memoria,
hijo, madre y compañera
sabrán continuar la historia.
cuando las horas son frías,
cantándole al hombre nuevo
todo es fe y es alegría.
Cielito, cielo en la noche,
cielito de la memoria,
hijo, madre y compañera
sabrán continuar la historia.
(Daniel Viglietti)
En estos tiempos, se han fijado que uno cuando pregunta por
qué película o serie ver, se da por hecho que es Netflix. Será porque ya
penetro en nuestro cotidiano o que la sala de cine sólo está para ir a ver
películas de superhéroes. No lo sé. Lo que si me queda claro es que estamos en
el umbral de un tiempo nuevo. Un tiempo que parece lleno de pesimismo, como si
todo lo que advirtió que podía pasar, en realidad pasa peor de lo que incluso
se pregonó.
El planeta se plastifica, los animales y plantas mueren y la
idea de lo colectivo, que fue lo que hizo que la humanidad fuera constructora
de civilizaciones, ahora se le hace creer que es por el esfuerzo individual ha
logrado todo lo que tiene. Así la mezquindad, el egoísmo y la falta de empatía
con el del lado nos ha ido volviendo clientes que eligen productos. Desde pastas
de dientes a presidentes de las naciones. La única certeza o consuelo de estos
tiempos mezquinos es que en algún momento terminarán, esperemos que no sea
demasiado tarde cuando eso ocurra y podamos revertir todo el daño que ya nos
estamos haciendo como planeta y sociedad.
Ya pasamos antes por lo mismo en América del Sur, En Chile
lo sabemos bien. Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay vivieron unos
años en que el terror superó la normalidad. En que nuestros ejércitos se comportaron
de manera vergonzosa. Por más que alguien diga lo contrario, los pactos de
silencio, las huidas a otros países, las leyes de amnistía y los guardaespaldas
que los señores retirados tienen, son la mejor demostración de que le temen a
la historia.
Por lo mismo, ese día de 1973 en Uruguay, sacaron de la
prisión a algunos presos tupamaros, las cosas no iban a ser normales para
Eleuterio (Alfonso Tort), Mauricio (Chino Darín) y José (Antonio de la Torre),
los tres ya no pueden ser presos normales, por lo que son considerados rehenes
en un regimiento del ejército uruguayo. La idea es destruirlos desde el
interior, el silencio y el encierro pueden carcomer la realidad y transformarla
en voces, recuerdos inexistentes y pesadillas que alucinan. Así va pasando cada
luna por la celda abrazando en el recuerdo cada nombre, calle y mapa de un país
que parece seguir viviendo en la normalidad del horror.
Comunicarse, saber que al otro lado del muro hay otro es
algo que nos da esperanza de nuevos bríos.
Lo hacemos como humanidad cuando
miramos desde los telescopios a otras galaxias, lo vemos en cada viaje y en
cada golpecito que se responde de una muralla nos puede llevar a otras
dimensiones, en que saber que la vida nuestra puede continuar y proyectarse. Por
eso es importante sumar la fuerza colectiva, por sobre lo individual.
Van a pasar muchas noches entre esos días de encierro en
cada calabozo, años en que lo que menos se quiebra es la moral del prisionero
político, Desde las cárceles han salido líderes del mundo, para bien y para
mal. Debería saberlo cada presidente que cuando encarcela a un Lula da Silva o
a un Leopoldo López, lo que está incubando es un futuro Nelson Mandela. El mundo de Eleuterio, Mauricio y José parece
fluir en medio del horror que afuera del regimiento fluye por las calles
uruguayas.
Ahora todo parece ser parte de una ficción de otro tiempo,
sin embargo, los actuales días en que lo totalitario parece resurgir. Vale la
pena recordar que los que alguna vez tuvieron una pistola apuntando en la sien
de sus compatriotas, hoy se sienten cómodos en esos nuevos anacrónicos cambios
que la nueva historia está esculpiendo para el futuro cercano.
La fortaleza puede más que la tortura, la noche y el
silencio, así lo supo José, que al final en 1985 es liberado junto con Eleuterio
y Mauricio. El mismo José que en el 2010 se convertirá en José Mujica.
Saludos a todos
La película actualmente se encuentra en la plataforma de
Netflix
Bonus Tracks
4.- Trailer