EL DISCRETO ENCANTO DE LA BURGUESÍA

Allí van cruzando su ciudad
Taquillando en sus autos
O en el de su papá
Disfrutando de la juventud
Del derecho de herederos
De los dueños de América del Sur
A veces unos tienen ganas de igualar
Forman entidades, juegan a luchar
De exclusos o reclusos
Y de intelectual
Y todo sigue tan igual
Tan igual
(Los Prisioneros)

Hace un tiempo en un programa de televisión un señor enseñaba a ser cuico (una persona con comportamientos de rico en Chile), para ello decía que hay que ser en primer lugar caballero, comportarse bien y tener mínimo un auto Mercedes Benz, los Toyota acá no entran en la categoría. Así como en Chile, en todos los países del mundo, incluídos los más pobres, siempre hay una clase que con sus privilegios domina los lugares.



En un momento yo sentía que se sentía algo de pudor y mesura a la hora de presumir lo que se tiene, pero con el tiempo (o a lo mejor por mi adultez) me doy cuenta que no es así, son parte de la burbuja normal que da el “vivir bien” algo absolutamente contrario al buen vivir. En Chile esos privilegios que algunos han tenido los han defendido con uñas y dientes. Aunque en algún momento tu situación mejore, jamás serás de ese selecto mundo que parte con la primera pregunta: ¿En qué colegio estudiaste?, sabes que tu respuesta te pondrá en la rivera opuesta de la cual aunque intentes cruzar, tu ropa mojada te delatará.

Pero esa sensación de privilegios es la que Buñuel muestra en el grupo rebelde e irreverente que viaja por las calles francesas. Encabezado por Don Rafael (Fernando Rey), el embajador de Miranda, ese país sudamericano perdido en la ignorancia eurocéntrica. Sus amigos son el matrimonio Thevenot Francois y Simone; Florence, la hermana menor; y por último el matrimonio joven y adinerado de los Senechal con Henri y Alice. Los seis disfrutan de lo encantadora que es la vida burguesa, llena de sabores, recuerdos y libertades.

En un mundo en el que algunos aún creen que tienen el poder por tener el voto, los burgueses que Buñuel presenta nos demuestran una vez más que la justicia no se encarga de apresar a los ricos, El embajador de Miranda lo sabe y sus amigos también, son capaces de tomar la escopeta y disparar a los rebeldes, de sacar a un obispo vestido de jardinero y de ver como las fuerzas armadas se encargan de proteger sus intereses disfrazados de patria. Entre smoking y batas, el champagne y el Martini delatan los paladares, y una cena que no concluye, nos transporta por caminos que siempre tienen otra oportunidad para los burgueses.
Dan lo mismo los malentendidos, los velorios, las discusiones en la mesa, la infidelidad siempre hay otra puerta abierta para los burgueses, la cárcel es algo que está en las casas, nacen y mueren con la gracia de caer bien en todos lados, de ser bellos y de seguir moldeando el mundo que les acomoda. Aunque parezcan sueños, pesadillas o momentos del surrealismo intenso que Buñuel por décadas sembró en el cine que nos cortó las pupilas.
Al final siempre ganan ellos, Ese es el encanto que nos hipnotiza en los matinales, las revistas de moda, en las conversaciones superficiales, en los realitys de la televisión y en sus fotos de Instagram.

Saludos a todos


Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Le charme discret de la bourgeoisie en Wikipedia
3.- Comentarios en Filmaffinity
4. -Trailer