Entre las montañas me encuentro disfrutando de la naturaleza, trabajando eso sí, y a la vez disfrutando de la tecnología escribiendo en el computador y escuchando música al unísono con el sonido de los árboles, el río y las aves del sector, ¡que mejor inspiración puede pedir uno!.
Nos ayudan en el trabajo dos personas de San José de Maipo, que poco a poco nos van contando (hablo en plural porque estoy con otro compañero de trabajo) de sus vidas, de la realidad del pueblo, de sus trabajos en este pueblo cordillerano.
Los dos son personas muy jóvenes pero a la vez, muy serios, pese a sus veintiún años nos hicieron sentir a nosotros (ambos treintones) que éramos unos cabros chicos.
Al final sentí que no tenía que seguir haciendo bromas (porque no se reían), Ambos se encontraban esculpidos por el rigor de vivir en un pueblo, el trabajo a edad temprana los había hecho madurar primero que a nosotros.
Es muy distinto en Chile nacer en una ciudad que nacer en un pueblo, sin duda las posibilidades de surgir y cumplir los sueños son mayores en la ciudad. En algunos pueblos hay una cuota de romanticismo, pero la seriedad abunda, no es tristeza exactamente, es casi una melancolía que acompaña el sonido de la naturaleza como si el tiempo se detuviera… casi como una postal.
Al final del día nos tomamos una foto y al verla ahora en la pantalla nos encontramos con personas muy distintas con un rostro muy alegre. A veces las fotos disfrazan nuestro estado real.
Hace unos años desde el Uruguay llegó una película de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, llamada Whisky, centrada en la historia de Jacobo Köller, dueño de una microempresa de calcetas, la principal ayudante en su fábrica es Marta, que a la vez es una de las personas con las que más tiene confianza en su empresa.
Como la madre de Jacobo murió el año pasado, éste llama a su hermano Herman que vive en Brasil, para que coloquen la lápida. A la vez Jacobo desea hacerle ver a su hermano lo bien que se encuentra por lo cual le pide a Marta que finja ser su esposa.
Así ambos hermanos y Marta parten rumbo a la costa. El viaje cada vez va afirmando que las miserables vidas de las tres personas se han ido opacando con el tiempo, son vidas serias, no tristes pero serias.
Cuando se pierde la esperanza la vida se coloca seria, es como esa tontera que algunos llaman amor maduro, que no es nada más que un amor gastado, esos amores que para protegerlos se esconden bajo el colchón. En Whisky no hay sonrisas, sólo una palabra parece ser alegre, pro al final sirve sólo para aparentar estar bien. La historia de la película tiene mucho de Whisky en todo momento. Es que lo que la foto muestra a veces en la alegría es tal vez algo parecido a la felicidad, casi un disfraz.
Así vive mucha gente que aparenta una vida feliz pero al final sólo nos dice whisky, con nuestros flashes.
Un saludo a San José de Maipo.
… un lugar hermoso que deben conocer.
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Escenas de la película
4.- Más de la película